¿Cocinaría un langostino de Vinaròs?

Ago 31, 15 ¿Cocinaría un langostino de Vinaròs?

¿Sabría que hacer con un langostino de Vinaròs? ¿Sería capaz de sorprender con su receta al Jurado del XIII Concurso Nacional de Cocina Aplicada al Langostino de Vinaròs, presidido por el chef Luís Arrufat, y embolsarse los 1.000 euros del primer premio? Pues hasta el próximo 10 de septiembre tiene tiempo para presentar su candidatura a ese Concurs Nacional de Cuina aplicada al Llagostí (el caloret y tal), que se celebrará 11 días después en el Mercado Municipal de la localidad castellonense.

Sólo diez cocineros tendrán el privilegio de participar en la gran final y demostrar su valía. La del género se presupone, pues el langostino vinarocense es una joya que vive a cuerpo de rey cerca de la desembocadura del Ebro, con bien de agua, abundante comida, poca salinidad, buena temperatura, arena de roca deshecha… Como en un balneario, vamos. Sólo le falta el bañador cuando se entierra en el fondo marino, ocultando su cola tocada con los colores de la bandera republicana y dejando a la vista, únicamente, sus pequeños ojos.

Su cuento tendría un final feliz si no fuera porque a eso de las 01:00 horas los pescadores echan sus redes por aquí y por allá, se marchan a tomar dos o tres cafés, y cuatro horas después, más o menos, están de vuelta para recoger las capturas, antes de que se las coman los cangrejos. Mucho morro fino, en Fondo de Bikini…

Y es que ese langostino es toda una delicia, sobre todo en meses con erre (y especialmente en enero y febrero). Pude comprobarlo en la presentación del Concurs en Bilbao, donde el género se puso a disposición de Paul Ibarra, responsable de Los Fueros, restaurante donde prepara a diario, con conocimiento y extra de cariño, unas gambas de quitarse el sombrero. Con pedigree y sabrosura. Él los preparó con un singular pilpil, pero, ¿saben? El crustáceo lo disfruté muchísimo más simplemente cocido en agua con bien de sal.

Lo del Concurso está muy bien, hay que incentivar la creatividad, etcétera, pero, háganme caso, si en su casa no disponen de un completo departamento de I+D, miles de recetas y una despensa inabarcable, no desesperen. Unos buenos langostinos de Vinaròs, agua y mucha sal bastarán para disfrutar ampliamente. Sólo tengan en cuenta cocinarlos muy poco (hay que retirarlos en cuanto suben a la superficie, con el hervor del agua) y refrescarlos acto seguido en agua con hielos y más sal, para cortar su cocción. Bon profit.

(Igor Cubillo)

web del Concurso Nacional de Cocina aplicada al Langostino de Vinaròs

Denominación de Origen Vinaròs

Muchos han sido los esfuerzos realizados en los últimos años para que un día, cuanto antes, se hable de la Denominación de Origen Langostino de Vinaròs. En ese sentido, el Instituto de Calidad Agroalimentaria Valenciano, dependiente de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación de la Generalitat Valenciana, ha recomendado que los langostinos capturados en los puertos de la provincia de Catellón (Vinaròs, Benicarló, Peñíscola, Castellón y Burriana) lo hagan bajo dicha marca. Las cofradías de pescadores están de acuerdo. Ya falta menos.

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