Restaurante Peña Castil (Sotres). Rutas montañeras por Picos con final feliz
Caminar, sólo caminar. Caminar por una senda o por un prado. Trepar por un risco, ver más allá de lo que habitualmente es tu horizonte, una pared en un despacho. Por eso subo al monte. Y por eso escalo montañas. Porque están ahí, listas para ser andadas, trepadas. Preparadas, las montañas, para relatarte pasión, frustración, en la mayor parte de las ocasiones, extenuación ante el hecho cierto de que cada año que pasa no podré llegar más alto.
Estos días extraños de marzo del 2014, con un tiempo extraordinario, tras unos temporales que nos han movido la costa, aprovechamos para subir al monte. Por Asturias, claro. ¿Dónde mejor? Dónde, sin gastar un dineral en viajes, puede uno encontrar esos paisajes majestuosos. Sólo con llegar hasta Sotres es suficiente para comenzar rutas por las que, casi sin cruzarte con seres humanos, te llevarán hasta lugares mágicos como la base del Pico Urriellu, el collado de Pandébano o la majada de la Tenerosa. Son rutas en su mayoría aptas para el gran público, desconocidas, como decía para el turismo masificado, que se las pierde mientras nosotros ganamos en tranquilidad y sosiego.
Unos de esos días de marzo, antesdeayer, casi primavera, hicimos camino desde Sotres a Pandébano, lo que viene a ser unas tres horas y media a un paso no muy ligero. No seguimos más arriba, como otras veces, porque había zonas con nieves. No estábamos suficientemente equipados para el paseo por heleros.
Y eso nos sirvió para regresar a Sotres a una hora un tanto tardía para la comida, las tres y media. Así que, sin pensarlo, nos dirigimos a la carrera al Hotel-restaurante Peña Castil. Lo conocemos desde hace más de diez años, sabemos que es una apuesta segura. Comida contundente, sabores recios. En un comedor con ese estilo rural que sólo las casas de montaña astures te pueden dar. Ese día, nos pusieron la mesa sólo para nosotros. Su dueño y factotum es un señor que vive el negocio, que se desvive por sus huéspedes y comensales. Que muestra curiosidad por el visitante y con ganas de mejora. Aunque hacía más de un año que no aparecíamos por allí se acordaba de nosotros. Así que desechó rápidamente nuestras disculpas por presentarnos a deshoras, nos ofreció una sidra que bajó de inmediato la sed que provoca la montaña.
La comida sirvió para llenar el depósito y, desde la balconada donde nos situamos, pudimos disfrutar de las vistas de un Sotres renovado y muy guapo. En primer lugar una destacada ensalada para compartir con rulo de cabra a la plancha, con una cecina espectacular recién llegada desde Tineo. Cecina de vaca, como bien se ocupó de advertirnos el dueño del establecimiento, con un ligero sabor picante a humo, crujiente, sabroso. Una combinación explosiva, acompañada de nueces que dan energía (9 euros).
Después, como uno es de instintos básicos, deseché otras opciones carnívoras entre las que tenía buena pinta el cabrito de los Picos y ataqué directamente el entrecot al cabrales. La pieza, de las vacas astures de montaña que nos habían acompañado durante toda la ruta, era de un tamaño considerable. El sabor, recio, agreste, nada que ver con esos terneritos insápidos que pueblan los platos de la restauración ñoña. La carne de verdad tiene sabor y esta, sola o en compañía del cabrales, explotaba en la boca. Y todo ello acompañado de una generosa ración de patatas fritas, bien hechas, como sólo en Asturias saben hacerlas (13 euros).
Y mi compañera de travesía se decidió por unos pimientos rellenos de bacalao y gambas (7,50 euros) que a ella le gustaron pero que yo, visto lo visto, no hubiera elegido. Hay otros platos más consistentes en la carta como, por ejemplo, el mencionado cabrito ecológico, el cordero guisado también originario de los Picos o la fabada.
Finalizó la comida con una tarta casera de queso con arándanos (4 euros) que estaba francamente bien rematada y luego pasamos directamente al chupito cortesía de la casa,una crema de orujo que nos reanimó lo suficiente para levantarnos de la mesa y con el tiempo justo bajar hasta Benia de Onís a relajarnos en el Spá Maria Manuela (como ven, la manuelada nos persigue). Día redondo, semana redonda. Juego, set y partido.
Hotel-Restaurante Peña Castil
Dirección: Sotres de Cabrales, s/n, 33554 Sotres (Cabrales)
Teléfono: 985 94 50 80
Bibliografía de la zona para saber más
Coquel, Robert, and Rosa Rodriguez. «Palynology of the Picos De Europa and Puentellés Formations in the Picos De Europa Area (Upper Carboniferous, Northwest Spain).» Review of Palaeobotany and Palynology 80.1-2 (1994): 65-74. Print.
Martín, Ramón. Picos De Europa. Madrid: Anaya Touring Club, 2005. Print.
Ortega, Ángel Fernández. Base Del Picu Urriellu: Sotres-Vega De Urriellu (Picos De Europa). Oviedo: Nobel, 2005. Print.
Periodista, con especialización en nuevas tecnologías de la información, redes sociales, relaciones públicas, gabinetes de comunicación, Internet y vídeo.
Licenciado en Periodismo por la Universidad del País Vasco. Postgrado en Mecanización de la Información promovido por la Unión Europea. Estudios de Filología Inglesa.
Formación en multimedia, diseño web y gestión de empresas.
Radio Euskadi: redactor de informativos y director del programa especializado en nuevas tecnologías «Frontera Azul», galardonado con el premio MTV.
Radio Nacional de España: director de «A primera hora». Corresponsal de las revistas del grupo editorial Heres.
Euskal Telebista: redactor del magazine cultural «Vasta con Uve». Responsable del departamento de Publicidad de la televisión local Tele Donosti.
Sección de Internet y Multimedia de grupo audiovisual vasco Desarrollo de proyectos: deusto.tv , sitio web de la Fundación Buesa y otros.
Asesor de prensa en cosas. ¿Qué cosas? ¿cosas de gobierno? Sí, Peter, cosas del gobierno.
Orgulloso miembro (con perdón) del club de remo Kaiku (cuando ganaba). Hago karate (Shotokan) y subo montes y montañas y cojo olas. In the mood for love.
Pintaza!
Que envidia, desde el principio hasta el final, ENVIDIA.
Me encanta Asturias, el montañismo y la gastronomia!!!!ENVIDIA.