La Cocina (Jaca). Más allá de los límites del localismo

Nov 05, 23 La Cocina (Jaca). Más allá de los límites del localismo

Visité por primera vez La Cocina en agosto de 2018, a los pocos días de abrir sus puertas el nuevo proyecto de Pepe Pérez Chaparro y Maider Abós Aldanondo, que ya habían dado que hablar con La Cocina Aragonesa, en los bajos del hotel Conde Aznar. Abandonaban la Plaza de la Constitución para instalarse en el Cogollo de la capital de la comarca de la Jacetania, a 100 metros de la catedral de San Pedro, primera gran construcción románica de la península. Concretamente donde estuvo el bar de Miguelito, donde El Guardabares ya sabía que iba a añorar su “Bar Miguel” en letras rojas, sus fotos descoloridas y el aroma infinito del vino.

Atrás quedaron croquetas, empanadillas, boquerones rebozados y partidas de guiñote, pero cinco años después de nuestro estreno (suyo y mío) mantiene el suelo de antaño y continúa siendo ese bar restaurante entrañable y popular donde apetece reservar mesa a tu paso por Jaca (Huesca). Para saludar a la pareja y comprobar que le sigue yendo bien con una propuesta personal que rebasa los límites del localismo (longaniza, olla jacetana…) para transitar caminos de informalidad sin caer en la impostura ni la confusión.

Como ya adelanta su alegre vestimenta, a Pepe le gusta salirse de la norma (ahí está la gamba con bechamel de ajo negro), reparte satisfacción cuchara en mano (garbanzos con panceta entreverada y langostinos), da la vuelta con desenvoltura al calcetín de la tradición (milhojas de acelga, jamón de Teruel Crujiente y bechamel de pencas), utiliza con propiedad la terminología gastro (chipirón albardado en panceta ibérica con compota de tomate) y atiende nuestra sempiterna necesidad de caza, aunque sea mayor. Sirvan de ejemplo el guiso de jabalí y el carpaccio de ciervo con virutas de O Xortical, queso artesano del Pirineo.

Ni siquiera defrauda ni cae en el barroquismo el cocinero cuando pertrecha sabrosas hamburguesas y a la hora del postre otorga feliz protagonismo al sacrosanto hojaldre. La carta de vinos no es extensa pero tiene buenos precios (el Llopart brut nature reserva se despacha a 20 euros) y a fin de cuentas uno sale de esta casa de comidas como ha entrado, desvestido de grandes expectativas pero convencido de que regresará a probar nuevos platillos dada su corrección y ausencia de ínfulas.

web de La Cocina

Zocotín, 11; 22700 Jaca (Huesca)

+34 974 36 12 21

Leave a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Ellos son la nueva cocina vasca. 7 Caníbales

¡Txotx! Se desborda la txinparta. Guía Repsol

Sal de Añana, miles de años brotando oro blanco. Gastronosfera

Postres pasiegos: la magia que produce la leche de los Valles Pasiegos. GASTRONOSFERA

Anchoas de Santoña, el milagro de la sal. Gastronosfera

Carolina, el pastel bilbaíno con nombre de mujer. Gastronosfera

Goxua, el postre vasco de inspiración catalana. Gastronosfera

Goxua, el postre vasco de inspiración catalana. Gastronosfera

Queso Camerano, la segunda vida de una receta milenaria. Gastronosfera

La borraja. Gastronosfera

A la conquista del ‘flysch’ de Getxo por tierra, mar y aire. Guía Repsol

Donosti en 9 paseos otoñales. Guía Repsol

Las perlas levantinas más sabrosas. Guía Repsol

Tiempo de angulas, cedazo y farol. Guía Repsol

Laguardia. Una villa guerrera, señorial y vinatera. Guía Repsol

Solar de Samaniego. Una invitación a beber entre líneas. Guía Repsol

La brava alegría riojana. Gastronosfera

Tudanca, carne de Cantabria. Gastronosfera

Chorizo riojano. Gastronosfera

Urdaibai. Margen izquierda del río Oka: historia, bosque y parrilla. Guía Repsol