Wine In Tube, el regalo de Azpilicueta
Infalible, sí, nadie protesta si el caldo es bueno, pero resulta que está más visto que el tebeo. Lo más socorrido cuando a uno le invitan a comer y/o a cenar, y no tiene dotes para la repostería, es comprar una o dos botellas de vino. No falla, como la colonia o el perfume el día de Reyes, pero no destaca. Si quieres convertirte en el alma de la fiesta, mejor llevas un estuche de WIT; sacarás de la bolsa el paquete, lo abrirán los anfitriones y la gente se arremolinará a tu alrededor para someterte a una batería de preguntas.
- ¿Qué es eso?
- Hala, ¡es vino! ¿De qué marca, quién lo embotella?
- ¡Nunca lo había visto! ¿Cuánto cuesta?
- Oye, ¿dónde lo has comprado?
- …
¡Baaaaaaaaaaaaasta!
- Es Wine In Tube, un nuevo formato para la comercialización del vino. La caja contiene cinco muestras de otros tantos vinos diferentes, cada una encerrada en un tubo de 100 ml. de capacidad que da para llenar una copa en su medida y remite a las cápsulas de cigarros puros e incluso a probetas de laboratorio. Un guiño a su propia condición de experimento.
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La idea la ha tenido Bodega Azpilicueta, que en su primera remesa ha decidido enfrascar dosis de blanco, rosado y tres tintos: Origen, Crianza 2011 y Reserva 2009. Un buen muestrario de su catálogo.
- El precio de salida es de 20€.
- Se despacha en vinotecas y en bodega, pero el punto de venta más a mano es la tienda online de Pernod Ricard Bodegas, la empresa que aglutina Campo Viejo, Ysios, AGE (Azpilicueta, García y Entrena), Tarsus, Aura y Vinícola Navarra.
Azpilicueta, fundada en 1881, aspira a hacerse un nuevo hueco en el mercado con Wine In Tube un novedoso formato para la comercialización y degustación de vino que, dado su precio y su carácter monodosis, se antoja idóneo para un capricho puntual o un regalo diferente. Para gente que no beba mucho (a mí tendrían que regalarme más de un pack) o ese ligue que se emborracha con la primera copa. ¡Hip!
Decir que la presentación es atractiva, vistosa, pero cuesta abrir las roscas de marras. Y señalar que conviene beber el contenido cuanto antes, pues una cantidad tan pequeña no va a ganar con el tiempo de almacenaje. Probablemente, al contrario. Recuerda: nunca guardes una botella de vino para una mejor ocasión que nunca llega.
(Igor Cubillo)
Más monodosis
En el texto principal hablo de Wine In Tube como un formato novedoso, pero lo cierto es que Azpilicueta no es la primera empresa que apuesta por comercializar monodosis. La gente de Marqués de Vizhoja ya tuvo una idea similar, cuando comercializó licores varios (brandy, anís, whisky, ron…) en sobres, como si fueran ketchup, mostaza o mayonesa. Stacked Wines ya sacó hace unos años, llenas de merlot y chardonnay, una especie de copas de plástico, sin pie, con su tapita (como envases de yogur) y 187 ml. de capacidad. Easy Wine Glass hizo lo mismo, pero con pie y más variedades de uva. La ginebra gallega ChiC Gin también se despacha en tubos. Y Ana Serrano Mordillo, licenciada en Biología y Enología por la Universidad de Extremadura, se ganó un contrato con el Centro Tecnológico Agroalimentario de Extremadura (CTAEX) por tener la idea de concentrar el vino tinto y envasarlo en cápsulas monodosis.
(Igor Cubillo)
Periodista especializado en música, ocio y cultura. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). En el medio de la vía, en el medio de la vida, si hay suerte, tal vez. Ha pasado la mayor parte de su existencia en el suroeste de Londres, donde hace más de 20 años empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Harlem R&R ‘Zine, Ruta 66, El País, Bilbao Eskultural, Ritmo & Blues, Getxo A Mano (GEYC), Efe Eme, Den Dena Magazine, Kmon, euskadinet y alguna otra trinchera. Prefiere los caracoles a las ostras. Qué tío. Anda que…
Ah, tiene perfil en Facebook y en Twitter (@igorcubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF. Se le resisten ciertas palabras y acciones con efe. Él sabrá por qué…
Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Tras firmar durante 15 años en el diario El País, entre 1997 y el ERE de 2012, Igor Cubillo ha logrado reinventarse y en la actualidad dirige la web Lo que Coma Don Manuel y escribe de comida y más cuestiones en las publicaciones Guía Repsol, GastroActitud, Cocineros MX, 7 Caníbales, Gastronosfera y Kmon. Asimismo, vuelve a firmar en El País y es responsable de Comunicación de Ja! Bilbao, Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor. También ha dirigido todas las ediciones del foro BBVA Bilbao Food Capital y fue responsable de la programación gastronómica de Bay of Biscay Festival.
Vagabundo con cartel, se dobla pero no se rompe, hace las cosas innecesariamente bien y ya han transcurrido más de 30 años desde que empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Ruta 66, Efe Eme, Ritmo & Blues, Harlem R&R ‘Zine, Bilbao Eskultural, Getxo A Mano (GEYC), DSS2016, Den Dena Magazine, euskadinet, ApuestasFree, eldiario.es, BI-FM y alguna otra trinchera. Además, durante dos años colaboró con un programa de Radio Euskadi.
Como los Gallo Corneja, Igor es de una familia con fundamento que no perdonaría la cena aunque sonaran las trompetas del juicio final, si es que no han sonado ya. Sostiene que la gastronomía es el nuevo rock and roll y, si depende de él, seguiréis teniendo noticias de este hombre al que le gusta ver llover, vestirse con traje oscuro y contar historias de comida, amor y muerte que nadie puede entender. Eso sí, dadle un coche mirando al sol, una guitarra y una canción, una cerveza y rock and roll, y no le veréis el pelo más por aquí.
Tiene perfil en Facebook, en LikedIn, en Twitter (@igorcubillo) y en Instagram (igor_cubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF.
¿He leído bien? ¿Veinte euskos medio litro de vino? Ya sabes por donde se pueden meter los tubitos…
Jajajajaja… digo, ¡orden en la sala!
El vino lo regalan, Mamba, lo que te cobran es el I+D, los frasquitos, la mano de obra…