David Bowie. ‘The stars (are out tonight)’
La verdad es que 24 horas no, pero diez años sí que dan para mucho. Y más en el caso de un artista. Es casi imposible que, en ese lapso de tiempo, a un cantante no se le escape un solo gallo en algún disquillo. Si se da el caso, lo normal es que la rumorología y la canallesca le sitúen con un pie en la tumba. Y eso es lo que le ha pasado al (no por andrógino menos) bueno de David Bowie. Los periódicos y revistas del ramo ya tenían redactado el correspondiente obituario, cuando El Duque Blanco ha decidido dejar con un palmo de narices a los agoreros y publicar un nuevo álbum, ‘The next day’, a la venta el próximo martes.
¿Cómo podremos obtener suficiente eco para que este comeback no caiga en saco roto?, se preguntó el inglés, en cuya carrera nunca han faltado la osadía ni rasgos de introspección y teatralidad. El creador de Ziggy Stardust, icono del glam rock, barajó, por lo visto, grabar una adaptación de ‘El muerto vivo’ (ya saben, la rumba de «no estaba muerto, estaba tomando cañas»), pero lo hizo para si mismo y, afortunadamente, ningún productor despistado se percató. Finalmente, decidió que lo más oportuno era dotar de contenido gastronómico al videoclip de ‘The stars (are out tonight)’, para asegurarse la presencia en este trampolín que es el Momento musical de Lo Que Coma Don Manuel.
Et voilà, aquí tenéis el clip realizado por Floria Sigismondi, donde Bowie irrumpe en escena hablando con el frutero del supermercado, mientras ojea una revista (Pantheon) y, con aire distraído, coge una lata de conservas del estante. Por si fuera poco, ella, la actriz Tilda Swinton, afronta la parte final del vídeo trinchando, ya vampirizada, un pato o un pavo (sin plumas no los distingo, ya ven) sin cocinar, aunque plantado sobre la correspondiente bandeja en la elegante mesa de la cena.
Que te hemos pillado, David Bowie, que te hemos pillado… Chavalín.
(Cuchillo)
Es el pequeño de los Cubillo Brothers. Nació en 1991, en el mismo Bilbao, es más de salado que de dulce y acostumbra a disociar, con lo cual cambia de apariencia física con frecuencia. Como Robert de Niro antes de rodar Toro Salvaje, pero a lo tonto, por la cara. Él es más de toro tataki. Aprendió pronto que Dow Jones no es un cantante, le incomoda la fama de criticón, pues siempre ha sentido simpatía por el débil, y una máxima guía su proceder: «más vale que zozobre, que no que zofarte…». Católico practicante, que no celebrante, en su bautizo el párroco ofició vestido de Elvis, cantó himnos y salmos, y entonó el ‘Burning Love’. Vio la luz el día que se fotografió con Ferran Adrià y el de L’Hospitalet de Llobregat le puso una mano sobre el hombro al tiempo que decía: «Cuchillo, la gastronomía es el nuevo rock and roll». Amén.
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