Ajo cocido, ¿ajo perdido?, por Uve (Recetas para una cuarentena #21)

Mar 29, 20 Ajo cocido, ¿ajo perdido?, por Uve (Recetas para una cuarentena #21)

Gastronomía y corazón van más unidos de lo que creemos. No hay más que echar un ojo al papel couché (sí, el que sólo ojeamos en la pelu, ¡ja!) y descubrir esas perlas que salen de ciertas boquitas pintadas. Desde el mítico “Andreíta cómete el pollo”, hasta el archiconocido “España huele a ajo”. Olé por la exspicegirl-diseñadora-empresaria. Qué tendrá ella en contra del rey de los ‘antis’: antiséptico, anticoagulante, antiinflamatorio. Se ve que en su dieta alcalina ni gazpacho, ni allioli, ni ajoarriero. ¿Sopas de qué? Excuse me, Vicky.

Pues yo soy infinitamente menos glamurosa pero mucho más mediterránea, dónde vamos a parar. Y en mi casa jamás faltan ajos. A cascoporro. Los adquiero por ristras, bien ricos, y los cuelgo en la despensa. Que se atrevan los vampiros.

Y como, además, soy muy vaga, echo mano de la memoria y procuro fusilar aquellas recetas que me han resultado curiosas, sabrosas y sencillas, como una de ajos cocidos que hace mucho degusté en Asador Gomilaz (Ochandiano, Bizkaia). Allí presumían de larga cocción tradicional y presentaban los dientes (de ajo, claro) sueltos, regados con una suave vinagreta.

Pero como en esta sección de ‘Recetas para una cuarentena’ me han dicho que tengo que parecer holgazana, opto por la rapidez del microondas; en escasos minutos pongo cara de interesante y doy el pego. Peazo receta. Sí diría que es más que recomendable para quien guste de sabores intensos, no acuse problemas estomacales y, desde luego, no tenga planeada una tarde-noche llena de romanticismo. Pasa factura,

INGREDIENTES

  • 1 cabeza de ajo
  • Aceite
Bonita cabeza de ajo (foto: Uve)

AL LÍO

Importante, que la materia prima sea buena. Nada de ajos chuchurridos. Yo preparo la cabeza entera, retirando la piel más áspera y externa; realizo un corte en la parte superior, a modo de tapa, la coloco en un recipiente, riego con un chorrito de aceite y tres minutos a máxima potencia (dependerá de cada microondas, ajustar el tiempo hasta que los dientes se noten blanditos). Listo.

Me gusta emplatarla entera, sin separar las unidades, y casi mejor sin vinagreta, que el ajo queda suave y se disfruta más su sabor. El aliño puede prepararse aparte, y disponer de él a gusto del consumidor.

Cocidos, suaves y sabrosos, aunque a veces juegan malas pasadas (foto: Uve)

Leave a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Ellos son la nueva cocina vasca. 7 Caníbales

¡Txotx! Se desborda la txinparta. Guía Repsol

Sal de Añana, miles de años brotando oro blanco. Gastronosfera

Postres pasiegos: la magia que produce la leche de los Valles Pasiegos. GASTRONOSFERA

Anchoas de Santoña, el milagro de la sal. Gastronosfera

Carolina, el pastel bilbaíno con nombre de mujer. Gastronosfera

Goxua, el postre vasco de inspiración catalana. Gastronosfera

Goxua, el postre vasco de inspiración catalana. Gastronosfera

Queso Camerano, la segunda vida de una receta milenaria. Gastronosfera

La borraja. Gastronosfera

A la conquista del ‘flysch’ de Getxo por tierra, mar y aire. Guía Repsol

Donosti en 9 paseos otoñales. Guía Repsol

Las perlas levantinas más sabrosas. Guía Repsol

Tiempo de angulas, cedazo y farol. Guía Repsol

Laguardia. Una villa guerrera, señorial y vinatera. Guía Repsol

Solar de Samaniego. Una invitación a beber entre líneas. Guía Repsol

La brava alegría riojana. Gastronosfera

Tudanca, carne de Cantabria. Gastronosfera

Chorizo riojano. Gastronosfera

Urdaibai. Margen izquierda del río Oka: historia, bosque y parrilla. Guía Repsol