Carla Bruni. ‘Mon Raymond’
A ver, uno escribe «Carla Bruni» en google y rápidamente se entera de que Carla Gilberta Bruni-Tedeschi nació hace 45 años en Turín. Que, no obstante, está nacionalizada francesa; no en vano es la tercera esposa del ex presidente francés Nicolas Sarkozy. Que fue modelo, toda una top model. Que ha participado, como actriz, en películas como ‘Unzipped’, ‘Paparazzi’ y ‘Midnight in Paris’. Que, además, es cantautora. Y esto es lo que más nos interesa a nosotros (más incluso que la hipótesis de que su padre no es su padre). Mucho más desde que se estrenó el clip de ‘Mon Raymond’.
La referida canción forma parte de ‘Little french songs’, un cuarto álbum donde la Bruni canta en inglés, francés e italiano. Y el vídeo se rodó en Le Pure Café, en París, por lo que encaja a la perfección en el concepto de nuestros momentos musicales. Lo haría aunque la protagonista no se tomara un café, ni aparecieran cajas de chocolate, ni un anuncio con un huevo suspendido sobre una cabeza, ni la producción terminara con un guiño a ‘Desayuno con diamantes’.
(cuchillo)
Es el pequeño de los Cubillo Brothers. Nació en 1991, en el mismo Bilbao, es más de salado que de dulce y acostumbra a disociar, con lo cual cambia de apariencia física con frecuencia. Como Robert de Niro antes de rodar Toro Salvaje, pero a lo tonto, por la cara. Él es más de toro tataki. Aprendió pronto que Dow Jones no es un cantante, le incomoda la fama de criticón, pues siempre ha sentido simpatía por el débil, y una máxima guía su proceder: «más vale que zozobre, que no que zofarte…». Católico practicante, que no celebrante, en su bautizo el párroco ofició vestido de Elvis, cantó himnos y salmos, y entonó el ‘Burning Love’. Vio la luz el día que se fotografió con Ferran Adrià y el de L’Hospitalet de Llobregat le puso una mano sobre el hombro al tiempo que decía: «Cuchillo, la gastronomía es el nuevo rock and roll». Amén.
«quelqu’un m’a dit que tu m’aimais encore, serais ce possible, alors?» 😉
On me dit que nos vies ne valent pas grand chose, Elles passent en un instant comme fanent les roses…