De U2 a La Otxoa. Las mejores canciones dedicadas al kalimotxo
¿En qué reino, en qué siglo, bajo qué silenciosa conjunción de los astros, en qué secreto día que el mármol no ha salvado, surgió la valerosa y singular idea de inventar la alegría? Con esta pregunta abrió Jorge Luis Borges su ‘Soneto al vino’. Me cuesta más dar con un poema dedicado a la Coca-Cola, pero eso no es óbice para que la unión de ambos, del refresco y del zumo fermentado que exalta la alegría y mitiga el espanto, cuente con muchos incondicionales. alguno ciertamente ilustre.
A finales de julio organicé una serie de showcookings en Bermeo, en el marco de la quinta edición de Bay of Biscay Festival, y uno de ellos fue protagonizado por el cocinero Ander González. El responsable del restaurante Astelena 1997 (Donostia) y conductor del programa ‘A bocados’ en Euskal Telebista, tituló ‘Disfrutar al aire libre’ una intervención desenfadada durante la cual cocinó varios arroces; pues bien, estaba yo tratando de aportar dinamismo con una batería de preguntas improvisadas cuando le trasladé mi interés en saber qué bebida armoniza mejor con esas preparaciones… Andaba yo pensando en vinos espumosos, por ejemplo, cuando me sorprendió al decir que a él le gusta comerlo con kalimotxo. Zasca.
Y ya digo que el donostiarra no es el único seguidor de una mezcla, con precedentes como el chianti con cola italiano, que dicen haber inventado en el Puerto Viejo de Algorta (Getxo, Bizkaia maitea) allá por agosto de 1972. La historia, promovida por los integrantes de la cuadrilla Antzarrak, sería que para salvar un buen cargamento de vino en mal estado, dada la premura de tiempo ante el inminente arranque de las fiestas del barrio, unieron en una bañera ese tinto y Coca-Cola, además de limón, naranja y licor Karpi. Pasaban por allí Calimero y Mortxongo, dos amigos tardones, y al decir “por ahí vienen Cali y Mortxon”, se encendió la bombilla y ya tenían nombre: Kalimotxo.
Quizá acuñar el nombre definitivo, porque por aquel entonces ya se tomaba el “riojalibre”, fue la única aportación real de nuestros protagonistas, pero el caso es que la bebida ha roto fronteras y, aunque se identifique con la juventud, la verbena, la txosna y el botellón, ha servido de inspiración para muchos músicos y cantantes, no sólo para cocineros. Se trata el que nos ocupa de un cancionero no muy amplio, pero sí variado; del rock a la tonadilla, pasando por el folk y el punk. Y con autores tan diversos y alejados como La Otxoa y U2, aunque el conjunto irlandés se cuele aquí merced a una adaptación.
Hay más temas, con la firma de bandas como Zapozain (‘Com’on C.J. edan kalimotxo’), G-Röck (‘Kalimoxo pa’limpiarse el chocho’), Los IOSU (‘Kalimotxo Zero’), Smiling Disease (‘Kalimotxo’), Peta-Z (‘Kalimotxo rock’), Waldino (‘Kalimotxo’), Kolegas (‘Kalimotxo’) y Labuela (‘De bares -La canción kalimotxera-‘), pero los siguientes ocho son nuestros preferidos.
PABLO CARBONELL. ‘Kalimotxo de mamá’
El cómico gaditano Pablo Carbonell, conocido frontman de Los Toreros Muertos es responsable de una canción de ritmo alegre que viene a ser una reivindicación de las preparaciones de las madres, que siempre aportan ciencia y dosis extra de cariño. La canción, pensada en San Sebastián y escenificada en los Sanfermines pamploneses, ofrece claves para convertirse en el rey del botellón e incluye un eructo. Mientras, su videoclip, fechado en 2007, es una producción de Gasteizko Zinema para Kukuxumuxu y tanto guión como dirección son cosa de Juanma Bajo Ulloa.
EILEN JEWELL. ‘Kalimotxo’
La cantautora estadounidense Eilen Jewell es de Boise, Idaho, y se cuenta que su contacto con los inmigrantes vascos establecidos en su localidad natal es el origen de ‘Kalimotxo’, un tema prácticamente instrumental, de reminiscencias surf, incluido en su álbum ‘Queen of the minor key’.
LA RURAL BLUES BAND. ‘Kalimotxo love’
¿Cómo hubiera sido el blues si, en lugar de nacer en el delta del Mississippi, se hubiese desarrollado en las tierras de labranza de la Península Ibérica? ¿Cómo entonaría un boogie un campesino extremeño? ¿Sobre qué tristes vivencias se basaría un slow blues de un labriego aragonés? ¿Qué clase de romance rocanroleará un pastor asturiano a sus vaques? A este tipo de preguntas se propuso dar respuesta La Rural Blues Band, y ‘Kalimotxo love’ es el particular ‘Got my mojo working’ del conjunto, un corte entre el rhythm & blues y el rockabilly que lamenta que sólo queden en el bar aceitunas pochas, patatas rancias y chupitos de Baileys.
LOS STOMPERS. ‘Kalimotxo’
Barcelona Irish Sound. Por ahí van los tiros con Los Stompers, un grupo irlandés fundado a finales de los años noventa y afincado en la capital catalana. Su ‘Kalimotxo’ es un tema folk alegre, de aire irlandés y guiado por el violín, al que tranquilamente podía sumarse en plena melopea Shane MacGowan. El líder de Pogues era más de whisky, pero cumplía a rajatabla aquello que escribió Charles Bukowsky: “Si ocurre algo malo, bebes para olvidarlo; si ocurre algo bueno, bebes para celebrarlo; y si no pasa nada, bebes para que pase algo”.
LA OTXOA. ‘Pásame el kalimotxo’
Una canción festera, una tonadilla tecno desde el despecho. El orgulloso transformista bilbaíno José Antonio Nielfa, bien conocido como La Otxoa, canta al desamor en ‘Pásame el kalimotxo’: el hombre que desea no le hace caso y, es más, se fue con una rubia de Las Arenas, que “se mueve en la disco como en la cama” y tiene “un chalete en las afueras”. A él esto le repatea y, claro, pide kalimotxo para olvidar. Así mitiga el mal de amores el artista que cantó aquello de «Qué suerte tienes San Sebastián de estar tan cerca de Bilbao, tener al lado la catedral para que aprenda fútbol la Real».
THE CELLAR DOGS. ‘Kalimotxo’
Hasta Grecia han llegado también los efluvios del kalimotxo. The Cellar Dogs, la banda de rock duro formada en Atenas en 2012, incluye este corte ruidoso, muestra de hard rock, en su primer álbum, ‘Jackhammer’.
PORRETAS. ‘Kalimotxo’
“Vino tinto, coca cola y una raja de limón pa’ quien le mola. Mucho hielo, bien picado, para que después no pueda hacerte daño”. Es la receta de Porretas, grupo de Hortaleza (Madrid) que aquí se remonta a 1993, a un concierto en una casa okupada, junto a 37 y Andanada, para recordar su descubrimiento del colorante combinado. Es rock básico y coreable, con puntuales pinceladas jamaicanas, muy por encima del ‘Kalimotxo’ de Kolegas, por ejemplo, y del ‘Kalimotxo Zero’ de Los IOSU, que presenta el bebedizo como “el gintonic de los punkis’.
JOSU DISTORSIÓN. ‘El kalimotxo’
“Apoyado aquí en el bar, no me voy a suicidar”. Así arranca esta adaptación del ‘With or without you’ de U2 de la mano de Josu Distorsión, una versión en clave punk simplón, con una letra de alude recurrentemente al rico litro de kalimotxo y ya avisa de que el protagonista va a vomitar. Casi igual: “See the stone set in your eyes. See the thorn twist in your side«.
¿EL KALIMOTXO FERPECTO?
¿En copa o en vaso? ¿Con vino peleón o de campanillas? ¿Removido o agitado? Tras el set list kalimotxero, sirva este vídeo del inquieto Mikel Garaizabal para despejar dudas y arrojar luz sobre cómo elaborar el kalimotxo si no perfecto sí ferpecto.
Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Tras firmar durante 15 años en el diario El País, entre 1997 y el ERE de 2012, Igor Cubillo ha logrado reinventarse y en la actualidad dirige la web Lo que Coma Don Manuel y escribe de comida y más cuestiones en las publicaciones Guía Repsol, GastroActitud, Cocineros MX, 7 Caníbales, Gastronosfera y Kmon. Asimismo, vuelve a firmar en El País y es responsable de Comunicación de Ja! Bilbao, Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor. También ha dirigido todas las ediciones del foro BBVA Bilbao Food Capital y fue responsable de la programación gastronómica de Bay of Biscay Festival.
Vagabundo con cartel, se dobla pero no se rompe, hace las cosas innecesariamente bien y ya han transcurrido más de 30 años desde que empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Ruta 66, Efe Eme, Ritmo & Blues, Harlem R&R ‘Zine, Bilbao Eskultural, Getxo A Mano (GEYC), DSS2016, Den Dena Magazine, euskadinet, ApuestasFree, eldiario.es, BI-FM y alguna otra trinchera. Además, durante dos años colaboró con un programa de Radio Euskadi.
Como los Gallo Corneja, Igor es de una familia con fundamento que no perdonaría la cena aunque sonaran las trompetas del juicio final, si es que no han sonado ya. Sostiene que la gastronomía es el nuevo rock and roll y, si depende de él, seguiréis teniendo noticias de este hombre al que le gusta ver llover, vestirse con traje oscuro y contar historias de comida, amor y muerte que nadie puede entender. Eso sí, dadle un coche mirando al sol, una guitarra y una canción, una cerveza y rock and roll, y no le veréis el pelo más por aquí.
Tiene perfil en Facebook, en LikedIn, en Twitter (@igorcubillo) y en Instagram (igor_cubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF.
Aúpa, colega, ¡qué buen artículo! ¡y qué divertido! Está bien, volveremos a hacer una cata de kalimotxo aunque nunca me gustó nada de nada de requetenada,