Diez errores que no deberías cometer en una cena de empresa (o sí, tú mismo).
De acuerdo, eres uno o una de los cien afortunados/as que tiene empleo por cuenta ajena en España a finales del presente año. Eres un ave rara, y la rareza ya llega hasta extremos insospechados porque tu empresa, además de pagarte un sueldo, ha decidido invitarte a una cena de empresa. ¡Qué nervios! ¿Qué hago ahora? ¿Cómo me comporto? Soy natural y hago lo que me apetezca, o directamente conservo el puesto de trabajo hasta el año que viene.
Si estás acongojado ante esa cita ineludible, presta atención. Yo consejos vendo aunque para para mí no tengo. En base a mi amplia experiencia de errores y horrores, estos son los diez fallos que no deberías cometer en una cena de empresa.
1.- No ir.
El error de base. De acuerdo. Tus jefes son unos sobraos, te han maltratado y aprovechándose de la reforma laboral del PP, ese gran hito de la Humanidad en palabras de la Botella, te han rebajado el sueldo a la mitad. Estás más cabreado que la mona chita. Pero no ir no es una opción. Vas a quedar como el raro de la oficina y, además, vas a perder la oportunidad de comer gratis lo que, visto el panorama, y al paso que vamos, será a lo único que llegaremos como contraprestación a nuestro trabajo.
2.- Ir vestido como un patán.
Dress Code, please. Está bien, trabajas en una empresa de informática, vas con sandalias a la oficina hasta en enero y normalmente te cambias de gayumbos cuando empiezan a adherirse peligrosamente a tu piel. Eres un tipo de lo más natural. Pero, ¿no crees que ha llegado el momento de vestirte como un ser humano? Es sólo una noche, pero la ocasión lo requiere. Y quién sabe, igual hasta ha llegado el momento de afeitarte el movember, que, por si no te has dado cuenta, ya estamos en december.
3.- Emborracharte como un mirlo.
En realidad, esta debería ser la primera advertencia a respetar. No te digo que no bebas un poco para relajar ese pánico social que experimentas cuando tienes que hablar con un ser humano y no tienes al guasap de intermediario. Lo que te digo es que no te desplomes comatoso a los postres, o que no insultes con voz aguardentosa al jefe, o acabes vomitando la comida en la mesa. Todo con moderación es bastante más divertido. Por supuesto, si bebes no conduzcas, que para eso están los taxis (para cobrarte lo que te has ahorrado en la cuenta de la cena).
4.- No comas como si no hubieras salido nunca de casa.
Reglas básicas: no juegues con la comida, ni comas con la boca abierta, no bebas sorbiendo o haciendo ruido. Muchos os diréis que esto es tan básico que es innecesario contarlo. No lo es, creedme. Una pista para los perdidos; recordad estas siglas: BMW. Bread on the left, meal in the middle, and water to the right. Que en cristiano quiere decir que tu pan es el de la izquierda, tu comida lo que tienes en medio y el agua a la derecha. De nada
5.- No hablar de política ni de religión en la cena.
En realidad, para eso se ha inventado Sálvame de Luxe, para darnos temas de conversación que no acaben en una carnicería. Si, además, tu cena tiene lugar en el País Brusco, nada mejor que hablar del tiempo.
6.- No criticar la comida.
Puede que la cena sea cutre pero, reitero, es gratis. Además, encontrar sitio estos días es una tarea asaz imposible, salvo que se programe con meses de antelación. No seas malage y no critiques el lugar ni los platos, y menos delante del organizador del evento. Y, si no, la próxima la organizas (y la pagas) tu bisbo.
7.- Nada de sexo (o, en su defecto, sólo la puntita).
Estamos de acuerdo en que la oficina mixta es un caldo de cultivo para la pasión y la infidelidad. Más que nada por aquello de la comodidad. Nuestras compañeras/os de trabajo son los/las que tenemos más a mano y, en muchos casos, los/las únicos/as a tiro. Así que esas tensiones sexuales no resueltas suelen tener remate en las cenas de empresa. Salvo que lo tengas muy claro, date cuenta que de esos polvos vendrán lodos no deseados en los que tendrás que chapotear durante los próximos meses o años. Y, por supuesto, por atractiva que sea tu jefa, olvídate del asunto. Mira lo que le paso al pobre Michael Douglas en Acoso.
8.- No monopolizar la conversación.
Muestra interés en los otros. Ya sé que es complicado, porque nadie tiene una vida tan apasionante como la tuya, pero te voy a dar un consejo infalible que me agradecerás con los años: el tema preferido de los otros son ellos mismos. Así que, si quieres tener la gracia y el carisma de James Bond en Casino Royale, limítate a asentir educado y a inquirir por la vida de quien tengas más a mano. Además, si él o ella no han seguido nuestros consejos, y se han mamado, descubrirás interesantes secretos que podrás utilizar en su contra más adelante.
9.- No hablar mal de los jefes o de los compañeros.
(Leer el anterior consejo) No te puedes hacer una idea de la cantidad de chivatos que, por el puro placer de la delación, te pondrán en un aprieto al día siguiente. Si las oficinas fueran una prisión turca, más de un chota acabaría con un punzón clavado en el culo. Así que cuidadín.
10.- Y no pienses que esto es una fiesta.
Es trabajo, y deberías comportarte como si estuvieras en tu horario laboral. Si todavía no lo tienes claro, piensa en una cena muy desfasada con tus amigotes y haz exáctamente lo contrario. Y, por supuesto, no acabes desnudo ni bailando un lap dance junto con una rubia moldava en la barra de un prostibulo en la recta de Ugarte. Eso suele acabar mal. Muy mal. Le pasó a… un amigo y me lo contó y ahora voy yo y te lo cuento.
¿Ya se ha acabado? ¿Y el móvil? ¿Qué marca el protocolo y el ceremonial que debemos hacer con el móvil en una cena de empresa? Tranquilos. Don Manuel tiene respuesta para todo. Ahí os va, en croquis, para que os quede clarinete.
Periodista, multitarea, en red desde bastante antes de Internet. Le ha dado y le da a todos los palos de la comunicación: cultura, política, nuevas tecnología, prensa, radio, televisión e Internet. Aunque es del mismo centro de Bilbao es un poco Zelig por los afectos y se mimetiza perfectamente, allá por donde va, con el paisaje y el paisanaje. Cree que a este mundo hemos venido para disfrutar y en eso se empeña, sólo o en compañía de otras. La comunicación gastronómica es sólo una excusa para pasarlo bien y dárselas de connosieur.
@zuloko en twitter
Periodista, con especialización en nuevas tecnologías de la información, redes sociales, relaciones públicas, gabinetes de comunicación, Internet y vídeo.
Licenciado en Periodismo por la Universidad del País Vasco. Postgrado en Mecanización de la Información promovido por la Unión Europea. Estudios de Filología Inglesa.
Formación en multimedia, diseño web y gestión de empresas.
Radio Euskadi: redactor de informativos y director del programa especializado en nuevas tecnologías «Frontera Azul», galardonado con el premio MTV.
Radio Nacional de España: director de «A primera hora». Corresponsal de las revistas del grupo editorial Heres.
Euskal Telebista: redactor del magazine cultural «Vasta con Uve». Responsable del departamento de Publicidad de la televisión local Tele Donosti.
Sección de Internet y Multimedia de grupo audiovisual vasco Desarrollo de proyectos: deusto.tv , sitio web de la Fundación Buesa y otros.
Asesor de prensa en cosas. ¿Qué cosas? ¿cosas de gobierno? Sí, Peter, cosas del gobierno.
Orgulloso miembro (con perdón) del club de remo Kaiku (cuando ganaba). Hago karate (Shotokan) y subo montes y montañas y cojo olas. In the mood for love.
13 Comentarios
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Trastornao!!!
muy cierto!
Yo este año no he tenido una cena de empresa como tal, que no había dinero! Pero bueno un día al salir del trabajo nos pasamos unos cuantos por Ginos, y con un menú de grupos que vimos que tenían, cenamos de maravilla!!Nada que envidiar a las cenas con el jefe de otros años!!
Muy buenos los consejos, a ver si los sigo a rajatabla porque no me gustaría ser la comidilla de toda la oficina al día siguiente…. qué horror…!!!
Eh! Sugar no, baby! gracias por acercarte por la WEG; como ves siempre tratando de llevar a el agua al molino nuevo 🙂
Jajaja!! Adelante!! Lo hacéis genial
Muy bueno, Dicky¡¡ Me he reído un rato. Lo comparto. Un abrazo¡¡
jajaja
maravilloso.. ya me daréis consejos para ir a una comida de empresa en la que eres la única mujer… 😉
Pimienta en spray..
Jajajajaja muero con la última foto. Comparto el decálogo ahora mismo, brillante!
Qué foto, la del reno Bernardo o la del camino recto?? Merry Xmas, Mary & Pat
Genial!!! jajaja!! meri crismas, Manueles 🙂