Restaurante Auga (Gijón). Mirando al mar

May 30, 14 Restaurante Auga (Gijón). Mirando al mar

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El restaurante Auga mira al mar. Por su ubicación y por los ingredientes que surten su despensa. Sus instalaciones ocupan un saliente del puerto de Gijón, rodeadas de agua; a nadie debe extrañar, por tanto, ese nombre que viene a ser Agua al revés. Y aunque la tierra está presente en preparaciones tradicionales, como la inevitable fabada, las croquetas, los callos y la papada de gochu, en el apartado de carnes y en la selección de quesos, Gonzalo Pañeda y Antonio Pérez saben manejar, con técnica y buen gusto, un considerable surtido de mariscos y pescados.

El negocio, rebautizado en junio de 2013 (antes funcionó como El Puerto, pero el anterior concesionario tenía registrada la marca y, finalmente, no se llegó a un acuerdo), se promociona como exponente de una cocina de mercado, actual y sugerente. Y críticos de prestigio lo tienen subrayado en sus agendas. No son palabras huecas. Lo pude comprobar recientemente, durante una comida que arrancó con un vasito de crema de bacalao y dos chips de patata morada. Un inicio notable, muy rico, gustoso y marcado por un agradable punto picante que convertía la pequeña cantidad servida en suficiente. ¿Es preciso recordar que la función del aperitivo es abrir el apetito, no cerrarlo? Por eso, precisamente, no me excedí a la hora de untar pan de espelta en Oro San Carlos, coupage de arbequina y cornicabra dispuesto sobre la mesa. Extremeño él, de Pago Baldíos San Carlos, empresa con finca en el Valle de Tiétar y olivares en la Sierra de Gredos.

MIs vistas en restaurante Auga (foto: Cuchillo)

MIs vistas en restaurante Auga (foto: Cuchillo)

Cada vez que piso Asturias procuro comer erizos de mar, ese bocado de mar que allí degustan de distintas maneras (lo mismo solos, crudos o cocidos, que en sabrosos revueltos, incorporados a salsas, en forma de paté o aportando sabor y color a preparaciones más vanguardistas) mientras el resto de la cornisa cantábrica lo desprecia, lo deja reposar en sus fondos marinos. En esta ocasión el oricio se presentaba de forma original, con una fina loncha de manzana, a modo de tapa, y helado de erizo, vivo en sabor y color, elaborado únicamente con el propio equinodermo. Ni azúcares, ni espesantes, ni leche, ni leches. La vista jugó un papel importante, ‘emplatado’ en cuenco de piedra, sobre montón de sal gruesa, pero el gusto del erizo volvió a ser protagonista.

La manzana, otro icono de la gastronomía asturiana, se unió a la cremosidad del queso y el gusto de la sardina marinada en un rico bocado de apariencia delicada que precedió a otra delicia marina: la vieira. El molusco, desprovisto de la concha que portan los peregrinos que recorren el Camino de Santiago, se presentó en plato, con puré de coliflor y más manzana. Otra vez el producto como argumento.

Merluza sobre sopa de patata, en Auga (foto: Cuchillo)

Merluza sobre sopa de patata, en Auga (foto: Cuchillo)

El mar procura también la merluza, ese pez tremendamente humilde que Pañedo adquiere en el puerto de Celeiro (Lugo) y convierte en bocado digno de la realeza acompañado de sopa de patata, cítricos y cardamomo. Y es que algo me han dicho de tan sabrosa preparación, de su consumo en una celebración, de la presencia de los Príncipes de Asturias entre los comensales, de que algo tenía que ver el acto con sus Premios… Notable escaparate para el lucio del mar, y para Auga, si recordara la información con precisión.

Fotogénico a rabiar se manifestó el carré de cordero asado en su jugo con orejones y puré de albaricoque. Un plato estético y bien armonizado, pues, como sucede con el cerdo, el dulzor de la fruta complementa perfectamente al ovino.

El primer postre, una rica sopa de queso de cabra con tierra de avellana y helado de miel, ralló a gran altura. Mientras, la crema de chocolate y piña se reveló intrascendente, varios escalones por debajo. No obstante, no empañó la grata impresión general de compartir mesa y mantel con gente de bien en un local iluminado, desde 2012, por el reflejo de una estrella Michelin en las aguas que lo rodean.

(Igor Cubillo)

web de Auga

ver localización

Claudio Alvargonzález s/n; 33201 Gijón (Asturias)

985 168 186

Gonzalo Pañeda (Oviedo, 1970) se dio a conocer, ganó prestigio y su primera estrella Michelin con la osadía exhibida, durante una década, al frente de los fogones de La Solana, en Mareo. Se mudó al puerto de Gijón, mantuvo su hueco entre los principales representantes de la cocina asturiana y allí recuperó en 2012 el codiciado astro que otorga la guía roja. Lo hizo en el restaurante El Puerto, rebautizado Auga hace casi un año. 
Crema de bacalao y chips de patata morada, en Auga (foto: Cuchillo)

Crema de bacalao y chips de patata morada, en Auga (foto: Cuchillo)

Oricio con manzana, en Auga (foto: Cuchillo)

Oricio con manzana, en Auga (foto: Cuchillo)

Queso, manzana y sardina marinada, en Auga (foto: Cuchillo)

Queso, manzana y sardina marinada, en Auga (foto: Cuchillo)

Bendita vieira, en Auga (foto: Cuchillo)

Bendita vieira, en Auga (foto: Cuchillo)

Carré de cordero con orejones y puré de albaricoque, en Auga (foto: Cuchillo)
Sopa de queso de cabra y helado de miel, en Auga (foto: Cuchillo)

Sopa de queso de cabra y helado de miel, en Auga (foto: Cuchillo)

Una vista del comedor del restaurante Auga (foto: Cuchillo)

Una vista del comedor del restaurante Auga (foto: Cuchillo)

Perfil Igor CubilloIGOR CUBILLO

Periodista especializado en música, ocio y cultura. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). En el medio de la vía, en el medio de la vida, si hay suerte, tal vez. Ha pasado la mayor parte de su existencia en el suroeste de Londres, donde hace más de 20 años empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Harlem R&R ‘Zine, Ruta 66, El País, Bilbao Eskultural, Ritmo & Blues, Getxo A Mano (GEYC), Efe Eme, Den Dena Magazine, Kmon, euskadinet y alguna otra trinchera. Prefiere los caracoles a las ostras. Qué tío. Anda que… Ah, tiene perfil en Facebook y en Twitter (@igorcubillo), ahora le ha dado por hacer #FollowBack, pero no #FF. Se le resisten ciertas palabras y acciones con efe. Él sabrá por qué…

1 Comentario

  1. Guapa entrada. Lo visitamos hace unos años y no nos enamoró … habrá que repetir

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