Restaurante Porto de Cascais (Cascais): ¿Fletán o lenguado europeo?
Fue un agradable almuerzo en Porto de Cascais. No maravilloso, pero bueno.
leer másFue un agradable almuerzo en Porto de Cascais. No maravilloso, pero bueno.
leer más(+40 rating, 8 votes)Cargando... Cascais es una ciudad muy bonita y muy británica. Desde las inmobiliarias hasta algunos pubs irlandeses, desde los parques hasta ciertos edificios. Hay muchísimos restoranes. Quitaría los italianos y dejaría algún indio y los locales, por supuesto; por ejemplo, los de pollo (frango) que no pruebo en estas merecidas vacaciones. También quitaría a los molestos músicos callejeros mendicantes (del Este, indígenas…) y dejaría, hum, a las matures burguesas rubias con melena y escote que se saben las reinas de la plaza y asen con donaire las copas de balón con líquido rojo. Estoy en la parte antigua, en la plaza de los pubs ingleses (John Bull, Chequer’s Bar, Duke), tomando un aperitivo en el corner español (La Bodeguita) mientras miro en derredor y decido dónde comer. Después entramos a una cervecería-marisquería que minutos antes me ha dado buen rollo nada más ver su carta de pescados. El relaciones públicas que pesca clientes en la calle no nos tiene que convencer, pone cara de sorpresa ante nuestra nula resistencia, y entramos. Uh, el local por dentro parece un comedero modestísimo: hay música, la tele emite algún partido de fútbol, las servilletas y el mantel son de papel, las mesas están muy juntas… Es tarde para almorzar y hay poca gente; o sea, que estamos cómodos. Susana pide una cerveza Superbock negra (1,75), de tercio, y yo me animo al vino: media botella de tinto Vinha do Monte (8 euros), Alentejo, 2011, 13,5º de alcohol, y de temperatura un poco caliente pero muy rico. Lo abre el amable y un poco tímido camarero. El corcho suena ‘plop’ y el caldo huele a fruto rojo. Hum… la cosa promete en su modestia. De entrante compartimos una morcilla asada (5 euros). Llega servida en trocitos, alternada con piña para desengrasar, en una presentación sencilla (pobre) y con mucho margen de beneficio (imagino). Es un condumio compacto, rústico, rudo y sápido (otro día pido pulpo, pienso). Me siento feliz, happy. Para los platos principales nos cambian...
leer más(+30 rating, 6 votes)Cargando... Tras patear Lisboa pasamos unos días en la playa de Carcavelos, en el corner oriental del municipio de Cascais. La Txurri se aburre y me quiere llevar a Sintra de excursión, pero me niego. No soy un turista. A mí me mola ir a sitios de playa y sólo pido un paseo marítimo con muchos bares con terrazas al océano. Ahí, en Carcavelos, no hay de esto y, sin embargo, no me aburro. Me relajo. Eso sí, me duermo superpronto y me despierto bastante tarde. Desde el primer día frecuentamos el que parece el mejor local del arenal, el restaurante Grande Onda, con su terraza a la playa que se estrecha con la marea alta. En la playa hay teens delgadas de patricia belleza y maneras hiperpijas, madres de tres hijos con los pechos operados (en Portugal no hacen top less, parece), la epidemia de rusos que lo invaden todo, tíos forjados en el gimnasio (algunos gays), muchos surferos y los policías a la sombra, claro. El Grande Onda es un garito playero con muchos camareros. Tiene un ambiente de día y otro de noche. La noche empieza a las ocho, cuando los precios suben (una botella de cerveza Superbock pasa de 2 a 2,5 euros) y cuando también sube el volumen de la música, con un DJ animando a la peña que consume en pie al aire libre, en medio del paseo, interrumpiendo a los paseantes. Nosotros solemos ir al mediodía. Una noche intentamos cenar, pero hay demasiado ruido y bullicio. La primera vez que nos sentamos probamos el arroz. Te lo preparan en unos 20 minutos y, mientras llega, probamos el queso curado (2,5) del aperitivo: marca ‘Montiqueijo’, cremoso, de pasta blanda, levemente ácido por el cuajo, sabroso y gozoso. Detrás de mí un tipo viril con novia come una hamburguesa de oferta (4,5) y me da envidia. Otro día. Barcos surcan el mar saliendo de la desembocadura del Tajo y más cerca pasean hembras en bikini (con...
leer más
Comenta, que algo queda