The Flaming Lips. The yeah yeah yeah song
Ah… las pesadillas… ¿Quién no ha soñado alguna vez con que le adhieren pan de hamburguesa sobre el rostro y la ropa, bien repartido por el cuerpo, ceñido a él con cinta americana, y es perseguido por tres orondos hambrientos? ¿Y qué me dicen de esa fantasía en que te pegan donuts y son tres policías los que pretenden echarte el guante para comérselos? ¿Y la del licántropo que quiere liarse a dentelladas con los jirones de carne que te han pegado tres bellas señoritas, cantarinas y ultraceñidas? Ésta es mi favorita, sí.
Esas agobiantes fantasías centran el clip que rodó el grupo estadounidense The Flaming Lips para promocionar ‘The yeah yeah yeah song’, segundo single de ‘At war with the mystics’, su álbum de 2006. Disfrútenlo. Y, si tienen ocasión, corran.
(tiene mucho de lobo bueno, Cuchillo)
Es el pequeño de los Cubillo Brothers. Nació en 1991, en el mismo Bilbao, es más de salado que de dulce y acostumbra a disociar, con lo cual cambia de apariencia física con frecuencia. Como Robert de Niro antes de rodar Toro Salvaje, pero a lo tonto, por la cara. Él es más de toro tataki. Aprendió pronto que Dow Jones no es un cantante, le incomoda la fama de criticón, pues siempre ha sentido simpatía por el débil, y una máxima guía su proceder: «más vale que zozobre, que no que zofarte…». Católico practicante, que no celebrante, en su bautizo el párroco ofició vestido de Elvis, cantó himnos y salmos, y entonó el ‘Burning Love’. Vio la luz el día que se fotografió con Ferran Adrià y el de L’Hospitalet de Llobregat le puso una mano sobre el hombro al tiempo que decía: «Cuchillo, la gastronomía es el nuevo rock and roll». Amén.
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