Ormazabal (Erandio). De batalla

Oct 03, 14 Ormazabal (Erandio). De batalla

Tenía serías dudas. Había comido su menú del día y me pareció muy poca cosa, tristón. Pero me llegaban voces de que allí se comía bien. «De puta madre». Y mucho, muchísimo, además. Tenía que volver al Restaurante Ormazabal y comprobar si era cierto. ¿Se come mucho allí? ¿Se come bien?

El referido menú diario no iba a servirme para calibrar tales cuestiones, pues por 10 euros entra dentro de lo previsible no comer de lujo, ni en abundancia. Así que acudí nuevamente, una noche de sábado, rodeado de primos y hermanos, y optamos por una fórmula de 50 euros que ya sobre el papel, en horario de cena, se antojaba una bacanal. ¿Abundante? Tenía toda la pinta. ¿Deputimbolo? Eso había que verlo.

De primeras, nada había cambiado en el lugar. El acceso seguía siendo disuasorio; el aspecto desde el exterior casi invita a pasar de largo, con una fachada destartalada a tono con el entorno, junto a la ría, al Nervión, a su paso por Erandio, cerca de naves industriales abandonadas. Ya dentro, la barra es antañona, lo cual puede ser incluso un aliciente, y el comedor, prácticamente ciego, desprovisto de belleza. Y con tele encendida, las dos ocasiones; de hecho, de mi primera visita recuerdo el informativo de las tres mejor que lo degustado.

¿Y la comida? ¿Compensaba lo servido todo lo referido? Entre usted y yo: no.

Hay quien confunde comer mucho con comer bien. Y, sí, Euskadi, como casi todo el Cantábrico, es tierra de grandes banquetes, de comidas pantagruélicas sin motivo de celebración, en el día a día; pero también tenemos el gusto desarrollado y, por ese dinero, cabe exigir esmero en la preparación, muy buen género y/o servicio. Seguro que quieren mucho a sus clientes, el responsable incluso nos contó un chiste bien malo con los postres, pero en Ormazabal, desde luego, ese aprecio no lo percibí, ya desde la elección del vino. Muy mediocre Besagain, totalmente inapropiado para el desembolso realizado.

Cabrito al centro, en Ormazabal (foto: Cuchillo)

Cabrito al centro, en Ormazabal (foto: Cuchillo)

¿Y la atención? Pues también de batalla. Se limitó a poner en el centro de la mesa un porrón de platos repletos de monotonía e intrascendencia: txangurro (nuestro admirado buey de mar, preparadito él); espárragos con vinagreta; ensalada de cogollos, salmón, piquillo, anchoa, ventresca y horripilante chorretón de módena (en pleno año 2014); jamón «ibérico»; langostinos hermosos; pulpo a feira; lubina; y, para elegir, cabrito o solomillo. ¿El solomillo también al centro? Sí, en bandeja, guarnecido por patatas y más piquillos. Y aún faltaba el postre. Lo han adivinado: parecía una escena hostelera de ‘Ocho apellidos vascos’, pero lo que en la gran pantalla resulta gracioso, en la mesa, alejados de la excelencia, como andábamos, se antoja un ascenso al Everest.

Concluyendo, que es gerundio: 50 euros es un pastizal y tal desembolso (ofrece incluso menús de 70€) requiere, ya lo he dicho, gran género, preparación esmerada, incluso un plus de técnica, y servicio notable. Y aquí, no se dan.

(no confunde comer mucho con comer bien, Igor Cubillo)

web de Ormazabal

ver ubicación

Ramón de la Sota y Llano, 8; Erandio (Bizkaia)

94 476 23 89

Txangurro para tres, en restaurante Ormazabal (foto: Cuchillo)

Txangurro para tres, en restaurante Ormazabal (foto: Cuchillo)

Ensalada de cogollos y ventresca, en Ormazabal (foto: Cuchillo)

Ensalada de cogollos y ventresca, en Ormazabal (foto: Cuchillo)

Langostinos a la plancha, en Ormazabal (foto: Cuchillo)

Langostinos a la plancha, en Ormazabal (foto: Cuchillo)

Pulpo a la gallega, en Ormazabal (foto: Cuchillo)

Pulpo a la gallega, en Ormazabal (foto: Cuchillo)

Lubina para compartir, en Ormazabal (foto: Cuchillo)

Lubina para compartir, en Ormazabal (foto: Cuchillo)

Solomillo al centro, en Ormazabal (foto: Cuchillo)

Solomillo al centro, en Ormazabal (foto: Cuchillo)

Uno de los postres de Ormazabal (foto: Cuchillo)

Uno de los postres de Ormazabal (foto: Cuchillo)

1 Comentario

  1. wyndorf /

    O sea, lo que viene a ser El Churrasco, pero en Erandio,

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