Es una norma no escrita. No en vano, somos licenciados, oiga. Gente de elevada formación y probadas elegancia y educación. De esa que en el Metro cede su asiento a las ancianas (sólo a las que no utilizan los codos a la hora de subir al vagón, claro) y detiene su vehículo en los pasos de peatones. Es una norma no escrita, decía, refiriéndome a la intención de no caer en la escatología en la redacción de este humilde y honrado blog. Por eso, haciendo un notable esfuerzo, no aludiremos a la coprofagía en la reseña de esta Tex Mex Salsa Dip Queso, presunta salsa a base de queso, pimiento y tomate comercializada por Carrefour para dipear, para untar en ella nachos, Doritos y aperitivos de maíz similares.
Haciendo un esfuerzo, nos limitaremos a decir que llevárselo a la boca, como hemos hecho, debe ser lo más parecido a comer vómito. Efecto de náusea ajena. Por textura, olor, sabor y regusto. ¿A qué obedecerá su desagradable textura pastosa? ¿Exclusivamente a la goma xantana? ¿O también tendrá algo que ver el recurso a emulsionante (“ésteres mono y diacetiltartáricos de mono y diglicéridos de ácidos grasos alimentarios”)?
Quién sabe. Lo que sí está claro es que no merece la pena, por ahorrarse un dinerito, desechar otras salsas y castigar el paladar con este producto. Les dejo. Me voy a lavar la boca.
(cuchillo)


Es el pequeño de los Cubillo Brothers. Nació en 1991, en el mismo Bilbao, es más de salado que de dulce y acostumbra a disociar, con lo cual cambia de apariencia física con frecuencia. Como Robert de Niro antes de rodar Toro Salvaje, pero a lo tonto, por la cara. Él es más de toro tataki. Aprendió pronto que Dow Jones no es un cantante, le incomoda la fama de criticón, pues siempre ha sentido simpatía por el débil, y una máxima guía su proceder: «más vale que zozobre, que no que zofarte…». Católico practicante, que no celebrante, en su bautizo el párroco ofició vestido de Elvis, cantó himnos y salmos, y entonó el ‘Burning Love’. Vio la luz el día que se fotografió con Ferran Adrià y el de L’Hospitalet de Llobregat le puso una mano sobre el hombro al tiempo que decía: «Cuchillo, la gastronomía es el nuevo rock and roll». Amén.
Mola que compartas
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva) Facebook
- Haz clic para compartir en Pocket (Se abre en una ventana nueva) Pocket
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) WhatsApp
- Haz clic para compartir en Reddit (Se abre en una ventana nueva) Reddit
- Haz clic para compartir en X (Se abre en una ventana nueva) X
- Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva) LinkedIn
- Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva) Pinterest
- Haz clic para enviar un enlace por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva) Correo electrónico
- Haz clic para compartir en Telegram (Se abre en una ventana nueva) Telegram
- Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva) Tumblr
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva) Imprimir
Relacionado
Suscríbete al blog por correo electrónico

Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Director de Suite, el único foro gastronómico sin cocineros de este país.
2 Comments
Comenta Cancelar la respuesta
Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.


Pues seguro que en la etiqueta pondra algo como » testado por laboratorios independientes «, siempre hay un trabajo peor que el de uno.
No me seas estupendo, cuchillo, seguro que esa boquita de piñón ha hecho guardia en garitas menos aseadas
y lo de la coprofagia, pues bueno, está infravalorada como todo lo que tiene que ver con la ingesta de productos no normalizados. Espera que Tele5 haga un reality sobre eso y habrá cola para probarlo. Ya lo decían en el pasado siglo: «coma mierda, cien millones de moscas no pueden estar equivocadas»