El actor madrileño complementa la faceta artística con su condición de notable gastrónomo, popularizada por su participación en el programa de televisión ‘Un país para comérselo’ y por su cuaderno digital, ‘Un Blog Para Comérselo’. Estaba llamado a responder estas 24 preguntas sin aliñar.
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Se ha estrenado en DVD la película gastronómica francesa «La Cocinera del presidente». Una buena ocasión para disfrutar con las recetas más tradicionales galas y de salivar mientras se ingieren cantidades industriales del preciada trufa negra del Perigors.
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La Niña. Cuesta creer que parte de la tripulación de Cristobal Colón se embarcara en un bote de apenas dos metros de eslora, con velas de madera y ruedas bajo el casco,
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Les Bonnes Soeurs es un local cálido y relajado. Allí se trata de recrear un ambiente familiar y como tal se sirve cocina tradicional reinventada.
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Uno acostumbra a tener a mano una barra de quatre quarts, el bizcocho de origen bretón elaborado uniendo mantequilla, huevos, harina y azúcar a partes iguales.
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El pequeño cocinero que protagoniza la imagen de hoy da a conocer distintos menús concertados de La Pinta, la sidrería de Hendaia, bajo el manto de Serge Blanco.
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(+5 rating, 1 votes)Cargando... Todos los que nos declaramos cocinillas aficionados tenemos un libro de cabecera. En España el libro de referencia ha sido (y sigue siendo, pese a los Argiñanos, De Jorges y otros fenómenos mediáticos) el «1080 recetas de cocina» de Simone Ortega. Un manual que también nos ha sacado de algún apuro pero que, en ocasiones peca de elitista o trasnochado. Si a un libro de cocina se le puede catalogar por las manchas de grasa, diremos que este tiene unas cuantas; ha sido bien usado. Hoy sin embargo nos embarga la emoción. O nos embraga, que tanto da. Juega el Athletic su Copa en Madrid y queremos rebozarnos, salpimentarnos, enharinarnos, freírnos vuelta y vuelta en el sentimiento Athletic. Para eso nada mejor que el libro que veneramos y que, hemos pedido heredar. Una primera edición, sorprendentemente bien cuidada que atesora mi ama y que ha servido para dar un toque de bilbainía rotunda a las comidas de la infancia. Hemos de reconocer que algunas de las recetas de este libro no pasarían un control dietético y que otras probablemente acabarían atascando irremediablemente nuestras arterias, pero, amigos, creo que no hay libro más bilbaíno a la hora de hacer comidas. Vicenta, Úrsula y Sira Azcaray tuvieron el enorme privilegio, concedido a unos pocos, de nacer en Bilbao en la feliz década del 70 del 1800. Sus padres poseían un txakoli que luego se transformaría en el restaurante El Amparo. Las hermanas visitaron para aprender cocina de fuste, que diría el añorado Egillor, la Francia que era el referente cocinerista de entonces en la burguesía del Bilbao. Ese toque afrancesado que consiguieron (venga mantequilla!!!) , más las recetas de Bilbao de toda la vida, dieron como resultado una «nueva cocina vasca» avant la letre. Tuvieron tanto éxito que los clientes les pedían sus recetas y ellas se aplicaron en la tarea. Hicieron mucho sueltos manuscritos que luego, un hermano, se encargo de reunir en el libro El Amparo su hit parade que...
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La ultima experiencia digna de ser tildada de desagradable, rayana con lo repugnante, fue la apertura y posterior cocinado (bueno, mas bien calentado) de una lata de «quenelles de saumon» con «sauce crevette» de Côté Table.
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