Restaurante Ágape (Bilbao). Pequeña gran joya en Bilbao La Vieja

Jul 15, 13 Restaurante Ágape (Bilbao). Pequeña gran joya en Bilbao La Vieja

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Ensalada de tomate y langostino, de Ágape (foto: María Mora)

Ensalada de tomate y langostino, de Ágape (foto: María Mora)

Años habían pasado desde nuestra primera y única visita al moderno Ágape, en la calle Hernani. Recuerdo que fuimos cuando se empezaba a oír que Bilbao La Vieja iba a ser un barrio lo más de lo más, al estilo Soho neoyorkino (lo que creo que tampoco es que haya sucedido del todo aún, aunque va la cosa encaminada…). Así que ya tocaba volver para comprobar si el buen recuerdo que guardábamos continuaba siendo realidad o el tema se había relajado un poco.

Dado que fue uno de los pocos días verdaderamente primaverales de los que hemos tenido la dicha de disfrutar en este nuestro Mordor vasco, empezamos la jarana previa en el cercano Marzana 16, una tasca con solera en sus años mozos y ahora el sitio perfecto para empezar la noche con una cerveza excelentemente tirada. Tras un par de rondas, y dado que no teníamos reserva hecha, fuimos pronto al restaurante, no fuera a ser que no tuviéramos mesa (sigo creyendo que los garitos chulos se llenan en fin de semana, pese a la crisis).

Wok de verduras, de Ágape (foto: María Mora)

Wok de verduras, de Ágape (foto: María Mora)

Nos dieron a elegir entre un par de mesas. Al sentarnos, vimos que nuestros vecinos nos sonaban… Sí, los acabábamos de ver tomando cervezas (nos habían copiado el planazo de sábado).

El fin de semana ofrecen dos tipos de menú: menú de noche, por 21€, sin bebida; y menú Ágape, por 36€, con bebida incluida. Elegimos el menú barato, el cual consistía en un primero, un segundo y un postre, con unas cinco opciones a elegir en cada uno de los casos. Y para beber un Tilenus del Bierzo, por 19€. No estuvo nada mal, pero con demasiado “cuerpo”, que dicen los entendidos, para mi gusto.

Sopa de tomate, de Ágape (foto: María Mora)

Sopa de tomate, de Ágape (foto: María Mora)

Los entrantes fueron una ensalada de patata y langostinos con guacamole (x2), una sopa de tomate con romero, uvas y parmesano, y un wok de verduras al pesto. La sopa, refrescante y sabrosa. Me gustó la combinación de fruta+queso+hortalizas. El wok muy correcto y “perfectamente ejecutado” (coletilla tan de moda ahora para hablar de las cosas del comer). Buena idea la del pesto, la verdad. Tan innovadora que soy yo en la cocina y sólo había juntado el pesto con pasta… Siempre se aprende algo.

Pescado a la brasa, de Ágape (foto: María Mora)

Pescado a la brasa, de Ágape (foto: María Mora)

Y la ensalada, pues sin pena ni gloria. Nada que destacar, salvo que aquello guacamole no era. Eran trocitos de aguacate y tomatitos aliñados sobre hojas de lechuga. Me acordé entonces de una disputa un tanto surrealista que tuve con un pobre camarero hace años en el mexicano De Boca Madre, ya que me pareció inconcebible que confundiera repetidas veces el fruto (el aguacate) con la preparación (el guacamole). Vale, sí, ahora que lo pienso me puse muy impertinente, pero es que eso es de primero de mexicano, wey.

Cordero con yogur y menta, de Ágape (foto: María Mora)

Cordero con yogur y menta, de Ágape (foto: María Mora)

Continuamos la cena con un pescadito del día a la brasa (lo siento, ¡no me acuerdo de la especie!) con patatas panadera al txakoli, un pastelito de masa brick relleno de bacalao (not pictured) y taco de cordero asado con salsa de yogur y menta (x2). Por lo que me transmitieron los comensales de los pescados, y por lo relucientes que dejaron los platos, estupendos.

Y el cordero, pese a que la pinta hacía presagiar una catástrofe estrepitosa de sequedad interior, ¡nada más lejos de la realidad! Estaba perfecto. Que me gustan a mí los toques exóticos en los platos (por la salsa de yogur con menta en un plato de carne, quiero decir).

Tarta de queso, de Ágape (foto: María Mora)

Tarta de queso, de Ágape (foto: María Mora)

Para finalizar, los postres elegidos fueron una tarta casera de queso maravillosamente cremosa (para repetir unas cuantas veces), un pudding de croissant que estaba más que correcto, aunque el nombre era más rimbombante que el postre en sí, y una genial tarta de chocolate con coco y curry que, en cuanto oí nombrar de boca del camarero, ya tuve claro que iba a ser mi elección. Lo más raro de la carta, como siempre.

Vayan y juzguen ustedes mismos. Pero, para mí, estupendo, original y más que recomendable menú de noche a un muy módico precio. Además, sitio chulo y atento servicio, si bien no excesivamente veloz.

(le gusta comprobar que las primeras veces no tienen por qué ser siempre las mejores, a María Mora)

web del Ágape
ver ubicación

Calle Hernani, 13; 48003 Bilbao
94 416 05 06

La autora: MARÍA MORA

Soy María. Alicantina de nacimiento, baracaldesa de adopción y economista sin mucha vocación. Siempre he sido bastante glotona, la verdad, pero al buen comer y a los fogones me he aficionado en la veintena (esa que está casi terminando). Disfruto como una enana descubriendo sitios nuevos, casi tanto como pidiendo lo más raro que veo en una carta. No tengo blog propio, así que los Manueles me acogen cual cachorrillo sin hogar. Eso sí, tengo Facebook y Twitter, por si queréis cotillear algo sobre mí.

3 Comentarios

  1. excelente vuestro blog, me gusta que teneis de toda España, seguid asi

  2. María Mora /

    Vuelve vuelve! Merece la pena, la verdad.

  3. Mikel /

    Uf…igual llevo diez años sin ir, lo llevaban unos de Lekeitio, no sé si seguirán los mismos…la verdad que entonces me encantó, veo que habrá que volver!

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