Preguntas sin aliñar: RUBÉN POZO

Feb 16, 18 Preguntas sin aliñar: RUBÉN POZO

No queda nada que decir, pero lo dice. Nada por lo cual luchar, pero ahí sigue. Nada que esperar, pero él lo espera.

Ruben Pozo (Madrid, 1975) es bien conocido como excompañero de Leiva, la otra mitad del dúo Pereza, con quien probó las mieles del éxito durante una década. La pareja supo dar con una fórmula que combinaba la capacidad de inocular el gusto por el rock and roll y un tremendo potencial comercial, merced al trasfondo pop, altamente melódico, y a unas letras con acné juvenil abiertamente descaradas, casi procaces, que engancharon a la chavalería. La aventura tocó a su fin en 2012 y ahora ambos se baten el cobre en solitario, con suerte desigual, pero con suerte al fin y al cabo.

En el caso de Rubén, que cuando terminó su etapa en Buenas Noches Rose tuvo que repartir pizzas y pintar carreteras para ganarse el jornal, la inercia le permite ahora ser feliz sobre el escenario, aunque el público haya disminuido notablemente, y militar en el catálogo de una multinacional. Para él, quien ya protagonizó un momento musical en LQCDM, es tiempo de presentar su tercera entrega solista, ‘Habrá que vivir’ (Sony), y se pone un poco hippy cuando le pregunto por su plato preferido: “la fraternidad humana global sobre lecho de ración de paz”. Anda que…

“ESPAGUETIS CARBONARA, LENTEJAS Y TORTILLA DE PATATA. CON ESOS PLATOS NUNCA CONOCÍ RIVAL” 

¿Quién cocina en su casa?

Principalmente Lauri, mi chica, yo hago de pinche.

Rubén Pozo, ¿cuál es el plato que borda, cuál es su as en la manga?

Espaguetis carbonara, bolognesa, lentejas, huevos fritos o tortilla de patata. Con esos platos nunca conocí rival.

Desayuno ideal.

Zumo de naranja, pincho de tortilla sin recalentar en microondas y café con leche. Por ese orden.

¿Cuáles son sus platos favoritos, cuáles pediría como última voluntad?

La fraternidad humana global sobre lecho de ración de paz, pero no sé si existe.

¿Cocina tradicional o tecnoemocional?

Supongo que la tradicional, porque la otra no sé qué es. Dame un plato de algo hecho con cariño y la “técnica” y la “emoción” ya la pongo yo.

¿Comparte que el sabor es lo más importante a la hora de sentarse a la mesa?

Sí, ¿no? Lo primero es que esté rico, el sabor, pero antes antepondría la compañía. Todo es mejor con la/s persona/s correcta/s.

Restaurantes preferidos. De los que ha visitado, y de los que le gustaría pisar.

Cualquiera de buena cocina casera.

Si tiene visita, ¿qué bares y/o restaurantes le gusta ‘enseñarles’ en su ciudad?

Aquí por Madrid siempre me decanto por ir de tapas por bares míticos. De los de comer algo de pie, frente al mostrador, mientras se bebe una caña de cerveza bien tirada.

Bocadillo preferido. 

Pues casi de lo que sea, pero si le frotas un tomate a cada rebanada y le echas un poco de aceite me haces padre.

¿Con quién compartiría una buena botella?

Con cualquiera con buena conversación. Y sin botella de nada también, que vaya cultura del alcohol que nos gastamos.

¿Cuál es su disco, artista o música preferida para amenizar una comida memorable?

Nunca me falla Django Reindhard, el guitarrista. Es instrumental y no se cuelan letras de canciones entre las conversaciones. Es importante a un volumen no muy alto.

¿La gastronomía vive inmersa en una burbuja que no tardará en explotar, o aún tiene que ganar protagonismo, presencia, ‘importancia’ en nuestra sociedad?

Ay, no lo sé, no sigo mucho ese mundo. Lo siento. ¿Más presencia e importancia? ¿En serio? ¿Más aún? Jo, lo siento, ya te digo que ni es mi mundo ni lo frecuento demasiado.

Rubén Pozo, nuevo disco

¿Cuál fue su intención al grabar ‘Habrá que vivir’, qué ha tratado de transmitir al desprenderse de esas 13 canciones?

Lo primero energía rocanrolera. He tratado de exorcizar mis demonios a los cuarenta años y espero que el rastro que dejé de ello en las letras le puedan servir en algo a quien se acerque al disco.

No escatima guitarras, ¿es ésa una de las señas de identidad del último álbum?

Sí, a tope. Yo soy guitarrista, empecé en esto tocando la guitarra y su sonido conecta de manera muy profunda conmigo. Me gusta la gente obsesionada con ese instrumento.

Titula uno de los temas ‘Pop para niñas’. ¿Existe el rock para niñas?

Existe el rock y ya. ‘Pop para niñas’ es un rock and roll. Yo quería hacer con esa canción algo como los hits ‘roquerillos’ de Avril Lavigne o Charli XCX, pero me quedé en un rocanrol urgente y cachondón. Me gusta saltarme las reglas del rock, que nunca las ha tenido, pero ahora parece que sí.

La tradición está para saltársela, a veces. Saltarse tradiciones nos ha dado discos como ‘La leyenda del tiempo’, de Camarón.

¿‘Llámame brisa’ es a ‘No tan deprisa’ lo que ‘Ojos de gata’ a ‘Y nos dieron las diez’? ¿No quedó satisfecho con el trato dado por Sabina a su canción?

Pues casi que has respondido a todo en el enunciado de la pregunta, jajajaja. ‘Llámame brisa’ me parece más cercana a JJ Cale, para mí la cosa iba de eso. Para gustos, colores.

Escucho su repertorio y me pregunto: ¿todo gira en esta vida, a fin de cuentas, alrededor del amor y del desamor, del sexo, el sentimiento y la pasión?

Bueno, yo tampoco me siento y digo “Voy a escribir una canción sobre tal tema que parece importante para la humanidad”. Las canciones empiezan a escribirse un poco ellas solas y luego, ya terminadas, pues puedes analizar sobre el tema que has tratado. Amor/Desamor es un poco el clásico mundial de las canciones. Yo lo entiendo. No hay medicina para ello y las canciones que hablan sobre ello producen empatía. A alguien le ha pasado lo mismo. No sanan, pero alivian.

¿Por qué nuestra sociedad escucha reguetón y cosas peores, si es que existen? ¿Cuándo volverá el rock a sonar mayoritariamente en plazas, colegios, emisoras de radio, comercios y domicilios?

No sé, la sociedad en masa que escuche lo que quiera. El problema yo creo que es que escucha lo que le ponen. Cuando el paladar (¡hey, metafora culinaria!) se refina se hace un poco más exigente y trata de ir más allá de lo que le ponen de ‘rancho’. ¡Y sí que hay rock llenando plazas! Y también hay pop maravilloso e irresistible. Y Django.

Rubén Pozo, gira

Es un sueño cumplido el ganarse la vida con sus canciones, con el rock and roll, ¿verdad? ¿Se sabe afortunado?

Sí, yo empecé en esto descartando cualquier otra opción; o la música o nada. Aquí sigo. Me encanta el mundo de la canción. En cuanto a la profesión en si, pues hay cosas que me gustan más y otras menos, pero hago la media y siempre me sale positiva. Al final, cuando acaba la canción y todo el mundo aplaude y vitorea, te curas de todo.

¿Cómo es hoy día un concierto de Rubén Pozo, qué tiene que esperar quien vaya a verle en vivo?

Mucha energía rocanrolera, canciones y olvidarse de los problemas un rato. Fantasear, volar un rato y notar que el de al lado está sintiendo lo mismo que tú.

¿Qué tiene entre manos, en qué otros proyectos está metido ahora, al margen de la promoción de ‘Habrá que vivir’?

Ahora mismo ultimo los preparativos de la gira presentación de ‘Habrá que vivir’, mi nuevo disco. Ensayos, producción logística… Y en los huecos voy lidiando con tres canciones nuevas a las que les falta algo y aún no sé muy bien qué coño es.

¿Qué le gustaría ser de mayor?

Escritor de canciones.

(Igor Cubillo)

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