Preguntas sin aliñar: SANTIAGO SEGUROLA
Tuve la suerte de escuchar cómo Jorge Valdano, sin citarle siquiera, concedía a Santiago Segurola (Barakaldo, 1957) un reconocimiento de esos que justifican toda una carrera. Interpelado por la cuestión, opinaba -y trato de ser tan fiel como la memoria me permite- que no era del todo justo otorgar a Luis Aragonés y a Vicente del Bosque el mérito exclusivo en lo referido al cambio de estilo de juego de la selección española de fútbol. Según Valdano, campeón del mundo y laureado entrenador -por si a alguien se le olvida-, antes que ellos ya había técnicos, jugadores “y algún periodista” empeñados en tomar la dirección por la que luego se apostó con éxito.
Ese mismo día, horas después y en medio de una cena entre amigos, con la clásica ensalada de jolgorio y conversaciones cruzadas, pude ver cómo, discretamente, sacaba un ordenador portátil y, en un suspiro, componía una columna dedicada a Pedro, el delantero del Barcelona. A la mañana siguiente la publicó el diario Marca en su contraportada; recurriendo exclusivamente a su memoria, fue capaz de reflejar aspectos de su carrera futbolística con un nivel de detalle muy difícil de superar, incluso con ayuda de la hemeroteca que él no necesitó. Me impresionó.
Sus textos y opiniones -que regala, por cierto, a cualquiera, pues hace todo menos esconderse- resultan indispensables porque incluyen información, datos contrastables. Con Segurola se aprende. Su cultura deportiva es admirable y su criterio de complicada réplica. Víctima de manual del cainismo español, con el tiempo se intenta minar su prestigio, rebajar su influencia y relegarle. Vano intento. Y ellos se lo pierden.
Santiago, hincha zurigorri sin igual, que tanto ha ayudado al Athletic Club, incluso a quienes ahora le marginan como a un apestado, es ese presidente que el stablishment jamás permitirá que tengamos. Pero lo que no podrán evitar es que, de vez en cuando, siempre que algún despropósito o mal fario ronde a nuestro equipo, muchos nos preguntemos “¿Qué pensará Segurola de esto?”.
* Santiago Segurola trabajó desde 1986 en el diario El País, donde fue redactor jefe de Deportes y, posteriormente, de Cultura. Desde 2007 ocupa el cargo de adjunto a la dirección del diario deportivo Marca *
«ASOCIO LA GASTRONOMÍA AL PLACER, ALGO DECISIVO EN LA VIDA»
¿Quién cocina en tu casa?
Mi mujer.
¿La mejor cocinera del mundo era tu madre?
No, pero me lo parecía.
Desayuno ideal.
Me despierto mal y tarde, sin apetito. Un poco de salmón marinado en casa con pan de espelta me resulta suficiente y apetitoso.
¿Cuáles son tus platos favoritos, cuáles pedirías como última voluntad?
Una impecable tortilla de patata. No es una petición fácil. La inmensa mayoría fracasa en el intento.
¿Cocina tradicional o tecnoemocional?
No hago distinciones cuando la cosa merece la pena.
¿Restaurantes preferidos?
De los que he visitado: El Celler de Can Roca (Girona), Zuberoa (Oiartzun), Ibai (Donostia), el desaparecido Urepel (Donostia), Asador Etxebarri (Atxondo, Bizkaia), Yauatcha (Londres), Bar Central (Mercat de Valencia), Taskas (en la gasolinera del aeropuerto de Bilbao), Wolseley (Londres), Sacha (Madrid), Taberna García de la Navarra (Madrid)… Además, me encantaría comer en algún prodigioso japonés de Tokyo.
Si tienes visita, ¿qué bares y/o restaurantes te gusta ‘enseñarles’ en tu ciudad?
En Madrid me gusta disfrutar con mis amigos en la Tavernetta Siciliana, García de la Navarra, Sacha, Lakasa, Tortillas de Gabino y Kabuki, por ejemplo. En Bilbao siempre voy al Monterrey. Me siento como en casa.
¿Barra y ronda de bares, o larga sentada en terraza?
Larga sentada. No me gusta comer con prisas.
Bocadillo preferido.
Cualquiera de los que preparan en el Bar Central de Valencia.
¿Con quién compartirías una buena botella de vino?
Con la gente que me alegra la vida.
¿La gastronomía vive inmersa en una burbuja que no tardará en explotar, o aún tiene que ganar protagonismo, presencia, ‘importancia’ en nuestra sociedad?
Asocio la gastronomía al placer, que es algo decisivo en la vida y nunca una burbuja.
¿Cuál es tu disco, artista o música preferida para amenizar una comida memorable?
Me gustan los restaurantes con música, pero no es fácil encontrar el toque perfecto. Elegiría algo de jazz, una mezcla de Coleman Hawkins y Ben Webster.
Me consta que eres un gran aficionado a la música. ¿Qué banda no debemos pasar por alto?
Creo que hay que reivindicar a los Zombies, un grupo extraordinario.
Fútbol a diario, horarios mareantes, precios de entradas elevadísimos, en algunos casos… ¿Se han empeñado en matar la gallina de los huevos de oro?
Algunos dijeron hace 30 años que la televisión iba a matar al fútbol. Al revés, lo ha propagado hasta el último rincón del planeta. Lo mismo que sucederá con internet. El fútbol crecerá exponencialmente en este siglo. Su principal enemigo está dentro, en la codicia y la corrupción: fondos de inversión, agentes con un control absoluto del mercado, conflictos de intereses, apuestas descontroladas, la élite de ricachos que amenaza con acabar con la vieja y densa malla del fútbol…
¿Ves a este Athletic, despojado de magia y tan dependiente de Aduriz, capacitado para levantar la Copa del Rey en Barcelona?
Será más que difícil, una hazaña. Para eso vivimos los hinchas, para soñar con proezas. Espero que los jugadores piensen lo mismo.
¿Tenemos motivos para añorar a Marcelo Bielsa?
Bielsa nos sacó de la mediocre condición de resignados. Nos hizo creer que la aventura era posible, que el Athletic no tenía que pedir perdón por defender el modelo opuesto al establecido en el mundo. Por desgracia, hay mucha gente que se conforma con sobrevivir en la mediocridad. Es lo último que me gustaría pensar del Athletic.
¿Qué tienes entre manos, en qué proyectos estás metido ahora?
Escribir la próxima crónica y hacerlo de la mejor manera posible.
¿Qué te gustaría ser de mayor?
Lo que no fui de menor: músico.
Asesor fiscal y crítico de rock and roll. Habitual en Ruta 66, Radio Euskadi y BiFm. Bilbaíno -del Athletic Club, lógicamente- en Donosti. Padre de familia.
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