loquecomadonmanuel.com
Turrón de intxaursaltsa (Bizkarra). Tradición deconstruida
El mundo no necesitaba un turrón de gintonic. Lo tengo claro. El snobismo y la Navidad son dos palabras que no me encandilan, ni siquiera por separado. Además, no riman. No obstante, no me chirría una creación como el turrón de intxaursaltsa, que realmente busca, unida a la motivación comercial, la reivindicación de un postre típico de Bizkaia, hoy un tanto olvidado: la sopa o crema de nueces que se degustaba, principalmente, en Navidad. Muy loable. Bizkarra, empresa con despachos de panadería y pastelería en una docena de poblaciones, se encuentra detrás de estas tabletas que recuperan con nueva textura esa intxaursaltsa, patrimonio gastronómico vasco. Una deconstrucción en toda regla. Tiene una textura no muy alejada del clásico blando, no es nada aceitoso y su sabor cuenta con un curioso contraste entre el agradable dulzor y un postgusto amargo propio de la nuez, ingrediente distintivo de esa intxaursaltsa que, siguiendo la tradición de los letuarios, unía nuez, leche y azúcar.