Sopitas (Arnedo). Alegría Riojana

Mar 06, 12 Sopitas (Arnedo). Alegría Riojana

Tenemos reciente nuestra visita a ArnedoLa Rioja, tierra fronteriza, cuna del castellano y del euskera, solar de grandes poetas como Gonzalo de Berceo y huerta florida de la que salen conservas para todo el orbe cristiano. Acudimos al pequeño pueblo con intención de hacer una canónica visita a bodega (que será motivo de otro post) y atraídos por la merecida fama de sus outlets de calzado. Os diremos, oh! amantes de la gastronomía, que si necesitáis unos nuevos zapatos,  el modelo de negocio que ofrece Arnedo es espectacular. Mucho y bueno, todo junto y por toneladas. Va a ser verdad eso de que la crisis agudiza el ingenio.

Pero nosotros, además de subir a castillos roqueros, comprar zapatos, ver el valle de Cidacos, potear por las calles de Arnedo (del latín arenetum, lugar de arenas) y disfrutar con el vuelo de las cigüeñas,  acudimos al afamado  restaurante Sopitas. Nuestra llegada coincidió con la de un aluvión de parejas y grupos que tuvieron la misma idea que nosotros. Y el jefe de sala, un joven, dinámico, atento e implicado profesional tuvo la gentileza de acomodarnos tras una invitación a un vino en la barra que hizo la espera más grata.

Nuestra idea era comer a la carta, pero nos pusimos en la piel de los marmitones que, casi cerraban ya la cocina,  y pedimos el menú degustación que por el imbatible precio de 22 euros estaba compuesto nada menos que de cuatro platos, surtido de postres y un vino más que bueno, un Mocete de maceración carbónica. Un caldo de la cooperativa la zona, Nuestra Señora de Vico, con escaso filtrado, con boca fresca y untuosa y con un final que, como indica su bella etiqueta,  recordaba a las ciruelas y a las pasas. Una locura de precio, por lo económico  para los tiempos que corren.

Sopitas fue una cueva para la extracción de yesos

Pero hablemos del establecimiento. El susodicho jefe de sala, con el que hablamos poco para no interrumpir su frenético ritmo, nos comentó que el restaurante fue, en su día, una cueva para la extracción de yesos. Detrás de la enorme pared de ladrillo que cierra la sala, existe una cavidad de150 metros que se adentra en las entrañas del pueblo. Pensamos que, en vista del éxito del sitio, tienen en el  futuro muy fácil la ampliación. Otra de las curiosidades del Sopitas está en la disposición de las mesas. La mayoría están dispuestas en pequeños reservados excavados en la roca, por lo que la intimidad es casi completa.

Y la comida. Nuestro menú estuvo compuesto por unos canelones de carne suntuosos, de una bechamel superior y con una gran cremosidad. Luego atacamos la ensalada de pato, en la que echamos de menos un poco de acidez en el aliño. Posteriormente llegó  un muy correcto bacalao a la riojana y un supremo solomillo de cerdo con costra de ajo (de este último hubiéramos repetido, fue lo mejor de la comida). Los postres fueron compuestos por tres pasteles diversos y las raciones, aunque se anunciaron como degustativas fueron más que importantes.

El lugar nos encantó. El trato y la profesionalidad de los camareros y camareras (o de las “personas camareras” por aquello de  evitar el sexismo en el lenguaje) fue insuperable. Y al salir un cálido sol de invierno calentó nuestros espíritus. Entramos en la iglesia cercana, pedimos por nuestras almas pecadoras, escuchamos al páter impartir doctrina a los infantes destinados al catecismo y esa España singular y primitiva, de ladrillo y callejuelas nos hizo sentirnos casi  como los peregrinos y los dinosaurios  que por esas tierras dejaron huellas. Eso sí, nuestra comida fue mejor que cualquiera de la que ellos cataron. No es un mito, se puede comer de cine, con buen vino por 22 euros

(pidió Sopitas, Dicky)

web del restaurante

Carrera, n° 4; 26580 Arnedo (La Rioja)

941 380 266
reservas@sopitas.es

2 Comentarios

  1. Hola Alberto! Gracias a vosotr@s. Fue un placer la visita y ya estamos tardando en volver.

  2. ALBERTO EGUIZABAL /

    LA PROXIMA VEZ QUE VENGAS DIME QUIEN ERES PARA FELICITARTE PERSONALMENTE PORQUE ME HA ENCANTADO LA FORMA DE ESCRIBIR LA CRITICA DIFERENTE QUE HAS HECHO.UN DIEZ.
    El camarero dinamico jajajaja….
    GRACIAS.

Trackbacks/Pingbacks

  1. Beethoven I (Haro). Honestidad, sencillez y excelente RCP | Lo Que Coma Don Manuel - […] de restaurantes riojanos pendientes: ¿Venta de Molcalvillo, en Daroca de Rioja? Demasiado lejos. ¿Sopitas, en Arnedo? Ya ha salido…

Responder a ALBERTO EGUIZABAL Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Ellos son la nueva cocina vasca. 7 Caníbales

¡Txotx! Se desborda la txinparta. Guía Repsol

Sal de Añana, miles de años brotando oro blanco. Gastronosfera

Postres pasiegos: la magia que produce la leche de los Valles Pasiegos. GASTRONOSFERA

Anchoas de Santoña, el milagro de la sal. Gastronosfera

Carolina, el pastel bilbaíno con nombre de mujer. Gastronosfera

Goxua, el postre vasco de inspiración catalana. Gastronosfera

Goxua, el postre vasco de inspiración catalana. Gastronosfera

Queso Camerano, la segunda vida de una receta milenaria. Gastronosfera

La borraja. Gastronosfera

A la conquista del ‘flysch’ de Getxo por tierra, mar y aire. Guía Repsol

Donosti en 9 paseos otoñales. Guía Repsol

Las perlas levantinas más sabrosas. Guía Repsol

Tiempo de angulas, cedazo y farol. Guía Repsol

Laguardia. Una villa guerrera, señorial y vinatera. Guía Repsol

Solar de Samaniego. Una invitación a beber entre líneas. Guía Repsol

La brava alegría riojana. Gastronosfera

Tudanca, carne de Cantabria. Gastronosfera

Chorizo riojano. Gastronosfera

Urdaibai. Margen izquierda del río Oka: historia, bosque y parrilla. Guía Repsol