Casa Poli (Puertas de Vidiago). Un clásico de la zona
Allá por el año 8.000 antes de que Cristo diera las tres voces, la sierra Plana de la Borbolla sería un sitio espectacular. Me imagino a sus primeros pobladores, esos indoeuropeos trashumantes, cazadores, recolectores, llegando a las cercanías de lo que hoy sería Vidiago y gritando, «nos gusta la zona, nos la quedamos».
Que suerte los tipos. De acuerdo que no tenían smartphones, y que los osos y los lobos se comían a los tontos de la tribu, pero que lujazo de sitio, nadie les hablaba de Belén Esteban, ni tampoco se partían la cara por una bandera o un partido de fútbol. Allí vivían ajenos a todo lo que vendría después. Utilizaron la sierra Plana como plataforma natural para empezar a plantar algún que otro cereal, las cabras ya domesticadas paciendo, disfrutaban de numerosos abrigos naturales en las rocas kársticas. Frutos del bosque para hacer confituras primitivas, abundante marisco para recolectar en las playas y los bajíos, y por encima de todo, la Sierra del Cuera, haciendo de pantalla natural y consiguiendo ese clima astur que ni es frío, ni es caliente y que hace que eso no sea verde por casualidad.
Esos pobladores nos dejaron en la Peña Tú un grupo de pinturas y grabados que aparecen reflejados en la cara orientada a levante de la roca y se forma, de esa manera un abrigo natural, lo que ha posibilitado su conservación hasta nuestros días, preservándola de los rigores meteorológicos.
Los antiguos ya sabían que eso era el paraíso y los modernos alejados de sus métodos de prueba/error ya sabemos lo que es bueno y vamos derechos a sitios como Casa Poli, una casona típica con varios comedores y un patio interior. Un clásico de la zona, un lugar que congrega multitudes y en el que es recomendable acudir a comer a horarios tempranos si no queremos que la espera sea muy larga, ya que tienen por costumbre no hacer reservas.
En cualquier caso, si hay que esperar se espera, que para eso tienen el susodicho patio y mucha sidra y todos los que atienden son profesionales y encantadores y casi nunca pierden la calma aunque haya una horda de paisanos vociferando por su comida. No obstante, si os gusta el deporte de aventura, tratad de comer allí en un puente de agosto o en una Semana Santa.
Y la comida no deja a nadie indiferente. Rotunda, bien preparada, abuuuuundante. De calidad. Me encanta como preparan la fabada, cremosa, con el compañu de calidad, en raciones imperiales,, inacabables. Son excelentes sus pescados, y las carnes un pecado. Todo muy bien cocinado y presentado. La especialista en postres que me acompaña me cuenta que allí ponen una de las mejores tartas de queso de Asturias, que ya es decir. En cualquier caso nuestro plan cuando vamos por allí es comenzar con ensalada que sabe a verde, bien aliñada y natural y seguir con entrantes como las patatas al cabrales, las croquetas, la tabla de quesos (con especialidades autóctonas como el de Vidiago, el Gamonéu, o el Afuega’l pitu). De segundo tratan muy bien a la merluza a la sidra y el solomillo a la parrilla es de vacas de confianza, de la zona. Y todo por una media razonable de unos veinte euros por cabeza (aunque, claro, no es lo mismo en precio el picar unas croquetas con sidra, que ir al chuletón con un vino de reserva de maridaje).
Y al salir, si todavía es de día, os recomiendo un paseo para ir a ver los bufones de la zona, ese fenómeno natural, que reúne olas, viento, cuevas y acantilados y sonidos. O subir, por un camino de bosque delicioso hasta donde los astures del neolítico pintaron a ese guerrero emplumado, el ídolo de Peña Tú, que se quedó para los milenios posteriores mirando al mar y a la Sierra y con el sol en la cara.
De la web de la casa, ni caso, como diría Kurtz es «el horror». Como hemos hecho en otras ocasiones desde aquí nos ofertamos para sustituirla y, como estamos en un cambio época, y de oferta, cobraríamos gustosos en vales de comida en Casa Poli. Allí siempre hay motivos para volver.
no le gusta esperar y por eso va a casa Poli en horarios europeos a dicky del hoyo
Casa Poli
+34 985 41 12 17
Puertas de Vidiago, Asturias, España
www.casapoli.es
Periodista, con especialización en nuevas tecnologías de la información, redes sociales, relaciones públicas, gabinetes de comunicación, Internet y vídeo.
Licenciado en Periodismo por la Universidad del País Vasco. Postgrado en Mecanización de la Información promovido por la Unión Europea. Estudios de Filología Inglesa.
Formación en multimedia, diseño web y gestión de empresas.
Radio Euskadi: redactor de informativos y director del programa especializado en nuevas tecnologías «Frontera Azul», galardonado con el premio MTV.
Radio Nacional de España: director de «A primera hora». Corresponsal de las revistas del grupo editorial Heres.
Euskal Telebista: redactor del magazine cultural «Vasta con Uve». Responsable del departamento de Publicidad de la televisión local Tele Donosti.
Sección de Internet y Multimedia de grupo audiovisual vasco Desarrollo de proyectos: deusto.tv , sitio web de la Fundación Buesa y otros.
Asesor de prensa en cosas. ¿Qué cosas? ¿cosas de gobierno? Sí, Peter, cosas del gobierno.
Orgulloso miembro (con perdón) del club de remo Kaiku (cuando ganaba). Hago karate (Shotokan) y subo montes y montañas y cojo olas. In the mood for love.
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- Casa Poli (Puertas de Vidiago). ¡Esta casa es una cuadra! | Lo Que Coma Don Manuel - [...] Poli es un clásico de la zona. En este blog hay otra visión sobre este restaurante, escrita por otro…
Reblogged this on Dicky del Hoyo and commented:
Un post para el blog de Lo que Coma Don Manuel. Me gusta el restaurante pero, sobre todo me gusta la zona y sus gentes, muy recomendable.