Restaurante Milagros (Barrika). ¿Patos que mugen?
La simpar Amaia Zubia cenó recientemente en el Milagros, un local que se promociona como restaurante de fusión latina y japonesa. Como está de exámenes, se le va la vida con el trabajo y los estudios, desatiende a su txistulari y, en este preciso momento, las únicas musas que le rodean están enfrascadas en botes de mayonesa. Por eso, el antaño feroz Cuchillo empuña su Olympus Pearlcorder S914 y, teniendo presentes los siete pecados capitales y a los siete jinetes del Apocalipsis, le hace siete inocentes preguntas. Para que comparta su experiencia, no más.
Sorpréndanos, Amaia. ¿dónde cenó hace muy pocos fines de semana?
Estuvimos en el Milagros, un restaurante mexicano muy bonito. La decoración está muy bien y ponen muchas velas; de hecho, se antoja demasiado oscuro, al menos para mi gusto, y parece un lugar indicado más bien para parejas.
¿Qué tiene que decir del servicio y del horario?
El servicio estuvo bien. En cuanto al horario, hay dos turnos de cena, 21.30 y 23.30, y si entras a las 21.30, tienes que despejar la mesa antes de las 23.30.
Vaya. Feo detalle. ¿Qué cenaron?
Éramos seis personas, y pedimos tres ensaladas variadas. Una tenía hojaldre y estaba muy rica, pero, en general, eran demasiado escasas. En la de cangrejo (“cangrejo de concha suave, algas y palmito, roll de verdes y daikon + espuma de trufa en toda la playa”), de hecho, el cangrejo, o la nécora, brillaba por su ausencia, ja, ja, ja. Ah, y las sirven en unas tablitas, no en plato, muy bien presentadas. Sin ser nada espectacular.
Comerían algo más…
Sí. De segundo cada uno pidió un plato. El mío era magret de pato, con más cosas que no recuerdo (“magret de pato, angulas del boske, espuma de trufa blanca y chips de lotto”), y la verdad es que sabía a ternera. Estuve a punto de preguntarle a la camarera si se había confundido. Otros pidieron buffy, biffe o algo así (“bife asado, con endivias a la parrilla, puré de boniato & panal de abeja”), que es como carne, tenía mejor pinta y debía estar buena. Aunque hay que decir que una amiga no conseguía partirla ni a tiros (a ver esto cómo lo traduces, eh).
Siendo un sitio más bien oscuro e indicado para parejas, caería algún postre.
Sí, y estaban buenos. Con chocolate caliente y así. Y llegamos a pagar, cada uno, 37,40 euros. Una pasada.
No está mal para un trozo de pato con cuernos y media ensalada, ¿no?
Y al de dos horas tenía un hambre que me moría.
Se beberían toda la bodega.
Pedimos dos botellas de Solagüen. Bueno, igual bebimos tres, je, je, je.
(Amaia Zubia & Cuchillo)
web de Milagros
Carretera Sopelana – Plentzia (calle Bideondo nº1); Barrika (Bizkaia)
94 677 02 35
Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Tras firmar durante 15 años en el diario El País, entre 1997 y el ERE de 2012, Igor Cubillo ha logrado reinventarse y en la actualidad dirige la web Lo que Coma Don Manuel y escribe de comida y más cuestiones en las publicaciones Guía Repsol, GastroActitud, Cocineros MX, 7 Caníbales, Gastronosfera y Kmon. Asimismo, vuelve a firmar en El País y es responsable de Comunicación de Ja! Bilbao, Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor. También ha dirigido todas las ediciones del foro BBVA Bilbao Food Capital y fue responsable de la programación gastronómica de Bay of Biscay Festival.
Vagabundo con cartel, se dobla pero no se rompe, hace las cosas innecesariamente bien y ya han transcurrido más de 30 años desde que empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Ruta 66, Efe Eme, Ritmo & Blues, Harlem R&R ‘Zine, Bilbao Eskultural, Getxo A Mano (GEYC), DSS2016, Den Dena Magazine, euskadinet, ApuestasFree, eldiario.es, BI-FM y alguna otra trinchera. Además, durante dos años colaboró con un programa de Radio Euskadi.
Como los Gallo Corneja, Igor es de una familia con fundamento que no perdonaría la cena aunque sonaran las trompetas del juicio final, si es que no han sonado ya. Sostiene que la gastronomía es el nuevo rock and roll y, si depende de él, seguiréis teniendo noticias de este hombre al que le gusta ver llover, vestirse con traje oscuro y contar historias de comida, amor y muerte que nadie puede entender. Eso sí, dadle un coche mirando al sol, una guitarra y una canción, una cerveza y rock and roll, y no le veréis el pelo más por aquí.
Tiene perfil en Facebook, en LikedIn, en Twitter (@igorcubillo) y en Instagram (igor_cubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF.
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