Vermouth Mon Dieu! Réserve. Elixir para el aperitivo y la mejor sobremesa

Como si se tratara de un segundo confinamiento, la continuación de ese encierro forzoso que quitó las telarañas de todas las bodegas y mueble bares del país, la recuperación de mi tobillo está resultando mucho más llevadera con lujos como el vermouth Mon Dieu! Réserve. Serio, complejo, adulto, añejado y con un poso a solera que te traslada a Jerez, aun sabiendo que Châpeau Wines, la firma de los hermanos Álvaro y Javier Usarralde, tiene su base en Alfaro (La Rioja). Una verdadera rareza sobrada de enjundia y exclusividad consecuentes con los 67,20 € que cuesta en bodega la botella de 750 ml. Por algo ha sido distinguido como el mejor vermut por Verema, justo por delante de Dos Déus Dip Smoked (Priorat B&D Lab, Belmunt del Priorat) y Fernando de Castilla Vermut Rojo (Rey Fernando de Castilla, Jerez de la Frontera).
El elixir, resultado de una crianza de 60 meses en barrica de roble francés, se elabora con una base de mosto de uvas viura que, tras seis meses sobre lías, se infusiona con ajenjo, clavo de Madagascar, pensamientos, díctamo de Creta, raíz de lirio, canela de Ceilán y más de 40 extractos de hierbas, raíces, flores, especias y frutas. Más allá de la ligereza asociada al aperitivo, este Mon Dieu! (hay otras dos versiones, blanca y roja, sometidas a sólo 9 y 12 meses de crianza en barrica) rebasa dicho marco informal, invita a la reflexión y muestra una enjundia propia de los tragos más nobles de sobremesa, de un vino de encuentro, de tertulia, e incluso un brandy o un cognac.
Y es que, como recuerda Manuel Villanueva en ‘Palabra de vino’, éste “no es soledad, es conversación y compañía, antes y durante la comida, también en su sobremesa, cuanto más larga mejor. Un día preguntaron a Ortega y Gasset qué era para él la gloria, y respondió, categórico: ‘Una agradable sobremesa”. Claro, el vermú no deja de ser un vino fortificado; lo es desde que Hipócrates maceró flores de ajenjo y hojas de díctamo en vino.


Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Director de Suite, el único foro gastronómico sin cocineros de este país.
Tras firmar durante 15 años en el diario El País, entre 1997 y el ERE de 2012, Igor Cubillo ha logrado reinventarse y en la actualidad dirige la web Lo que Coma Don Manuel y escribe de comida y más cuestiones en las publicaciones Guía Repsol, GastroActitud, Gastronosfera, Kmon y BAO. Asimismo, vuelve a firmar en El País y es responsable de Comunicación de Ja! Bilbao, Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor. También ha dirigido todas las ediciones del foro BBVA Bilbao Food Capital y fue responsable de la programación gastronómica de Bay of Biscay Festival.
Vagabundo con cartel, se dobla pero no se rompe, hace las cosas innecesariamente bien y ya han transcurrido más de 35 años desde que empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Ruta 66, Efe Eme, Ritmo & Blues, Harlem R&R ‘Zine, Bilbao Eskultural, Getxo A Mano (GEYC), DSS2016, Den Dena Magazine, euskadinet, ApuestasFree, eldiario.es, BI-FM, 7 Caníbales, Cocineros MX y alguna otra trinchera. Además, durante dos años colaboró con un programa de Radio Euskadi.
Como los Gallo Corneja, Igor es de una familia con fundamento que no perdonaría la cena aunque sonaran las trompetas del juicio final, si es que no han sonado ya. Sostiene que la gastronomía es el nuevo rock and roll y, si depende de él, seguiréis teniendo noticias de este hombre al que le gusta ver llover, vestirse con traje oscuro y contar historias de comida, amor y muerte que nadie puede entender. Eso sí, dadle un coche mirando al sol, una guitarra y una canción, una cerveza y rock and roll, y no le veréis el pelo más por aquí.
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