Tsi Tao (Donostia). El cuento chino de los restaurantes japoneses
Me gusta comer sushi, desde luego. De hecho, el arroz es una de mis debilidades. Y cuando ingiero tempura por el ancho mundo tengo la impresión de que como sano sanote, sin reparar en la calidad del aceite ni en su posible sobreutilización. Quizá por eso me gustan los restaurantes japoneses, además de por ofrecer la posibilidad de comer con palillos chinos. Pero el hecho de que me gusten no implica que esté dispuesto a pagar cualquier precio por sentarme en sus mesas. O que lo haga a gusto. De hecho, la idea principal que quiero transmitir aquí es que, por lo general, me parecen excesivamente caros. Se pasan. Entiendo que amparados en la coartada del exotismo, no ya de la calidad de sus ingredientes o la dificultad de sus preparaciones.
Digo esto con la base de mis visitas a Shibui Bilbao, donde nunca pago menos de 60 euros. Demasiado. Y tras mi reciente visita al Tsi Tao donostiarra, local que pretende aunar cocina japonesa, vietnamita, tailandesa y china, y donde lo mejor fue la compañía de mi hermana sister y mi cuñado, junto al placer de tomar un rico txakoli de Bizkaia a orillas del Urumea, frente al Kursaal. Aunque el camarero lo escanciase como un campeón. ¿¡¿Dónde vas?!? El txakoli de Bizkaia no se escancia. Es un vino en toda regla. ¿Acaso escanciarías un albariño? Pues eso. Y sírvanlo en copa, plis, no en vaso de sidra.
La verdad es que el apartado cristalería no lo descuidaron en Tsi Tao, pero sí me quedó la sensación de haber comido en un chino muuuuuuuuy caro. Y eso que dosificamos y optamos por compartir dos menús degustación, a los que sumamos una ración de maki (seis piezas, 10,95 euros) y otra de tempura de verdura (10,40). Ya ven, eso más la botella de Itsasmendi (11,80; un buen precio), un litro de agua (3,85; un precio prohibitivo) y dos cafés (2,40 euros, cada uno): 108’96 euros. 36,32 por cabeza, compartiendo. Y sin obtener mucha más satisfacción de la que nos acostumbran a procurar algunos buenos chinos (como el Restaurante Lakua, en Vitoria) por menos de 10 euros.
El menú degustación de Tsi Tao
Les diré en qué consiste el menú degustación de 30 euros + IVA (tienen otro de 35-36), sin bodega. Un pequeño rollito de marisco, otro vietnamita y un tercero de solomillo al curry. ¿Saben? No era sencillo distinguir uno de otro, señalar cual era cada cual, cual tenía cada relleno. A continuación, media ración (el mínimo es dos comensales, dos menús, para poder compartir platos; no hay menú degustación para una persona) de ensalada de fideos transparentes con vieiras, un batiburrillo dulce y ligeramente avinagrado en el que los moluscos, de estar presentes, pasan desapercibidos. Supongo que se preguntarán, ¿qué coño hago yo aquí?
Luego toca compartir arroz salteado con salmón y gambas, presentado en un cesto de los que, creo, utilizan para cocinar al vapor. Rico, la verdad. ¿Les he dicho que el arroz es una de mis debilidades? Y la cosa sigue con media de pato al curry rojo, correcto el sabor y divertido el movimiento del acompañamiento, y otra media de solomillo en tacos al wok. Mi concepto de solomillo, al menos de su preparación, dista mucho del que parecen tener el chino Pomen Jin y su esposa JackyHoamg, pero he de decir que a mis acompañantes les encantaron los cuadraditos de carne, acompañados de brócoli y embadurnados en el clásico mejunje denso y algo viscoso. Como cierre, sorbete de mandarina al cava.
Por lo que pagamos, lástima haber desechado la idea de cenar en una sidrería. Lo dicho, a mi entender, un cuento chino. O japonés. Y más tras ver que la cuenta, la dolorosa, iba encabezada por la presuntuosa leyenda «Camino recto hacia el conocimiento gastronómico». Ya puestos, podían empezar por conocer cómo se sirve el txakoli…
(cuchillo)
Paseo de Salamanca, 1; 20003 Donostia-San Sebastián (Gipuzkoa)
943 42 42 05
Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Tras firmar durante 15 años en el diario El País, entre 1997 y el ERE de 2012, Igor Cubillo ha logrado reinventarse y en la actualidad dirige la web Lo que Coma Don Manuel y escribe de comida y más cuestiones en las publicaciones Guía Repsol, GastroActitud, Cocineros MX, 7 Caníbales, Gastronosfera y Kmon. Asimismo, vuelve a firmar en El País y es responsable de Comunicación de Ja! Bilbao, Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor. También ha dirigido todas las ediciones del foro BBVA Bilbao Food Capital y fue responsable de la programación gastronómica de Bay of Biscay Festival.
Vagabundo con cartel, se dobla pero no se rompe, hace las cosas innecesariamente bien y ya han transcurrido más de 30 años desde que empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Ruta 66, Efe Eme, Ritmo & Blues, Harlem R&R ‘Zine, Bilbao Eskultural, Getxo A Mano (GEYC), DSS2016, Den Dena Magazine, euskadinet, ApuestasFree, eldiario.es, BI-FM y alguna otra trinchera. Además, durante dos años colaboró con un programa de Radio Euskadi.
Como los Gallo Corneja, Igor es de una familia con fundamento que no perdonaría la cena aunque sonaran las trompetas del juicio final, si es que no han sonado ya. Sostiene que la gastronomía es el nuevo rock and roll y, si depende de él, seguiréis teniendo noticias de este hombre al que le gusta ver llover, vestirse con traje oscuro y contar historias de comida, amor y muerte que nadie puede entender. Eso sí, dadle un coche mirando al sol, una guitarra y una canción, una cerveza y rock and roll, y no le veréis el pelo más por aquí.
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- Restaurante Mandarín (Getxo). Sí hay menú, oigan | LO QUE COMA DON MANUEL - [...] Lo descubrí hace un par de semanas, mascando la soledad. Navegaba a la deriva en un mar de dudas…
Totalmente de acuerdo , GRAN DECEPCION EN EL TSI TAO