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El Gran Dakari era asiduo comensal del Gran Casino Nervión cuando éste estaba junto a La Bilbaína, pero aún no había acudido al Restaurante Ibaigane desde su traslado a la Alameda Urquijo, al antiguo Coliseo Albia, su actual ubicación. Quería ir, probarlo, reencontrarse con su cocina, y no pudimos resistirnos, claro. Sus superpoderes nos arrastraron hasta las nuevas instalaciones, pero no fueron suficientes para hacernos creer que se trata de un sitio sobresaliente. Ni siquiera notable. Más bien, resultó algo decepcionante. O nuestro amigo no domina la hipnosis, o no intentó convencernos.

El comedor se ubica en una primera planta, es amplio, está decorado en tonos blancos y resultó ruidoso, quizá por su baja techumbre perforada. Las mesas están suficientemente separadas como para gozar de cierta intimidad en la que te asignan, por eso resulta doblemente lamentable la citada contaminación acústica. Las camareras van convenientemente uniformadas, pero advertimos cierto amateurismo que contrasta con el aire solemne que, a primera vista, pretende la gerencia. Y la manduca resultó plana y exenta del plus de calidad que se presupone a un menú del día de 17 euros, más IVA.

Por ese precio riegas la comida con un agradecido Paternina, y abres apetito con el llamado antojo del chef, que en nuestra visita resultó ser calabacín y otra verdura en tempura, o rebozada. Apreciamos que las ensaladas se presentan con mucho gusto y lamentamos que la ración de pochas con almejas (en mi caso, con almeja) y gambas resultara algo escasa y se sirviera prácticamente fría. Una pena. Entre los segundos platos figuraba un solomillo que resultó ser de cerdo y se sirvió muy hecho, seco, sin consultar. Y el mero resultó correcto, sin más, sin lograr reivindicar aquello de “de la mar el mero y de la tierra el cordero”. Aburrido, pese a la apañada presentación.

Entre los postres figuraba un sorbete servido en copa de cava y una tarta San Marcos que se antojó industrial, aunque fue bienvenida por su frescor y su afinado dulzor. Con todo, la sensación fue de cierta decepción; ni tenemos la osadía de recomendarlo, ni creo que volvamos. Cuando uno cobra 3.000 pesetas por el menú del día, tiene que ofrecer mucho más. Lástima.

(cuchillo)

ver ubicación

Alameda Urquijo, 13 / Calle Lutxana s/n; 48008 Bilbao

94 424 00 07

http://maps.google.es/maps?q=gran+casino+nervi%C3%B3n+bilbao&oe=utf-8&rls=org.mozilla:es-ES:official&client=firefox-a&um=1&ie=UTF-8&sa=N&hl=es&tab=wl

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Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Director de Suite, el único foro gastronómico sin cocineros de este país.

igorcubillo.com