Vino Zintzo. Honestidad brutal

Leemos lo siguiente en el diccionario enológico de catarvino.com. Entre Híbrido y Hollejo.

honesto
Dícese del vino que, sin tener grandes cualidades, tampoco tiene defectos.
eu zintzo

Y, tras catar ayer una botella de cosechero Zintzo con unas buenas alubias,  nos atrevemos a añadir lo siguiente.

No diga «vino malo capaz de estropear un mal kalimotxo», diga Zintzo.

Retome las sensaciones de los polvos pica-pica sobre su lengua. Cuidado con la perforación de estómago. ¡Vigile su hígado! Compruebe que no es oro todo lo que (re)luce el sello de Rioja en su contraetiqueta.  Y, sobre todo -señores del Xixilu-, no sirvan este matarratas con un menu del dia de 17 euros. No sean potros.

(este comentario está basado en la cata de una única botella; a modo de reivindicación, pueden enviarnos una muestra de sus productos, como ya ha hecho Jamones Gonzalito)

(ps y añadido de la otra víctima)

Siempre me ha interesado la escatología como ciencia. Quizás se deba a que he estudiado entre curas y todo se pega menos la hermosura.  Escatología debe su etimología al griego  éskathos (final) y logos (tratado). Por lo tanto,  en un sentido amplio,  vendría a ser el discurso sobre las cosas que nos ocurren después de haberla palmado. Así,  escatología y Zintzo van de la mano. Es muy posible que tras probar el mejunje uno se sienta abocado a una vida más allá de la vida. Que Caronte le llame a dar un paseo en barca o que, directamente, se sienta tan mal que aborde la segunda parte de la definición de escatología.

Y es que, amigos, escatológico, para los dinosaurios que estudiamos griego en el BUP (mando un saludo al padre Frutos desde aquí) tiene que ver también con los excrementos (skor). Y en esta materia Zintzo tiene mucho que decir. Lo siento,  pero es preciso destacar que tras probarlo la producción autogestionada de metano (no lo olvidemos, uno de los principales causantes del efecto invernadero) aumenta en proporción geométrica (¿o era aritmética?).

Y el colofón final de una tarde post-zintzo merecería ser anunciado por José Coronado. Esto sí es un potente desatascador de tuberías y no WC Net. ¡que lo sepas!

Igor Cubillo

Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Director de Suite, el único foro gastronómico sin cocineros de este país.

Tras firmar durante 15 años en el diario El País, entre 1997 y el ERE de 2012, Igor Cubillo ha logrado reinventarse y en la actualidad dirige la web Lo que Coma Don Manuel y escribe de comida y más cuestiones en las publicaciones Guía Repsol, GastroActitud, Gastronosfera, Kmon y BAO. Asimismo, vuelve a firmar en El País y es responsable de Comunicación de Ja! Bilbao, Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor. También ha dirigido todas las ediciones del foro BBVA Bilbao Food Capital y fue responsable de la programación gastronómica de Bay of Biscay Festival.

Vagabundo con cartel, se dobla pero no se rompe, hace las cosas innecesariamente bien y ya han transcurrido más de 35 años desde que empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Ruta 66, Efe Eme, Ritmo & Blues, Harlem R&R ‘Zine, Bilbao Eskultural, Getxo A Mano (GEYC), DSS2016, Den Dena Magazine, euskadinet, ApuestasFree, eldiario.es, BI-FM, 7 Caníbales, Cocineros MX y alguna otra trinchera. Además, durante dos años colaboró con un programa de Radio Euskadi.

Como los Gallo Corneja, Igor es de una familia con fundamento que no perdonaría la cena aunque sonaran las trompetas del juicio final, si es que no han sonado ya. Sostiene que la gastronomía es el nuevo rock and roll y, si depende de él, seguiréis teniendo noticias de este hombre al que le gusta ver llover, vestirse con traje oscuro y contar historias de comida, amor y muerte que nadie puede entender. Eso sí, dadle un coche mirando al sol, una guitarra y una canción, una cerveza y rock and roll, y no le veréis el pelo más por aquí.

Tiene perfil en Facebook, en LikedIn, en Twitter (@igorcubillo) y en Instagram (igor_cubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF.