Cocina para vagonetas: montonera
(+15 rating, 3 votes)Cargando... Hace unos meses, un reportero del programa de televisión ‘Fabricado. Made in Spain’, le propuso un reto a un cocinero profesional: armar una ensalada en 30 segundos, valiéndose de un sobre de lechugas preparado y habiendo limpiado y picado previamente los ingredientes pertinentes; repartidos en distintos cuencos, listos para emplatar. Chupao, vamos. No fue capaz. El colega abrió el sobre y esparció su contenido, pero le dio un ataque de I+D, añadió bastoncillos de manzana, tomatitos, nueces peladas y queso, se recreó con el aliño y… oh, se fue a los 40 segundos. Una pena. Error no forzado. Ante el reto, yo hubiera compuesto la clásica montonera. Rápida, sabrosa y dispuesta en capas, cual elegante milhoja, nada de antiestéticos revoltijos (qué ordinariez). Apta lo mismo para un aperitivo de domingo que para una cena relámpago. Vierto lomos de bonito en aceite (de bote bueno), sumo cebolleta previamente picada y corono todo con piquillos de Lodosa. Merece la pena el empleo de material de calidad, para que el teleósteo no esté seco, sin necesidad de utilizar ventresca; para que el bulbo no pique; y para que el pimiento aporte no sólo sabor, también melosidad y terneza. Eso sí, en medio minuto no te dará tiempo a retirar las pepitas, si no lo has hecho antes, como el chef navarro del primer párrafo; si además de vagoneta eres desenvuelto sobre la encimera de la cocina, un titán, justo justo podrás regarlo con aceite de oliva virgen extra y sal. Fácil, sana, disociada y totalmente idónea la montonera, ahora que se acercan las ensaladas, pues la primavera la sangre altera. Un chollo. No, no me de las gracias, es mi trabajo… (Igor Cubillo) IGOR CUBILLO Periodista especializado en música, ocio y cultura. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). En el medio de la vía, en el medio de la vida, si hay suerte, tal vez. Ha pasado la mayor parte de su existencia en el suroeste de Londres, donde hace más de 20 años empezó a...
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