Preguntas sin aliñar: JUAN BAS
«Si Tarantino y el espíritu de Valle-Inclán se hubiesen compinchado para recorrer en coche los caminos de la maltrecha España de hoy, acuchillando y satirizando cuanto hallasen a su paso, esta novela habría sido su mapa de carreteras ideal». Así presenta Fernando Marías ‘Pájaros quemados’ (Alrevés), el nuevo libro de su amigo Juan Bas (Bilbao, 1959), escritor y cinéfilo empedernido.
La crisis económica y una sofocante ola de calor son los telones de fondo de una novela negra bien surtida de humor negro. Negro sobre negro. El ágil ritmo narrativo conduce una sucesión de huidas confluyentes, una serie de historias cruzadas al son de esa música del azar, tan de Paul Auster, que perfectamente puede desafinar. Más cuando se trata de personas quemadas por la vida, con tendencia a atraer el caos y desencadenar el desorden, como las que pueblan las páginas de esta obra coral cuya acción transcurre en tan sólo 48 horas. Delincuentes de poca monta, patriarcas gitanos, curas, políticos corruptos, prostitutas, directoras de sucursal bancaria, hosteleros, dipsómanos, corruptos, prestamistas sin escrúpulos y un loro que no habla son sólo algunos protagonistas de una historia bien cargada de sexo, violencia y, por supuesto, humor.
A continuación, 23 preguntas sin aliñar a este guionista que ha trabajado en series de éxito, como ‘Farmacia de guardia’, ‘Turno de oficio’ y ‘ Páginas ocultas de la historia’, y en otras con menos fortuna. A este escritor de narrativa que ya ha publicado una docena de títulos, incluido ‘Alacranes en su tinta’, un texto trufado de recetas que merecería figurar, por si mismo, en esta weg. A este inquieto que dirige Ja! Bilbao, Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor, que el pasado mes de octubre celebró su sexta edición. A este amigo con quien espero volver a brindar, bien pronto, chardonnay o dry martini en mano. ¡Kanpai!
«ME QUEDO CON EL DRY MARTINI, LA BALA DE PLATA.
Y MÁS SECO QUE UNA BUENA BLASFEMIA»
¿Quién cocina en tu casa?
Yo. La mayor parte de la semana vivo solo. A la fuerza ahorcan.
¿La mejor cocinera del mundo era tu madre?
Sin duda, no. Pero hay añorados sabores de la infancia que nunca he vuelto a encontrar y se debían a su manera de cocinar.
Desayuno ideal.
Zumo de pomelo rojo, un poco de melón, café con leche fuerte sin azúcar y un pequeño bocadillo de buen jamón con tomate natural y el pan con aceite.
¿Cuáles son tus platos favoritos, cuáles pedirías como última voluntad?
Nada original: caviar, ostras, percebes, foie, angulas… Como última voluntad creo que me conformaría con unas simples almendras para acompañar la botella de Glenmorangie (whisky escocés) que me ayudara a pasar el mal trago.
¿Cocina tradicional o tecnoemocional?
A veces tradicional y otras creativa. Me gusta lo sorprendente bien ideado.
¿Compartes que el sabor es lo más importante a la hora de sentarse a la mesa?
El buen sabor es lo esencial, claro. Pero la estética de un plato me importa.
Restaurantes preferidos.
Seré bilbaíno: Etxanobe, Zortziko, Getaria… Tengo ganas de volver al Zuberoa y de conocer restaurantes japoneses en Japón.
¿Qué opinas si, en la mesa aledaña, se llevan el vino sobrante y sacan el tupper del bolso o la mochila?
Sacar el tupper es cutre. Mucho más adecuado pedir al camarero que te envasen ellos lo que sobre. Lo hice hace poco con medio cachopo (era descomunal) en Ribadesella.
Si tienes visita, ¿qué bares y/o restaurantes te gusta ‘enseñarles’ en tu ciudad?
En mi barrio, el Casco Viejo (Bilbao), no puede faltar el bar Xukela de la calle del Perro. Y luego puede estar muy bien comer en el Lurrina.
¿Barra y ronda de bares, o larga sentada en terraza?
Soy muy de tomar blancos de bar en bar (fuera, porque fumo), pero me gusta también mucho un gin tonic en una terraza agradable.
Bocadillo preferido.
Queso Idiazabal con unas buenas anchoas en salazón.
Dry Martini, Bloody Mary, Negroni… ¿Con cuál te quedas?
Dry Martini, desde luego; la bala de plata. Y más seco que una buena blasfemia.
¿Con quién compartirías una buena botella?
Una botella de Dom Pérignon con Sharon Stone.
¿Cuál es tu disco, artista o música preferida para amenizar una comida memorable?
Me gusta comer sin música. Detesto la moda de la música de fondo en los restaurantes.
¿La gastronomía vive inmersa en una burbuja que no tardará en explotar, o aún tiene que ganar protagonismo, presencia, ‘importancia’ en nuestra sociedad?
Ha adquirido un prestigio y una repercusión como nunca. Los chefs son los nuevos sumos sacerdotes. No creo que ya pueda ir a más.
¿Qué encontrará quien lea ‘Pájaros quemados’, qué has querido ofrecer?
Una novela negra con toques de humor negro y un ritmo narrativo uniformemente acelerado.
Fernando Marías habla de Quentin Tarantino y el espíritu de Valle-Inclán. ¿Son dos buenas referencias a la hora de afrontar la novela?
Sí. En ‘Pájaros quemados’ son importantes los toques de violencia y la sátira social a través de una cierta lente esperpéntica.
¿Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia?
No, no es coincidencia. La crisis económica está de fondo, condiciona a algunos de los numerosos personajes y a otros los perfila.
Al igual que la propia vida, no es un libro para timoratos. La violencia es explícita, el sexo gráfico, el humor salvaje, la escatología escatológica…
Sexo y violencia creo que nada gratuitos. Me lo pedía el desarrollo de la novela.
Ya estás escribiendo, al menos, otra obra… ¿Qué puedes adelantar de ‘El refugio de los canallas’?
Será mi novela más ambiciosa literariamente y con menos humor. El tema es el odio heredado.
¿Qué otros proyectos tienes entre manos?
He escrito un guión de cine por encargo. Ahí andan intentando poner de pie el proyecto.
¿Satisfecho con Ja! Bilbao, es el festival que soñaste?
El sexto ha salido estupendo. Estoy muy contento de la repercusión y el prestigio que ha ido consiguiendo.
¿Qué te gustaría ser de mayor?
Yonqui.
(Igor Cubillo, @igorcubillo)
Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Tras firmar durante 15 años en el diario El País, entre 1997 y el ERE de 2012, Igor Cubillo ha logrado reinventarse y en la actualidad dirige la web Lo que Coma Don Manuel y escribe de comida y más cuestiones en las publicaciones Guía Repsol, GastroActitud, Cocineros MX, 7 Caníbales, Gastronosfera y Kmon. Asimismo, vuelve a firmar en El País y es responsable de Comunicación de Ja! Bilbao, Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor. También ha dirigido todas las ediciones del foro BBVA Bilbao Food Capital y fue responsable de la programación gastronómica de Bay of Biscay Festival.
Vagabundo con cartel, se dobla pero no se rompe, hace las cosas innecesariamente bien y ya han transcurrido más de 30 años desde que empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Ruta 66, Efe Eme, Ritmo & Blues, Harlem R&R ‘Zine, Bilbao Eskultural, Getxo A Mano (GEYC), DSS2016, Den Dena Magazine, euskadinet, ApuestasFree, eldiario.es, BI-FM y alguna otra trinchera. Además, durante dos años colaboró con un programa de Radio Euskadi.
Como los Gallo Corneja, Igor es de una familia con fundamento que no perdonaría la cena aunque sonaran las trompetas del juicio final, si es que no han sonado ya. Sostiene que la gastronomía es el nuevo rock and roll y, si depende de él, seguiréis teniendo noticias de este hombre al que le gusta ver llover, vestirse con traje oscuro y contar historias de comida, amor y muerte que nadie puede entender. Eso sí, dadle un coche mirando al sol, una guitarra y una canción, una cerveza y rock and roll, y no le veréis el pelo más por aquí.
Tiene perfil en Facebook, en LikedIn, en Twitter (@igorcubillo) y en Instagram (igor_cubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF.
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