1º de Maio (Lisboa). Defensor de la gastronomía portuguesa

Ago 20, 13 1º de Maio (Lisboa). Defensor de la gastronomía portuguesa

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Seguimos callejeando por Lisboa. Esta vez paramos por el Barrio Alto, tan turístico y con muchas dinámicas cuadrillas juveniles guiris que se asoman al mirador de Gloria. Echo mano de la Guía Viva del Anaya Touring Club y de los restoranes recomendados en esa zona uno está cerrado, otro par parecen muy cutres, el más prometedor emana más tristeza desértica que melancolía fadista (el Pap’Açordá, que exhibe un apetitoso menú en su cristalera) y apuesto por el 1º de Maio, del que destaca la guía: «Decoración de las antiguas tascas. Su cocina es tradicional: pastel de bacalao, cerdo a la transmontana y pez espada con acorda. Cierra los fines de semana. Precio: 15-26 €».

Hay gentecilla. El local tiene como dos alas y nos ubican al fondo de la más estrecha, justo entrando por la puerta. Me siento a gusto. De cara a la pared y de espaldas a la puerta (bah, en Portugal aún no estoy amenazado). Se oye tintineo, mejor digo ruido de platos. El local tiene azulejos y sobre nosotros hay un arco de ladrillos que se cae de viejo. Veo botellas expuestas en vitrinas y un espejo que no me refleja. El mantel es de tela, el sobremantel de papel y las servilletas de tela. Ojeamos la carta. La Su pregunta qué es el ossobuco (9,90) y le explican que es estofado. Es curioso cómo en Portugal cada uno habla en su idioma y nos entendemos todos. También hay pez espada grillado con patata y legumbres (9, 80) y yo me encelo con la perdiz de la carta, que se sirve también en media ración (10 euros media y 18 entera, evoco de memoria), y calculo que si me quedo con hambre la pediré después. Qué ingenuo: en Portugal te ponen papeo a tope, te cebas con un principal.

La rustididad saciante de la comida lusa: filete y atún (foto: Susana)

La rusticidad saciante de la comida lusa: filete y atún (foto: Susana)

Susana bebe con agua Luso (2 euros) y yo pido media botella de Terras de Sado (4,5 euros), tinto de Setúbal de 2010, astringente, superbueno en su gama, frutal, de 13º de alcohol y algo caliente de temperatura: lo recomiendan servir a 16 y estará un par al menos más. A La Txurri la convenzo para que pida sopa (1,80 de nada), casera y sabrosa, con patata, garbanzo, cebolla… Yo comparto con ella una morcilla de Beira asada a modo de entrante (6) y llega en seis trozos contundentes y compactos y negros. Se asemeja a la morcilla asturiana, está muy especiada, la acompañan coliflor encurtida y aceitunas negras… No está mal.

Llegan los segundos. El encargado es tímido y no avasalla, pero el camarero es un casta con demasiadas confianzas para mí gusto y costumbre. Trae la carne anunciando que es hígado de cerdo poco hecho. Luego ve mi boli, me pide cogerlo y deja caer que él colecciona bolígrafos de propaganda y que ese no lo tiene (no se lo regalo, claro). Después se le oye cantar en inglés. Está medio loco, el flaco. Yo como bonito, que me ha recomendado el encargado antes que la perdiz. Informa de que es fresco. Claro, es temporada. Parece un marmitako deconstruido. En realidad, se llama bife de atum brito con molho de cebolada (11). La tajada braseada se posa sobre una escolta usual en Portugal: pimientos, cebolla, patata cocida, zanahoria… Tiene poco cilantro y está bien. Un pelín seco, pero bien. Susana pide carne de ternera a la brasa, en realidad escalopes de alcatra grelhados guarnecidos (9,80). Las tajadas son muy finas y están muy hechas para mi gusto, pero a ella le encantan, con patatas fritas ricas, arroz bueno y un puré de espinacas sanote y compacto. Es una suerte de plato combinado que sirve para un almuerzo completo.

De postre, el camarero flaco y locuelo nos recomienda queso azeitao, pero mi esposa se niega y tomamos el queso de Borba (3), el que nos sirvieron al principio y rechazamos como aperitivo. Está rico.  No tomamos café y, pagando el pan (0,80), me sale la cosa a 38.90. No dejo propina, como casi siempre. Al pedir la cuenta y poner la tarjeta sobre la mesa el encargado, sin salir de su timidez, dice que no se puede pagar con tarjeta. Claro, entonces igual han de abonar el 23 % de IVA. Les comprendo: el Estado pesa demasiado sobre nuestros hombros. Me da una nota manuscrita que parece de chiste. Al salir pienso que he comido bien y bebido mejor. Rico, rústico y sin magia… Como nutrirse sin más, pero en un lugar pintoresco. Volvería al Primero de Mayo éste.

(a veces añora cuando manejaba dinero negro, Óscar Cubillo)

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Rua da Atalaia 8; 1200 Lisboa (Portugal)

+351 21 342 6840

El autor: ÓSCAR CUBILLO

Otro más de los licenciados en Ciencias Económicas que pueblan la nómina colaboradora de esta web. Cuando le da por ser comunicativo, manifiesta que publicó el mejor fanzine de rockabilly de España (el Good Rockin’, allá por los 80) y la mejor revista de blues de la Europa Continental (llamada ‘ritmo y blues’, editada de 1995 al 2000). Actualmente junta letras por dinero en el periódico El Correo, por comida en El Diario Vasco, por ego en Lo Que Coma Don Manuel y por contumacia en su propio blog, bautizado ‘Bilbao en Vivo’ y tratante, sobre todo, de conciertos en el Gran Bilbao, ese núcleo poblacional del que espera emigrar cuanto antes. Nunca ha hablado mucho. Hoy día, ni escucha. Hace años que ni lee. Pero de siempre lo que más le ha gustado es comer. Comer más que beber. Y también le agrada ir al cine porque piensa que ahí no hace nada y se está fresquito.

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  1. LQCDM: Restaurante 1º de Maio (Lisboa). Defensor de la gastronomía portuguesa | bilbaoenvivo - […] esencia tradicional, como se reseña en el blog culinario ‘Lo que coma don Manuel’: 1º de Maio (Lisboa). Defensor…

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