Tiene mérito la gente que regenta Barmout, un pequeño local que despacha comida rápida para consumir sin prisa junto a la playa de Hendaia, a escasos metros del antiguo casino que divide el largo arenal en dos. Tiene mérito porque ha logrado consolidarse en la oferta gastronómica de un barrio eminentemente turístico donde muchos bajan la persiana en otoño, invierno e incluso primavera. Y tiene mérito porque ha dado rollo a una lonja pequeñísima, sin cristaleras, que podría haber caído en la catalogación de cuchitril. No es el caso, pues la han convertido en un lugar acogedor con sólo forrar las paredes con madera, decorarlas con motivos bovinos, ristras de ajos y pimientos choriceros. Y se han ganado el favor del público, que se sienta a diario en sus escasas mesas, probablemente porque en el país de los ciegos el tuerto es el rey. Las patatas fritas son caseras y, más allá del clásico sandwich americain, cuentan con atractivos bocatas, como el recomendable Gorgonmout.