Bienvenidos a La Mordida (Madrid)
Recuerdo que cuando visité la península del Yucatán la mayoría de las advertencias iban dirigidas a que procurara pasar lo más desapercibido posible (¡¡con estas patillas!!), para evitar la mordida de los policías locales, esa suerte de chantaje que se inflinge al turista amparada en la sensación de desprotección e incertidumbre que procura el dejar tras de ti todo un océano. Un rasgo de ‘cuartomundismo’ inaceptable. No obstante, mi amiga María Huidobro ha enviado, para esta sección Bienvenidos, una imagen que remite a una mordida mucho más sugerente, pues los responsables del restaurante en cuestión únicamente recurren al vocablo para contextualizar con precisión una oferta gastronómica que se pretende centrar en comidas y bebidas de México.
La fotografía captura la figura que recibe al comensal en La Mordida, despacho de comida mexicana con cinco sedes en Madrid. Promociona con orgullo producto «100% mexicano», y en su carta no faltan nachos, enchiladas, jalapeños, tiras, fajitas, tacos, frijoles, quesadillas, ni cochinita pibil. No he tenido oportunidad de probar lo que sale de sus cocinas, pero el reclamo ya me resulta atractivo. Cuando visite el Foro, si tengo ocasión, me dejaré caer por ahí con mi t-shirt de los Delta Saints, regalo de Tsustas, un gran amigo al que no se le escapa que me gustan las calaveras mexicanas.
Como dijo Joaquín Sabina, para reír, los amigos; para olvidar, la bebida; para ser feliz, contigo; para todo, La Mordida.
Ándele.
(a veces se le escapa lo de viva México, cabrones, a Cuchillo)
Es el pequeño de los Cubillo Brothers. Nació en 1991, en el mismo Bilbao, es más de salado que de dulce y acostumbra a disociar, con lo cual cambia de apariencia física con frecuencia. Como Robert de Niro antes de rodar Toro Salvaje, pero a lo tonto, por la cara. Él es más de toro tataki. Aprendió pronto que Dow Jones no es un cantante, le incomoda la fama de criticón, pues siempre ha sentido simpatía por el débil, y una máxima guía su proceder: «más vale que zozobre, que no que zofarte…». Católico practicante, que no celebrante, en su bautizo el párroco ofició vestido de Elvis, cantó himnos y salmos, y entonó el ‘Burning Love’. Vio la luz el día que se fotografió con Ferran Adrià y el de L’Hospitalet de Llobregat le puso una mano sobre el hombro al tiempo que decía: «Cuchillo, la gastronomía es el nuevo rock and roll». Amén.
Es el pequeño de los Cubillo Brothers. Nació en 1991, en el mismo Bilbao, es más de salado que de dulce y acostumbra a disociar, con lo cual cambia de apariencia física con frecuencia. Como Robert de Niro antes de rodar Toro Salvaje, pero a lo tonto, por la cara. Él es más de toro tataki. Aprendió pronto que Dow Jones no es un cantante, le incomoda la fama de criticón, pues siempre ha sentido simpatía por el débil, y una máxima guía su proceder: «más vale que zozobre, que no que zofarte…». Católico practicante, que no celebrante, en su bautizo el párroco ofició vestido de Elvis, cantó himnos y salmos, y entonó el ‘Burning Love’. Vio la luz el día que se fotografió con Ferran Adrià y el de L’Hospitalet de Llobregat le puso una mano sobre el hombro al tiempo que decía: «Cuchillo, la gastronomía es el nuevo rock and roll». Amén.
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