La pasta del diablo, o cómo quedar como un sofisticado chef abriendo tres latas

Oct 22, 12 La pasta del diablo, o cómo quedar como un sofisticado chef abriendo tres latas

La sección de cocina para vagonetas suele tirar mucho del menú infantil o de esas preparaciones culinarias de urgencia a las que se recurre en momentos post-resacosos. Hoy damos un giro dramático y nos metemos en el mundo de la alta cocina impostora, en un sentido homenaje a nuestro ídolo Falsarius Chef. Con la pasta del diablo, en tres minutos, cualquiera puede presumir de crear una pasta untable de pescado, en la línea de los pasteles de cabracho o los divertidos foies que adornan las tiendas de delicatessen.

El tiempo de preparación son dos minutos exactos, lo que se tarda en abrir tres latas y poner todos los ingredientes en la batidora.

Las proporciones de lo usado son  lo que cuenta y las calidades de lo empleado en su confección también resultan fundamentales. Algo en lo que no estamos dispuestos a ceder es en el primer ingrediente, el que proporciona la alegre picantosidad a la pasta. En efecto, la alegría riojana  es un pimiento con un tipo de picor muy especial, de los que duermen  la boca. Usado con austeridad da un toque potente a banderillas de tortilla, lomos fritos y un largo etcétera. Si lo usamos con demasía, además de dormirnos la boca puede tener efectos a largo plazo indeseados en la difícil tarea de evacuar lo previamente digerido. Por cierto, niños y niñas, jamás se froten los ojos después de haber manipulado este producto. Lo que coma don Manuel no paga tratamientos oftalmológicos a los usuarios despistados. Para alegría, sin duda, elegiremos la conserva del producto ejecutada por la conservera Vela.

Los otros dos ingredientes son bonito en aceite y anchoas en salazón.  La proporción que se ha revelado más adecuada es la que comprende dos latas de bonito, una de anchoa y un tercio de la de alegrías. Todo ese producto  se introduce en un bol de batido y con la batidora a máxima potencia le damos al botón diez segundos. El resultado debiera ser una pasta consistente de unte fácil y de agradable color rojizo tirando a rosado. La recomendación es no ahorrarse dinero en la calidad del producto. No vamos a usar para triturar anchoas  de veinte euros el frasco ni bonito artesano, pero tampoco caeríamos en el error de utilizar la anchoa peruana de la que en su día habló cuchillo. En el término medio está la virtud y para nosotros ese término se encuentra en , por ejemplo el bonito Albo y la anchoa El Velero de Ortiz.

Si en los comensales hay osados también se puede emplear en la mezcla el bote completo de alegrías. Hubo uno que lo hizo y todavía están buscando a su esófago que salió por patas.

Trío de ases vagonetas.

Trío de ases vagonetas.

Grado de dificultad: minúsculo, pero recuerden los consejos de seguridad, no cortarse con las latas abiertas y no frotarse los ojos con un pimiento.

Uso y disfrute: a cucharadas, sobre panecillos tostados, como rellenos de sangüis o directamente como topping de lo que a usted se le ocurra. A nosotros nos gusta usarla en bocadillo y disfrutar del bocata untado en café con leche. Marida muy bien el lacteo con su intenso picante. Otros líquidos que acompañan  bien con la pasta es el rioja de año peleas y litros a granel de cerveza.

De la presentación depende que quede usted como un guarro o como un chef de prestigio. Y, no lo dude, epatará a sus amistades, no le quepa duda. O bien por que exploten por el picante o bien porque alucinen con sus habilidades a la hora de mezclar botes.

2 Comentarios

  1. Buenos días, Don Dicky.
    Hoy es el Dia de Euskadi y en Costa Rica están las tiendas cerradas. No tengo alegría, me quedé sin ella en Bucarest, pero sí tengo guindillas de Ibarra, Ibarrako piparrak. Quedaré igualmente como un sofisticado chef si las estrujo para hacer salsa del diablo, o eso va a ser una cochinada en toda regla?
    Qué me dice?

  2. Ana Ro, /

    Como en la vida misma, todo iba de lujo hasta que llegamos al «maridaje», cachis… Me temo que mi osadía en el comer es demasiado ordenada para asimilar las nupcias de esta deliciosa pasta con el café con leche pero prometo buscarle una pareja de hecho entre los vinos que haya por casa… así… sin forzar… Gran propuesta.

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  1. Zuloko a calzón quitado | Lo Que Coma Don Manuel - […] receta estrella? Bordo la salsa del diablo. Una receta que se transmite en la familia delhoyo de generación en…

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