Queso Philadelphia. Queso para el recuerdo
El pasado jueves me reencontré con mi infancia en la sección de lácteos de mi Eroski Center. Ver la tarrina que envuelve ese delicioso y asequible queso blanco y blando me recordaba a los bocatas, de media barra, que me hacía mi padre para comer en el joslasaldia de la que entonces era mi ikastola. Envuelta por el recuerdo decidí comprar no sólo un envase de Philadelphia clásico, sino también queso especial para ensalada de la misma marca, pensando que, puesto que estoy a dieta, alegraría algo las tristes ensaladas que me meto entre pecho y espalda.
No me decepcionó. Seguía siendo tan basto y sinsorgo como lo era antes; eso sí, lleno de recuerdos que pasaban por mi cabeza al mismo tiempo que degustaba, una y otra vez, el queso con tomate de ensalada que me había preparado mi marido.
En ese mismo momento me fijé en que, a pesar de que habían pasado los años y había cambiado lo que acompañaba a la crema de queso, estaba claro que aún era un hombre el que me preparaba la comida. Los dos hombres que odian el Philadelphia me preparan aquella crema prefabricada y con valor culinario cero, que a ellos tanto les disgusta, por el solo cariño que me tienen y para ver cómo disfrutaba y disfruto comiéndolo.
(el queso le trae buenos recuerdos a Eider)
Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Tras firmar durante 15 años en el diario El País, entre 1997 y el ERE de 2012, Igor Cubillo ha logrado reinventarse y en la actualidad dirige la web Lo que Coma Don Manuel y escribe de comida y más cuestiones en las publicaciones Guía Repsol, GastroActitud, Cocineros MX, 7 Caníbales, Gastronosfera y Kmon. Asimismo, vuelve a firmar en El País y es responsable de Comunicación de Ja! Bilbao, Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor. También ha dirigido todas las ediciones del foro BBVA Bilbao Food Capital y fue responsable de la programación gastronómica de Bay of Biscay Festival.
Vagabundo con cartel, se dobla pero no se rompe, hace las cosas innecesariamente bien y ya han transcurrido más de 30 años desde que empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Ruta 66, Efe Eme, Ritmo & Blues, Harlem R&R ‘Zine, Bilbao Eskultural, Getxo A Mano (GEYC), DSS2016, Den Dena Magazine, euskadinet, ApuestasFree, eldiario.es, BI-FM y alguna otra trinchera. Además, durante dos años colaboró con un programa de Radio Euskadi.
Como los Gallo Corneja, Igor es de una familia con fundamento que no perdonaría la cena aunque sonaran las trompetas del juicio final, si es que no han sonado ya. Sostiene que la gastronomía es el nuevo rock and roll y, si depende de él, seguiréis teniendo noticias de este hombre al que le gusta ver llover, vestirse con traje oscuro y contar historias de comida, amor y muerte que nadie puede entender. Eso sí, dadle un coche mirando al sol, una guitarra y una canción, una cerveza y rock and roll, y no le veréis el pelo más por aquí.
Tiene perfil en Facebook, en LikedIn, en Twitter (@igorcubillo) y en Instagram (igor_cubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF.
Philadelphia rules dude
yo últimamente desayuno tostas con philadelphia (bueno alterno con mantequilla Real -de Soria-) … fanática!