Las gambas enanas de Gallina Blanca, la publicidad engañosa o cuánto daño ha hecho el cine de los ochenta a la gastronomía
¿Es un mosquito? ¿Es una pulga? ¿Es una quisquilla sietemesina? ¡No! Es una de las gambas que anuncia (¡y retrata en el frontal y en el reverso como si fueran carabineros!) el envoltorio de Tallarines al estilo japonés, una de las Ideas al Plato que comercializa Gallina Blanca.
Sumidos en nuestra particular segunda gran depresión, tras disfrutar un buen concierto de Manic Street Preachers, nos entregamos a la comida deshidratada y descubrimos cuánto daño ha hecho a la gastronomía el cine de los ochenta, con títulos como ‘Cariño, he encogido a los niños’ y ‘El chip prodigioso’. ¿O será la moda de la nanotecnología?
Señores empresarios, no engañen con sus fotos a los consumidores. Si las gambas no son del tamaño que anuncian (ni por aproximación, oigan; son incluso más pequeñas que los trocitos de zanahoria que las acompañan), tenemos motivos para pensar que igual también es falso que este producto en cuestión es bajo en grasa, se ha elaborado sin colorantes y no contiene grasas hidrogenadas.
Vistos los crustáceos decápodos, con gran dificultad, ¿por qué vamos a creernos el resto de sus promesas?
(se quedó pistojo buscando las gambas Igor)
Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Tras firmar durante 15 años en el diario El País, entre 1997 y el ERE de 2012, Igor Cubillo ha logrado reinventarse y en la actualidad dirige la web Lo que Coma Don Manuel y escribe de comida y más cuestiones en las publicaciones Guía Repsol, GastroActitud, Cocineros MX, 7 Caníbales, Gastronosfera y Kmon. Asimismo, vuelve a firmar en El País y es responsable de Comunicación de Ja! Bilbao, Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor. También ha dirigido todas las ediciones del foro BBVA Bilbao Food Capital y fue responsable de la programación gastronómica de Bay of Biscay Festival.
Vagabundo con cartel, se dobla pero no se rompe, hace las cosas innecesariamente bien y ya han transcurrido más de 30 años desde que empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Ruta 66, Efe Eme, Ritmo & Blues, Harlem R&R ‘Zine, Bilbao Eskultural, Getxo A Mano (GEYC), DSS2016, Den Dena Magazine, euskadinet, ApuestasFree, eldiario.es, BI-FM y alguna otra trinchera. Además, durante dos años colaboró con un programa de Radio Euskadi.
Como los Gallo Corneja, Igor es de una familia con fundamento que no perdonaría la cena aunque sonaran las trompetas del juicio final, si es que no han sonado ya. Sostiene que la gastronomía es el nuevo rock and roll y, si depende de él, seguiréis teniendo noticias de este hombre al que le gusta ver llover, vestirse con traje oscuro y contar historias de comida, amor y muerte que nadie puede entender. Eso sí, dadle un coche mirando al sol, una guitarra y una canción, una cerveza y rock and roll, y no le veréis el pelo más por aquí.
Tiene perfil en Facebook, en LikedIn, en Twitter (@igorcubillo) y en Instagram (igor_cubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF.
Tranquilo, son cosas de la crisis, que todo lo reduce.
Por tonterías como esas Michael Douglas se carga con un RPG una hanburguesería «Un día de Furia»