Mapa Verde (Donostia). Un vegetariano con cariño y sin tofu
Querido D. Manuel,
Le escribo con noticias frescas. ¡Verdes y frescas! El sábado fui con mi amiga Chiara a la playa pero, antes, por aquello de ponernos al día, nos paramos a comer en el Mapa Verde, un nuevo restaurante en Sagüés, esa zona de Donosti que únicamente parece existir para surfistas y algunos privilegiados que conocen las bondades de la zona. El negocio en cuestión es un bar café vegetariano inaugurado, el pasado 15 de diciembre, por Maitane Aranaz y Patricia Serrano, Mai y Patri, jefa de sala y capitana de los fogones, respectivamente; aunque ahora, para atender a los comensales, cuentan también con Garazi, un encanto.
Al llegar transmite ya esa sensación de mimo, de cariño, es acogedor y muy agradable. E idéntica impresión positiva se prolonga durante toda la comida. Mientras decidíamos qué comer, nos obsequiaron con unas aceitunitas; y nos costó decidir pero, como queríamos probar un poco de todo, a modo de arranque pedimos para picar un guacamole con chips caseros de yuca, batata y remolacha (6,50€). ¡Espectacular! Un guacamole rústico, al punto preciso de sal y de acidez; de lo mejorcito de la city, sin duda.
Buddha bowl de Mapa Verde, colorido y saludable
Seguimos con un buddha bowl (9€) de arroz integral con allioli vegano, guisantes al limón, tomatitos cherry con albahaca, aguacate, radiccio con champis salteados y nueces, y dos gloriosas rodajas de mazorca de maíz dulce; sencillamente delicioso. El arroz estaba exactamente en su punto y el maíz, sabroso, bien condimentado, supone toda una innovación. También pedimos el cambiante Plato Mapa Verde (10,50€), que se sirve a diario e incluye ensalada, una sopa o crema (el sábado era de calabaza con sus pipas), hidratos de carbono (esta vez risotto de espinacas) y proteína vegetal (burger de lenteja dupuy). De postre, brownie vegano de oreo (4,50€), una delicia de chocolate con plátano blandito y jugoso, muy lejos del concepto ladrillo-brownie tan habitual por estos pagos.
Una de las cosas que nos gustó mucho es que todos los platos están pensados para que todos los grupos nutricionales estén presentes, que hay que cuidarse, y, además, ¡no hay tofu en toda la carta! ¿Un vegetariano sin tofu? Es posible, sí, y estas chicas lo han puesto en marcha.
Lo de la playa no se lo cuento por no aburrir, pero, con ese comienzo, se puede imaginar que el día fue redondo.
¡Hasta la próxima!
(Alazne Carr)
José Miguel Barandiarán, 22; 20013 Donostia (Gipuzkoa)
943 84 18 62
El patriarca de esta cosa. Considera que el acto de comer es uno de los placeres más enormes que nos ha procurado la existencia. Y a eso se aplica. Y a contarlo.
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