Filetes de anchoas Leribe. Lamentable
Me pasaría la vida comiendo anchoas Sanfilippo. O mismamente Ortiz, más accesibles. Pero me gustan tanto que debería buscar otro curro para pagarme el vicio, y la coyuntura de marras no está para pensar en pluriempleo. No. Así, es frecuente que compre muchas latas de la más diversa calidad y precio, para compensar.
La anchoa es un género en el que la calidad sí suele ir asociada a su precio, por lo que acostumbro a hacer la vista gorda y acompaño buen bonito, cebolla común y guindillas de Ibarra con género intrascendente, para qué negarlo. Hoy saladito, mañana bien armado de espinas, otro día de textura inadecuada… Total, que no soy un tiquismiquis en materia anchoil, que no me quejo por quejarme, que si saco a colación las vergüenzas de los “filetes de anchoas en aceite vegetal Leribe” es porque son muchas. Y reseñables, aunque la lata de 22 gramos cueste menos de un euro. Porque no se discute el precio, se discute la presencia, el sabor, la calidad.
Lo primero que llama la atención de la referida conserva es su tamaño insignificante, apenas retazos de lomos, trozos minúsculos de filete, algunos ínfimos; entre uno y tres centímetros, la mayoría. Y si cerramos los ojos, ¿la cosa mejora? Pues no. Las dos latas que abrimos (dos, no una) presentaban un producto seco, reseco como la mojama. Y salado. Y desabrido. Lamentable. Señores de Yurrita e Hijos, S.A., piqué porque su sede está en Mutriku, en la carretera a Ondarroa, lo cual me ofrecía cierta garantía (estúpido de mí), pero no volveré a hacerlo. Cuánto mal hacen episodios así a la industria conservera.
Terminada la lectura, le sobreentiendo advertido, apreciado lector.
(Cuchillo)
Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Tras firmar durante 15 años en el diario El País, entre 1997 y el ERE de 2012, Igor Cubillo ha logrado reinventarse y en la actualidad dirige la web Lo que Coma Don Manuel y escribe de comida y más cuestiones en las publicaciones Guía Repsol, GastroActitud, Cocineros MX, 7 Caníbales, Gastronosfera y Kmon. Asimismo, vuelve a firmar en El País y es responsable de Comunicación de Ja! Bilbao, Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor. También ha dirigido todas las ediciones del foro BBVA Bilbao Food Capital y fue responsable de la programación gastronómica de Bay of Biscay Festival.
Vagabundo con cartel, se dobla pero no se rompe, hace las cosas innecesariamente bien y ya han transcurrido más de 30 años desde que empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Ruta 66, Efe Eme, Ritmo & Blues, Harlem R&R ‘Zine, Bilbao Eskultural, Getxo A Mano (GEYC), DSS2016, Den Dena Magazine, euskadinet, ApuestasFree, eldiario.es, BI-FM y alguna otra trinchera. Además, durante dos años colaboró con un programa de Radio Euskadi.
Como los Gallo Corneja, Igor es de una familia con fundamento que no perdonaría la cena aunque sonaran las trompetas del juicio final, si es que no han sonado ya. Sostiene que la gastronomía es el nuevo rock and roll y, si depende de él, seguiréis teniendo noticias de este hombre al que le gusta ver llover, vestirse con traje oscuro y contar historias de comida, amor y muerte que nadie puede entender. Eso sí, dadle un coche mirando al sol, una guitarra y una canción, una cerveza y rock and roll, y no le veréis el pelo más por aquí.
Tiene perfil en Facebook, en LikedIn, en Twitter (@igorcubillo) y en Instagram (igor_cubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF.
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- Cocina para vagonetas: La pasta del diablo, o cómo quedar como un sofisticado chef abriendo tres latas « LO QUE COMA DON MANUEL - [...] de veinte euros el frasco ni bonito artesano, pero tampoco caeríamos en el error de utilizar la anchoa peruana…
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Prueba las anchoas de Conservas Silvia, Silvia Seleccion.
Calidad Precio 10
De 1 a 3 centímetros… alucino…
No seré ventajista recomendandote las anchoas de Lolín (Castro Urdiales) porque al precio que se venden sería pecado que no fuesen excelentes…
He de decir que coincido contigo en que debido al precio he terminado comprando varios zurullos, que no valen ni para cocinar… aunque de vez en cuando también te llevas sorpresas positivas comprando a bajo coste.
Os dejo un divertido ejercicio que hicimos en el blog GASTROURDIALES en el que probamos varias anchoas lowcost: http://www.gastrourdiales.com/2013/09/cata-anchoas-salazon.html
¡Un saludo!
Estimado Jaume, gracias por tu comentario.
En cuanto a la cata de anchoas que reflejas en tu artículo, no me extraña, en absoluto, el resultado. Creo que a la marca Consorcio le hace más justicia el adjetivo «desprestigio» que el de «prestigio». Sus productos están sobrevalorados en los lineales de los supermercados, probablemente por lucir la palabra «Santoña» en su packaging.
No obstante, y esto sí que es un órdago a mayor, considero de mayor calidad el producto de las conserveras vascas que el de las cántabras. Aquí sí hay debate.
Abrazo.
PD: Caprimar, también de Grupo Consorcio, es otro ejemplo de anchoa realmente mala.
«La casreña».Doble octavillo.Relación calidad precio fantástica. Todavia no he coincidido con nadie, que no las halage,después de probadas.Un saludo.
Gracias por el apunte, Begoña. Tomo nota de las bondades de La Castreña y la buscaré. Sobre todo, teniendo en cuanta que señala su «relación calidad precio fantástica».
Un conocido, Jon Saenz de Buruaga, dejó el siguiente comentario/recomendación en Facebook: «Olvidate, Angelachu lata oro (…) y, mejor que eso, salazon hecho en casa, ya palabras mayores». Eso sí, puntualizaba esta advertencia: «prepara la Visa». Claro así cualquiera…
por cierto ¿son esas antxoas euskaldunas o directamente peruanas?
¡Bingo! Estimado Perro Labrador, la razón le asiste en esta ocasión. Son de Perú, como muchos de los espárragos navarros. Aunque reconozco que he tenido que mirar la caja, pues por un momento me temí que el producto hubiera salido de los conductos a los cuales alude en su simpático comentario.
Gracias por estar ahí.