La Sifonería (Cangas de Onís) Los mejores quesos y la sartén como para Javi y Nachón
Hay dos Asturias, la del Mar y la de la Montaña. Una que mira a la costa y otra que escala riscos, la que se pierde entre parques Naturales de insólita belleza, listos para ser descubiertos y mucho menos visitados que los arenales. Para aquellos que se quejan de destinos masificados, la cura, sin duda, es visitar Asturias y, si se deciden a andar que, como dijo Cuchillo en la conferencia que recientemente moderó, es algo bueno para el corazón y para las piernas (Encarna), su meta será visitar los parajes de Picos de Europa. Y, si han tomado esa decisión, nada será mejor que su campamento base se sitúe en Cangas de Onís.
Cangas de Onís es destino turístico montañero y también religioso y cultural. No en vano, allá por el año 722, un señor muy testarudo y cabezón, llamado Pelayo, inició la Reconquista de la Península Española desde Covadonga, donde lideró una batalla o escaramuza que cambiaría la historia y que permite a los asturianos decir, de manera socarrona, eso de que «Asturias es España y lo demás tierra conquistada».
El caso es que, como hemos dicho, Cangas de Onís, la ciudad y el Concejo, tienen atractivos suficientes para merecer una visita e incluso unas vacaciones. Y desde un tiempo a acá se nos ha puesto muy guapo el centro de Cangas, con calles peatonalizadas, comercio enfocado a lo gastronómico (del que hablaremos en otra ocasión) y locales de restauración que han brotado como setas. Este largo verano ha sido propicio para las terrazas. Y eso es la Sifonería, además de ser bar- restaurante, como lo anuncian, y un lugar donde oficia el simpático Celso, dueño del negocio, y que atienden con profesionalidad y cariño camareras muy profesionales y cercanas.
Se llama la Sifonería porque, claro, antes vendían sifones y esa parafernalia se mantuvo con una exposición permanente de los sifones y de la maquinaria. Es, por lo tanto, un museo, es un local auténtico, y por lo que hemos visto cuando hemos acudido, también es el chigre más animado de todo el pueblo aunque sea un sitio pequeño.
Así que, si no llueve, el plan es sentarse en la terraza y pedir, sin dudarlo, una tabla de quesos (13 euros) , que tienen fama, porque sus proveedoresles les surten del mejor mejor Gamoneu (patrimonio Inmaterial de la Humanidad,¡ya!) de Cabrales y del Casín, una maravilla. Y por supuesto, del picor del Afuega’l pitu, de la variedad «trapu roxu» con pimentón picante y que es un queso, que debidamente publicitado, alcanzaría fama mundial. Asturias es la tierra de los mil quesos, y nos gusta.
La verdad es que con la tabla y un par de sidras (botellas, no vasos) es para quedarse satisfecho y en un estado zen de lo mas prestoso, pero desafiando al destino, al wyrd y al fatum la última vez también pedimos la «Sartén como pa’ Javi y Nachón» (13 euros). Como nada reta más a uno de esta zona que le digan eso de que “a que no hay…” y que ese nombre plato nos retó (y mucho) pensamos «si se la comen el tal Javi y Nachón, nosotros no vamos a ser menos. La sartén, para compartir, eso sí, está compuesta por patatas con huevos y jamón. Dos Señores Huevos, de las pitas de la zona y sabroso jamón al que hace una cama una enorme cantidad de patata cortada en panadera.
Sabemos que hay postres y también, en la carta, laterío fino y revueltos y carnes de la zona pero nuestro límite nunca llega a extremos de Gargantúa, y con eso nos conformamos, con eso y con subir un par de montañas, para bajar la comida, osea.
La Sifonería
Calle San Pelayo, 28; 33550 Cangas de Onís (Asturias)
985 849 055
Las dos visiones de la batalla de Covadonga , así son las cosas y así se las hemos contado
La Crónica Andalusí
Dice Isa Ibn Ahmand al-Raqi que en tiempos de Anbasa Ibn Suhaim al-Qalbi, se levantó en tierras de Galicia un asno salvaje llamado Belay [Pelayo]. Desde entonces empezaron los cristianos en al-Ándalus a defender contra los musulmanes las tierras que aún quedaban en su poder, lo que no habían esperado lograr. Los islámicos, luchando contra los politeístas y forzándoles a emigrar, se habían apoderado de su país hasta que llegara Ariyula, de la tierra de los francos, y habían conquistado Pamplona en Galicia y no había quedado sino la roca donde se refugia el rey llamado Pelayo con trescientos hombres. Los soldados no cesaron de atacarle hasta que sus soldados murieron de hambre y no quedaron en su compañía sino treinta hombres y diez mujeres. Y no tenían que comer sino la miel que tomaban de la dejada por las abejas en las hendiduras de la roca. La situación de los musulmanes llegó a ser penosa, y al cabo los despreciaron diciendo «Treinta asnos salvajes, ¿qué daño pueden hacernos?». En el año 1336 murió Pelayo y reinó su hijo Fáfila. El reino de Belay duró diecinueve años, y el de su hijo, dos.
Crónica de Al-Maqqari
La Crónica Cristiana
Alqama entró en Asturias con 187.000 hombres. Pelayo estaba con sus compañeros en el monte Auseva y que el ejército de Alkama llegó hasta él y alzó innumerables tiendas frente a la entrada de una cueva. El obispo Oppas subió a un montículo situado frente a la cueva y habló así a Pelayo: «Pelayo, Pelayo, ¿dónde estás?». El interpelado se asomó a una ventana y respondió: «Aquí estoy». El obispo dijo entonces: «Juzgo, hermano e hijo, que no se te oculta cómo hace poco se hallaba toda España unida bajo el gobierno de los godos y brillaba más que los otros países por su doctrina y ciencia, y que, sin embargo, reunido todo el ejército de los godos, no pudo sostener el ímpetu de los ismaelitas, ¿podrás tú defenderte en la cima de este monte? Me parece difícil. Escucha mi consejo: vuelve a tu acuerdo, gozarás de muchos bienes y disfrutarás de la amistad de los caldeos». Pelayo respondió entonces: «¿No leíste en las Sagradas Escrituras que la iglesia del Señor llegará a ser como el grano de la mostaza y de nuevo crecerá por la misericordia de Dios?». El obispo contestó: «Verdaderamente, así está escrito». […] Tenemos por abogado cerca del Padre a Nuestro Señor Jesucristo, que puede librarnos de estos paganos […]. Alqama mandó entonces comenzar el combate, y los soldados tomaron las armas. Se levantaron los fundíbulos, se prepararon las hondas, brillaron las espadas, se encresparon las lanzas e incesantemente se lanzaron saetas. Pero al punto se mostraron las magnificencias del Señor: las piedras que salían de los fundíbulos y llegaban a la casa de la Virgen Santa María, que estaba dentro de la cueva, se volvían contra los que las disparaban y mataban a los caldeos. Y como a Dios no le hacen falta lanzas, sino que da la palma de la victoria a quien quiere, los caldeos emprendieron la fuga…
Crónica de Abelda
Periodista, con especialización en nuevas tecnologías de la información, redes sociales, relaciones públicas, gabinetes de comunicación, Internet y vídeo.
Licenciado en Periodismo por la Universidad del País Vasco. Postgrado en Mecanización de la Información promovido por la Unión Europea. Estudios de Filología Inglesa.
Formación en multimedia, diseño web y gestión de empresas.
Radio Euskadi: redactor de informativos y director del programa especializado en nuevas tecnologías «Frontera Azul», galardonado con el premio MTV.
Radio Nacional de España: director de «A primera hora». Corresponsal de las revistas del grupo editorial Heres.
Euskal Telebista: redactor del magazine cultural «Vasta con Uve». Responsable del departamento de Publicidad de la televisión local Tele Donosti.
Sección de Internet y Multimedia de grupo audiovisual vasco Desarrollo de proyectos: deusto.tv , sitio web de la Fundación Buesa y otros.
Asesor de prensa en cosas. ¿Qué cosas? ¿cosas de gobierno? Sí, Peter, cosas del gobierno.
Orgulloso miembro (con perdón) del club de remo Kaiku (cuando ganaba). Hago karate (Shotokan) y subo montes y montañas y cojo olas. In the mood for love.
Que lástima que todo esto me quede tan lejos…
No está tan lejos y si alguna vez os animáis a pasaros llamad y nos tomamos unas sidras
¿Cuándo dices que vamos? me he enamorado de esa tabla…. y de Asturias, claro! 😉
Tenemos que organizar un campus gastro-bloguero, en serio… Con actividades como escanciado de sidra, visita a los pastores y rutas p’hacer jambre 🙂