Nos encanta el queso azul. Lo reconocemos. Nos pirra el elegante roquefort bien untadito, cómo no. Y nos chifla el salvaje cabrales, con su picor prendiendo nuestro paladar. Pero, lejos de los nombres más clásicos, hemos encontrado una alternativa, una tercera vía que exploramos y disfrutamos (vaya si disfrutamos) con frecuencia: Saint Agur.

Es éste un queso azul suave, bien delicado. De exquisito gusto, nada amargo, y textura sumamente cremosa. Para acabar con el stock de la panadería del barrio, oíga. Y para poner en cuestión el duopolio de los citados roquefort y cabrales.

Nosotros lo descubrimos, y lo solemos comprar, en Francia, pero en España lo comercializa Mantequerías Arias, empresa perteneciente al grupo agroalimentario francés Bongrain. Así, no será difícil dar con él y triunfar como el Mistol la próxima que tengas invitados en casa. Regado con vino, o con sidra.

Tanto la uva como la manzana hacen buenas migas con ese derivado lácteo que elabora Fromagere de la Vallee d’Ance en Beauzac (Alto Loria), en los montes de Velay, en la región de Auvernia. Un queso de leche de vaca pasteurizada que añeja al menos dos meses en bodega y contiene un 60% de materia grasa, lo que lo califica como un queso de doble crema.

Al grano: está bien bueno.

(untado y recomendado por Igor)

Web de Bongrain

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Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Director de Suite, el único foro gastronómico sin cocineros de este país.

igorcubillo.com