La Arena (Niembro). El chiringuito de la playa de Toranda

Publicado por dicky del hoyo en Asturias, Destacado, Llanes | 3 comentarios

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Toranda es la otra playa de Niembro. Al contrario que Torimbia, la más famosa, nudista o no,  la que sale en todos los reportajes y a la que no se puede acceder por automóvil, en Toranda, en verano, habilitan un prau para que los comodones puedan dejar el coche en la misma orilla. Es una pequeña playa rodeada de campas y vacas, muy familiar y con unos entornos rocosos realmente bellos.

La arena es fina de color blanco y sin casi piedras. Una arena que solemos asociar con el Caribe, pero encontrar allí  una playa tan bella y tan limpia es complicado. Se lo dice la experiencia (astur y caribe).

Toranda suele tener escaso oleaje y cuenta con unos preciosos fondos para bucear, repletos de peces, sepias y pulpos. Mucha gente practica en los pequeños islotes frente a la playa la pesca submarina, pero con unas gafas de buceo y un tubo te ves transportado al Mar Rojo sin salir de Asturias. Eso sí, el agua, salvo un par de meses de verano, es sólo para los no frioleros.

Las aguas más que transparentes son pristinas. Esta playa la gente también la conoce en la zona como la «Playa de Niembru». En verano yo os daría un consejo, dejar el coche sin entrar al pueblo y dar un paseo de 300 metros. Aparte de conocer Niembro y sus bellas casas, evitaréis meteros en un embudo de carretera.

Y el chiringuito es el plus que desde julio hasta septiembre hace que esta playa sea perfecta. Es evidente  que nadie acude a un chiringuito playero a degustar alta gastronomía, pero aquí se esfuerzan y suelen acertar. Sus paellas de marisco (16 euros), sólo por encargo, son irregulares, aunque en la mayor parte de las ocasiones suelen tener un nivel más que aceptable. La carta no es muy larga, como es normal, pero si tuviéramos que elegir nos quedaríamos con las ensaladas, que al ser consumidas en verano y ser suministradas por productores de la zona nos saben más que buenas. Y, por lo demás, los platos habituales de un chiringuito de playa; a saber, los huevos, el lomo y los bocatas variados. Y los precios razonables, no se suben demasiado a la parra. Allí te puedes encontrar mesa con mesa con secretarios generales de partidos socialistas asiduos de la zona y con lo más granado de la zona.

Lo repetimos, nadie va a  un chiringuito a por delicatessen o por su amplia bodega. Aquí subes de la playa, te quitas la arena de los pieses, te tomas una cerveza, disfrutas de las vistas, te olvidas de las prisas y simplemente disfrutas. Y, si ya quieres estar en un momento zen, el chiringuito te ofrece noches tributo, grupos que homenajean a sus bandas preferidas los viernes por la noche. Esta semana fueron los Beatles y el próximo 19 de julio a Sabina le darán las diez y las once junto a la arena. Además, durante el verano, habrá teatro, monólogos y presentaciones literarias. Por si esto fuera poco, la gerencia destaca, en recientes declaraciones a la prensa local, que sus mojitos son solidarios. «Los realizamos con ron ecológico para ayudar a ese tipo de empresas». Yo, platónico-enamoradizo a primera vista, también añadiría como aliciente a la bella camarera morena, pero eso, amigos, no está en el menú.

Así que disfrutemos del verano, los que puedan, y let it be.