Casa da Igreja (Cacela Velha). La tasca más casta del lugar
Tenemos un viejo propósito: cenar una buena cataplana en Cacela Velha, coqueto pueblo del Algarve portugués cuyo colorido desconocemos, pues siempre hemos acudido allí de noche. No especialmente tarde, aproximadamente a las 21:30 (tengan en cuenta que en el país vecino es una hora menos) lo suficiente para quedarnos sin hacer fotos y para que los restaurantes más vestidos nos negaran el pan, la sal y la cataplana, pues estaban a puntito de cerrar la cocina. Ese horario europeo…
En fin, el caso es que la última vez nos negamos a volver al apartamento con el estómago vacío y optamos por sentar nuestras posaderas en los austeros asientos de Casa da Igreja, el restorán más jatorra, más casta del lugar. Pequeño, desprovisto de todo lujo y un pelín desvencijado, la clave para disfrutarlo consiste en dejar todo falso elitismo y pretensión en el umbral de entrada y entregarse a la charla y la masticación. Así será difícil poner pegas a un canto a la sencillez que no deja tocado el bolsillo. 6,50 euros cobran por una ración de jamón de trazo grueso y que no ha visto una bellota ni por televisión. Lo esperado, dado el precio. Siete por unas riquísimas coquinas. 12 por las almejas. 5,50 por un chorizo al infierno que no es ninguna delicatessen, pero a los niños les gusta verlo arder sobre la misma mesa, donde los acelerados camareros le prenden fuego. 15 euros las «gambas fritas», gruesas y sabrosas. Tres por un poco de queso de oveja. 11,50 por una botella de alvarinho. 60 céntimos cada botella de agua. Otros 60 céntimos cada café (yo emigro…). En suma, salvo la imposibilidad de pagar con tarjeta de crédito, todo bien. Buena relación calidad precio en su breve carta, un folio arrugado protegido por un plástico. Y en verano existe la posibilidad de comer en una terraza penumbrosa, con sus manteles de papel y cierta desatención que no hace mella en el ánimo en noches templadas como la que nos tocó. ¿Quién tiene prisa?
(igor cubillo)
Largo da Igreja – Cacela Velha; 8900-019 Vila Nova de Cacela
289 952 126
Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Tras firmar durante 15 años en el diario El País, entre 1997 y el ERE de 2012, Igor Cubillo ha logrado reinventarse y en la actualidad dirige la web Lo que Coma Don Manuel y escribe de comida y más cuestiones en las publicaciones Guía Repsol, GastroActitud, Cocineros MX, 7 Caníbales, Gastronosfera y Kmon. Asimismo, vuelve a firmar en El País y es responsable de Comunicación de Ja! Bilbao, Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor. También ha dirigido todas las ediciones del foro BBVA Bilbao Food Capital y fue responsable de la programación gastronómica de Bay of Biscay Festival.
Vagabundo con cartel, se dobla pero no se rompe, hace las cosas innecesariamente bien y ya han transcurrido más de 30 años desde que empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Ruta 66, Efe Eme, Ritmo & Blues, Harlem R&R ‘Zine, Bilbao Eskultural, Getxo A Mano (GEYC), DSS2016, Den Dena Magazine, euskadinet, ApuestasFree, eldiario.es, BI-FM y alguna otra trinchera. Además, durante dos años colaboró con un programa de Radio Euskadi.
Como los Gallo Corneja, Igor es de una familia con fundamento que no perdonaría la cena aunque sonaran las trompetas del juicio final, si es que no han sonado ya. Sostiene que la gastronomía es el nuevo rock and roll y, si depende de él, seguiréis teniendo noticias de este hombre al que le gusta ver llover, vestirse con traje oscuro y contar historias de comida, amor y muerte que nadie puede entender. Eso sí, dadle un coche mirando al sol, una guitarra y una canción, una cerveza y rock and roll, y no le veréis el pelo más por aquí.
Tiene perfil en Facebook, en LikedIn, en Twitter (@igorcubillo) y en Instagram (igor_cubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF.
Em 39 anos não se modificou nada no ambiente desse restaurante.
Os clientes gostam como se atende nesta casa. Obrigado