Igor Paskual. ‘Bebemos’
El Campari, solo. El vermú, con ginebra. El bitter, Cinzano. El vino, tinto. La cerveza, de trigo. El txakoli, de Bizkaia. El ron, Zacapa 23, un dedal. El licor, de café. Brandy, Cardenal Mendoza o Gran Duque de Alba, el que esté mejor de precio. Whisky, únicamente Lagavulin. El valenciano, sobre la mesa. Lo han adivinado, no como entre bebidas.
Doy dos tragos y me siento más sociable. Incluso más atractivo. Se me quitan los nervios a la hora de empuñar el volante. Se me suelta la lengua y no tengo reparos a la hora de acercarme a ese bombón que llevo precisamente horas y más horas admirando en la distancia. Y qué me dicen de la audacia, me tomo tres gintonics y lo mismo me descuelgo por una fachada que ceno en McDonald’s.
Los que miran por su salud no perdonan la cerveza, diurética y de gran poder antioxidante; ni el vino, que beneficia al corazón; ni el cognac, que combate el resfriado; ni mucho menos el whisky, que mantiene a ralla la hipertensión arterial. Algunos habrá a quienes les atraigan sus propiedades organolépticas, más allá de los vapores etílicos. Hay quien termina la botella para no pensar en él, o en ella. Y mi hermano brother dice que bebe «para maridar con las viandas».
Cada cual tiene su razón particular, pero el hecho es que bebemos. Lo cantaba Igor Paskual en ‘Equilibrio inestable’ (Pop Up), estreno solista donde celebra el amor a golpe de bloody Mary y desayuna croissant y champagne. Y lo pregonó a los cuatro vientos en el videoclip de ‘Bebemos’, nuevo Momento Musical de LQCDM, Premio AMAS 2013, rodado en el Camdem Bar gijonés, bajo dirección de Mario Viñuela y entre amigos que se embotijan, dejan correr sus lágrimas e incluso le atizan. ¿Qué colegas? El cantautor Nacho Vegas, Roberto Nicieza (Pop Up), Jorge Ilegal (su compositor español favorito, según ha confesado), la poetisa Laura Manzano, el trompetista Oscar Ybarra (Pantano, Marlango), Nacho Álvarez (exManta Ray, bar La Plaza), Rafa Kas (miembro de O’Funkillo, fue su profesor de guitarra durante un tiempo), Helena Gil (M de Matilde) y Jorge Alonso (Moonglow). Todos beben. Todos bebemos.
No es una excepción Igor Paskual, mente inquieta, con un punto provocador, cuya voracidad abarca, al menos, música, literatura, fútbol, prensa y enseñanza. Desde que se diera a conocer, al frente de Babylon Chat, banda astur vinculada al glam rock, ha tenido tiempo para consolidarse como escudero de Loquillo, grabar media docena de álbumes con el rocker del Clot, y publicar otro en solitario. Además, ha producido discos de Nistal, Dogfight y Ciudad Bambú. Puedes leer sus tribunas en el periódico El Comercio. Abordó el trabajo de investigación ‘Ágoras o Catedrales: los estadios de fútbol como elemento de interacción social en las ciudades del Arco Atlántico’. También es cronista deportivo en diario Marca, donde plasma su opinión en el blog Hierba Mojada. Y, en alguna ocasión, ha sentado cátedra en el Aula de Pop Rock de la Universidad de Oviedo.
Por si todo lo señalado fuera poco, hace dos años publicó ‘El arte de mentir’ (Difácil), un libro entretenido y bien recomendable donde dio rienda suelta, negro sobre blanco, a su procacidad y su gusto por el rock and roll, como agente activo, subido al escenario, guitarra en mano, embutido en el ceñidísimo pantalón de cuero que vistió durante años, y como fan. Así, en sus páginas muestra su admiración por las letras, la imagen camaleónica y la sonrisa de David Bowie; rememora episodios de sexo anal en los que se sintió como un Yahvé del rock causando dolor a su pueblo bajo un cielo de orgasmos; cuenta cómo es trabajar con Loquillo; escribe misivas a sus héroes musicales, George Harrison, John Lennon…
Todo mi respeto para mi tocayo, donostiarra en Gijón. Bebamos, pero mejor acompañados, eh.
(no come entre bebidas, Igor Cubillo)
PD: querido alcohol, te recuerdo que teníamos un trato por el cual tú me hacías ser más divertido, más guapo, más inteligente y mejor bailarín. Ayer vi el vídeo. Tenemos que hablar.
Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Tras firmar durante 15 años en el diario El País, entre 1997 y el ERE de 2012, Igor Cubillo ha logrado reinventarse y en la actualidad dirige la web Lo que Coma Don Manuel y escribe de comida y más cuestiones en las publicaciones Guía Repsol, GastroActitud, Cocineros MX, 7 Caníbales, Gastronosfera y Kmon. Asimismo, vuelve a firmar en El País y es responsable de Comunicación de Ja! Bilbao, Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor. También ha dirigido todas las ediciones del foro BBVA Bilbao Food Capital y fue responsable de la programación gastronómica de Bay of Biscay Festival.
Vagabundo con cartel, se dobla pero no se rompe, hace las cosas innecesariamente bien y ya han transcurrido más de 30 años desde que empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Ruta 66, Efe Eme, Ritmo & Blues, Harlem R&R ‘Zine, Bilbao Eskultural, Getxo A Mano (GEYC), DSS2016, Den Dena Magazine, euskadinet, ApuestasFree, eldiario.es, BI-FM y alguna otra trinchera. Además, durante dos años colaboró con un programa de Radio Euskadi.
Como los Gallo Corneja, Igor es de una familia con fundamento que no perdonaría la cena aunque sonaran las trompetas del juicio final, si es que no han sonado ya. Sostiene que la gastronomía es el nuevo rock and roll y, si depende de él, seguiréis teniendo noticias de este hombre al que le gusta ver llover, vestirse con traje oscuro y contar historias de comida, amor y muerte que nadie puede entender. Eso sí, dadle un coche mirando al sol, una guitarra y una canción, una cerveza y rock and roll, y no le veréis el pelo más por aquí.
Tiene perfil en Facebook, en LikedIn, en Twitter (@igorcubillo) y en Instagram (igor_cubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF.
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