Mis amigos Silvia Colmenero y Jorge Valiño han invertido parte de la tarde en tratar de convencerme de que el marisco hay que cocerlo en agua sin sal. Como lo oyen. Por eso mismo, he comprado un buey que voy a comer en cuanto acabe de redactar estas líneas. Y por eso he pensado, ¿qué mejor que escoger un Momento musical en el que aparezca algún buey de mar? Rápidamente he descartado ‘Friday night‘, de The Darkness, pues ya apareció aquí el pasado mes de agosto, y he optado por ‘Ordinary millionaire’, de Robyn Hitchcock.
El clip en cuestión, dirigido por el propio artista londinense y Hannah Bird, lo protagoniza realmente una botella de Tío Pepe, a la que no le faltan ni la chaquetilla roja ni el sombrero cordobés de igual color. En él, el vino fino de Jerez comercializado por González Byass parece vivir un romance con un frasco de perfume. Y, efectivamente, el planteamiento es tan descabellado, que para qué voy a seguir exponiendo nudo y desenlace… Mejor lo ven.
Y, de paso, piensen en la posibilidad de acudir a alguno de los conciertos que Hitchcok, eminencia pop, exThe Soft Boys, ofrecerá en España en junio. Del día 19 al 22, presentará el disco ‘Love from London’ en cuatro ciudades (Barcelona, Donostia, Zaragoza y Madrid) al frente de una banda, The Venus 3, que incluye a Peter Buck, guitarrista de R.E.M., Bill Rieflin (R.E.M., Ministry) y Scott McCaughey (R.E.M., The Young Fresh Fellows). Están avisados.
(tampoco es un millonario ordinario, Cuchillo)


Es el pequeño de los Cubillo Brothers. Nació en 1991, en el mismo Bilbao, es más de salado que de dulce y acostumbra a disociar, con lo cual cambia de apariencia física con frecuencia. Como Robert de Niro antes de rodar Toro Salvaje, pero a lo tonto, por la cara. Él es más de toro tataki. Aprendió pronto que Dow Jones no es un cantante, le incomoda la fama de criticón, pues siempre ha sentido simpatía por el débil, y una máxima guía su proceder: «más vale que zozobre, que no que zofarte…». Católico practicante, que no celebrante, en su bautizo el párroco ofició vestido de Elvis, cantó himnos y salmos, y entonó el ‘Burning Love’. Vio la luz el día que se fotografió con Ferran Adrià y el de L’Hospitalet de Llobregat le puso una mano sobre el hombro al tiempo que decía: «Cuchillo, la gastronomía es el nuevo rock and roll». Amén.
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Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Director de Suite, el único foro gastronómico sin cocineros de este país.
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[…] más que hacen es zurrarse con unos ninjas… Qué decir de la botella de Tío Pepe de Robyn Hitchcock… Warrant parecen más preocupados en lucir peinado… Y ni hablemos de la combinación de […]
¿Y bien? Exigimos valoración de ese buey sin sal.
Estimado Pau,
lo de cocer el marisco sin sal me ha parecido algo tan tan tan vago, que dará para un Cocina Para Vagonetas en toda regla. Allí trataré de plasmar el juicio que se me exige.
No obstante, ya adelanto que resulta una temeridad cocer sin sal, por ejemplo esos langostinos que despachan a granel en las grandes superficies, pues de esa manera no saben absolutamente a nada.
Un saludo.