Para presumir de amistades os voy a contar la última vez que almorcé con mi amiga Amaia, La Reina de La Movida. Fuimos a comer un menú del día entresemana porque, como se suele comentar, lo que importaba era el rato y la compañía. Elegí yo el Beraia, al que ella ya había acudido un par de veces con su marido a cenar por todo lo alto, a la carta, y salieron bien contentos. Nosotros probamos el menú diario de 14,50 euros, con IVA y rioja crianza incluidos (u otros caldos con atractivo), y lo adornamos con un entrante para compartir. El Beraia es un bar-restaurante bastante famosete y ese día estaban bastante ocupados sus distintos comedores. Nos acomodaron en el sótano, claro y amplio, con mesas separadas y la decoración necesitada de algún retoque: había golpes en alguna esquina y vi una silla con la tapicería rota. Lo digo para que no se dejen abandonar los del local, como acaece conmigo y mi persona, pues me vi en uno de los espejos del restorán y parecía un vagabundo sin afeitar.