Botanika Kafe (Donostia). Saludable e internacional

Dic 18, 13 Botanika Kafe (Donostia). Saludable e internacional

«Nacimos para ser un bar con cosas para picar, y ahora, gracias a la capacidad del equipo de cocina, somos un restaurante con cosas para beber». Así presenta Fito Plaza, uno de sus promotores, la rápida evolución de Botanika Kafe, un negocio que hace sólo medio año abrió sus puertas en Donostia, junto al río Urumea, frente a Tabakalera, en la otra orilla. Ése ha sido tiempo suficiente para ganarse fama de ser el mejor restaurante vegetariano de la ciudad, más recomendable incluso que el veterano Tedone. Reputación estupenda, aunque inexacta; no porque Botanika no sea el mejor (no entraré en esas discusiones), sino porque no se trata de un restorán vegetariano. Su oferta de comida para los practicantes del vegetarianismo, incluidos los veganos, es destacable y recomendable, pero también acostumbra a haber opciones para los carnívoros. Más preciso sería, por tanto, hablar de cocina saludable e internacional. Genial.

Se trata de un espacio acogedor que cuenta con un solicitado mirador, que puede hacer las veces de reservado, y una cuidada terraza que es una gozada en verano. Entonces es cuando más se disfruta entre sus variados elementos decorativos (una regadera por aquí, un trozo tronco por allá, no tropieces con esa enorme mariquita…) y un pequeño huerto donde se abastecen de especias como el orégano y plantas como la hierbabuena. No pueden autoabastecerse con esa producción, pero los gestores del local si tienden a recurrir a productores locales y, a ser posible, ecológicos.

Por si fuera poco, Botanika Kafe se atreve con una discreta programación cultural (hasta un quinteto ha ocupado su escalera exterior) y el ambiente relajado, con música agradable y luz tenue, la red wifi gratuita y la profusión de enchufes invitan a pasar un buen rato pendiente del ordenador portátil, la tableta o el smartphone.

"Falafel,

Pero habíamos venido a comer, ¿no? Bien, aquí no hay pintxos, salvo unos bien considerados quichés (2,50 euros) y una tortilla de patata que yo he pillado (2,80 euros, pintxo y café solo) bien rica, alta, con el dulzor de la cebolla bien pochada y sin cuajar en demasía. Buena opción. La repostería (bizcochos) es casera y son muy solicitadas sus cenas temáticas (20 euros, excluida bodega), que ya han rescatado sabores y aromas de países como Marruecos, Japón, Colombia, Vietnam, Tailandia, Italia y Perú. En la nueva carta se espera la incorporación, a partir de enero, de durum de falafel, de queso provolone y de curri, de manera permanente. Y los fines de semana también ofrece fórmulas cerradas bajo títulos tan sugerentes como Menú Vegeta (bol de sopa miso; provolone gratinado; brocheta de verduras y champis con ajoblanco de avellana; arroz curri con verduras; postre) y Menú Camarón (bol de caldo de camarón; cebiche; provolone gratinado; brocheta de langostinos verduras y chipirón; arroz curri con frutos del mar; postre), por 20 y 25 euros, respectivamente.

"Coliflor

Entre semana la oferta es corta pero efectiva. Un par de ensaladas (quesos -8,50- y soba -9-), tres untables (hummus, dip babaganus y queso fresco con nueces; 6, cada) y raciones, y medias raciones, de patatas baby con salsas (5,50) y de falafel con tzatziki (7,50). Siete opciones a las que hay que sumar un plato del día (8,50, con postre o café) que siempre me ha dejado satisfecho. La primera vez comí un curry verde con arroz integral y pollo, picante y bien surtido de berenjena, zanahoria, pimiento rojo y champiñón. La segunda me sorprendió gratamente un plato de coliflor gratinada emplatada sobre crema de calabaza y coronada por alga wakame. Muy muy rica.

"Ensalada

La ensalada a base de soba noodles, espinacas, zanahoria, edamame (semillas de soja tierna) y aliño de sésamo no la entendí, me resultó monótona; pero sí he disfrutado con el falafel, esas croquetas de garbanzo cuyo sabor remite a India, se acompañan con salsa de yogur y se presentan junto a una pequeña ensalada, a base de rúcula, hoja roble, tartare de tomate y zanahoria, con acertado aliño. Y son muy recomendables los referidos untables, como entrante o simplemente para acompañar la bebida. Tanto el hummus (garbanzo) como el babaganus (berenjena), se presentan con mimo y se acompañan con pan tostado, triángulos de maíz y palitos de zanahoria y apio. Un acierto.

No hace falta ser vegetariano para disfrutar con una propuesta que, con mucha honestidad, sencillez y sin excesos de diseño, se distingue, para bien, en la larga pero poco variada oferta gastronómica de San Sebastián. Basta con ser un poco curioso.

(redactó este texto enganchado al wifi de Botanika Kafe, Igor Cubillo)

facebook de Botanika Kafe

Paseo Árbol de Gernika, 8. 20006 Donostia. Gipuzkoa

943 44 34 75

Hummus, bien bueno, de Botanika Kafe. Foto> Cuchillo

Hummus, bien bueno, de Botanika Kafe. Foto> Cuchillo

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  1. Tedone (Donostia). Decepción en el restaurante vegetariano | Lo Que Coma Don Manuel - […] artesano, ni con la inexpresiva tarta de zanahoria. Basta cruzar el Urumea y acercarse a Koh Tao o Botanika…

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