Por comentar: Restaurante Piquio (Santander), un menú con vistas
Un viernes a las 15:00 horas llegamos a Santander. Aparcamos por el Sardinero y, después un paseíto, a las 15.30 o así, entramos en este local indígena ubicado entre sendas franquicias de Pans & Company y Pizza Hut. Luego me enteré de que hay otro Restaurante Piquio de la misma empresa cántabra y con el mismo nombre en el centro de la capital. El Restaurante Piquio playero tiene dos anchas plantas y una terraza. Abajo está el bar con muchas mesas para que se acomode la gente y los menús los sirven arriba. En su carta hay también sandwiches y hamburguesas, arroces, raciones, sartenes y botellas de vino buenas. Nosotros subimos a la primera planta a comer sin gastar mucho ni fregar nada, ja, ja… Había gentecilla a esas horas tardías: parejas, cuadrillas de amigos… No pensaba plasmar en este blog lo del menú de 9,95 euros que también sirven los fines de semana a mismo precio, pero lo cuento porque salí contento y disfruté de las vistas a la bahía y a la plaza. Lo peor fue el vino, potable sin más y servido en jarra. El pan era de barra y muy bueno. Almorzamos con mantel y servilletas de papel, acomodados en mesas con bancos aislados por el respaldo de madera en plan pub, en un comedor amplio con maderas, tonos grises y ventanales amplios. Y superamos nuestras expectativas, sobre todo La Txurri. De primero ese viernes descartamos las alubias pintas, Susana escogió spaghetti con gambas a la parmesana, un gran platazo que le encantó, con mucha nata, potente sabor, huevo, jamón y gambas congeladas pero todo sápido; y yo judías con jamón, o sea vainas con jamón frito y durito y patatas cocidas espesas y verduras sanas sin maravillar. Pero me pegó el subidón con ellas y pensé que merecía la penar narrarlo aquí. De segundo descartamos el recomendado jamón de pavo guisado con patatas fritas caseras y compartimos trucha rellena con ensalada, una pieza pescatera pequeña rellena con bacón y...
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