Sí, se nos atragantaban los estomagantes Héroes del Silencio, pero paladeamos con agrado a Enrique Bunbury en su aventura solista. Aplacado su exhibicionismo, ha seguido otorgando protagonismo a su voz engolada en la búsqueda de canciones cargadas de intención poética y variada instrumentación que reflejan su gusto por el rock de generosa orquestación. En ‘Los restos del naufragio’ cantaba eso de «Nos queda el mar y un buen pescado que comer a tu lado. Y eso sólo será si vuelves, claro».

Suscríbete al blog por correo electrónico

Introduce tu correo electrónico para suscribirte a este blog y recibir avisos de nuevas entradas.

Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Director de Suite, el único foro gastronómico sin cocineros de este país.

igorcubillo.com