Prueba conseguida. Hemos logrado comer en el Querida María, algo que en fin de semana y sin reserva es imposible, pero que en día de labor, y coincidiendo con la semana de Pascua, no ha supuesto ningún problema.

Nos ha gustado. Una propuesta de menú de 17 euros, cuidado y elegante. Un entrante de morcilla en vasito con un salmorejo gustoso. Un segundo de ensalada con unas habitas tiernas y crujientes. Un bacalao con txangurro más que bueno y un secreto ibérico muy bien cocinado con verduras pochadas. Para rematar, pastelito y helado. Todo acompañado por un rioja muy bien elegido. Comer a la sombra de la catedral de Santa María y con un servicio atento y entendido hace que lo apuntemos en las propuestas de repetir visita.

Y además mola el nombre.

(Nico y Dicky lo charlaron y lo comieron)

Suscríbete al blog por correo electrónico

Introduce tu correo electrónico para suscribirte a este blog y recibir avisos de nuevas entradas.

Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Director de Suite, el único foro gastronómico sin cocineros de este país.

igorcubillo.com