Peggy Sue’s American Diner (Bilbao). Peazo hamburguesería
Aprovechando que el fin de semana me tocaba con el crío, que es un entusiasta de las hamburgueserías, decidimos acercarnos a un nuevo local que recientemente han abierto en Bilbao: Peggy Sue´s American Diner. Nada más entrar te trasladas a otra época. La ambientación del local esta muy lograda, creando una atmósfera sugerente, lo que, añadido a una ingeniosa presentación de los platos de la carta, hace que te sientas directamente en los años cincuenta.
Pedimos una ensalada César que presentaba un aspecto digno de comida para dioses, calidad y cantidad. Pollo recién hecho y una salsa de acompañamiento en su punto, todo un lujo, y más si la comparamos con las ensaladas que acostumbran a poner en hamburgueserías de la competencia.
El pequeño de la casa quiso degustar un Crazzy Charlie , que no es otra cosa que un espectacular perrito caliente de 27 centímetros de largo, con su cebolla frita, buen queso y una salsa especial de la casa que le daba el toque mágico. Otro éxito. Nuestra compañera de comida pidió una hamburguesa especial, una Aretha Franklyn: hamburguesa con 140 gramos de carne de ternera, lechuga, tomate y cebolla, a la que añadió los extras de bacón y queso. Lo mas espectacular del plato, el pan a la cerveza Guinness. Exquisito.
Acompañamos la comida con agua; ni buena ni mala, simplemente agua. Salvo nuestro devorasalchichas, que ingirió una maravillosa Pink Lemonade. De postre, un brownie esponjoso y cremoso a la vez, con chocolate caliente que, en palabras de quien lo degustó, estaba «cojonudo». Creo que merece la pena la visita sólo por el brownie, a juzgar por el entusiasmo con el que lo pronunció. Además, se pidió un batido natural de fresa, con fresas, casero, abundante. Por desgracia, demasiado si ya estabas con la tripa llena.
En resumen, resulta un local muy recomendable en el que presumen de comida natural con una elaboración diaria y donde todo tiene un toque especial, desde el local a la comida, pasando por el regalo de unas bolas de chicle años cincuenta cuando pagas la cuenta. Ésta, por cierto, fue de 30,55€. Un regalo para los tiempos que corren.
(Iván se peinó el tupé en esta ocasión)
web de Peggy Sue
Licenciado Poza, 73; Bilbao
94 439 86 97
Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Tras firmar durante 15 años en el diario El País, entre 1997 y el ERE de 2012, Igor Cubillo ha logrado reinventarse y en la actualidad dirige la web Lo que Coma Don Manuel y escribe de comida y más cuestiones en las publicaciones Guía Repsol, GastroActitud, Cocineros MX, 7 Caníbales, Gastronosfera y Kmon. Asimismo, vuelve a firmar en El País y es responsable de Comunicación de Ja! Bilbao, Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor. También ha dirigido todas las ediciones del foro BBVA Bilbao Food Capital y fue responsable de la programación gastronómica de Bay of Biscay Festival.
Vagabundo con cartel, se dobla pero no se rompe, hace las cosas innecesariamente bien y ya han transcurrido más de 30 años desde que empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Ruta 66, Efe Eme, Ritmo & Blues, Harlem R&R ‘Zine, Bilbao Eskultural, Getxo A Mano (GEYC), DSS2016, Den Dena Magazine, euskadinet, ApuestasFree, eldiario.es, BI-FM y alguna otra trinchera. Además, durante dos años colaboró con un programa de Radio Euskadi.
Como los Gallo Corneja, Igor es de una familia con fundamento que no perdonaría la cena aunque sonaran las trompetas del juicio final, si es que no han sonado ya. Sostiene que la gastronomía es el nuevo rock and roll y, si depende de él, seguiréis teniendo noticias de este hombre al que le gusta ver llover, vestirse con traje oscuro y contar historias de comida, amor y muerte que nadie puede entender. Eso sí, dadle un coche mirando al sol, una guitarra y una canción, una cerveza y rock and roll, y no le veréis el pelo más por aquí.
Tiene perfil en Facebook, en LikedIn, en Twitter (@igorcubillo) y en Instagram (igor_cubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF.
A mi es un sitio que me encanta, si bien es cierto que es mas caro que otros sitios similares, se nota que la comida es de calidad y además es un sitio muy original…!!
EL otro día fui a comer, era la primera vez que iba y me gustó bastante, se notaba que la calidad de los productos era mas alta que otros lugares, si bien el precio tambien, aunque me parece que para ir de vez en cuando esta bastante bien!!
El unico fallo que le veo es el tamaño del local
Comentaros que el servicio de este establecimiento en Bilbao es muy lamentable si se trata de servicio a domicilio y éste no se encuentra céntrico pese a que esté en la zona de reparto (permitido a través de la web), de hecho lo malo es la falta de educación y saber atender a los clientes.
Mi domicilio se encuentra/o se encontraba (ya no lo sé porque lo mismo por fin modifican el mapa) justo dentro de las limitaciones de la zona de reparto. El caso es que después de haber pedido 2 veces comida a domicilio y sufrir retrasos cercanos a un hora respecto a la hora de entrega, nos animamos a pedir una vez más (error fatal). El pedido lo realizamos a las 21:00 para entrega a las 22:00, para nuestra sorpresa llamamos a las 22:50 para quejarnos de que no lo habíamos recibido y la responsable de la tienda nos informa que «nos lo va a preparar» cuando ya nos tenía que estar haciendo la digestión!!! pero que era la última vez que la zona estaba muy lejos y no podían repartir hasta mi casa. A lo que respondimos que la pagina web dejaba tramitarlo, que estábamos en Bilbao y que en cambio el pago por internet si que lo aceptaban al momento. En mi opinión los retrasos eran una forma de disuasión para que dejásemos de pedir, lo que me parece muy poco profesional y trato muy malo por teléfono.
La comida hay que decir que no está mal pero tampoco es nada del otro mundo, hamburgueserías como California que está cercana ofrece comida cien mil veces mejor, la única ventaja que tenía este establecimiento es que te repartían a casa ensaladas, hamburgueses, patatas… cosas que no encuentras en otras cadenas más allá de telepizza (este último lo dejamos para cuando nos apetece una pizza).
Desde luego el trato tan malo que si finalmente no me reparten a domicilio y cambia la zona, no creo que lo vuelva a pisar dada la experiencia.
Ayer cene en Peggy Sue´s y me encanto! Espero poder volver pronto…
Fui ayer a cenar y me parecio que estaba genial, la verdad. La comida se nota que esta hecha a diario sobre todo la carne de las hamburguesas, que estaba riquisima. Yo volvere con mis amigas seguro! jeje
El otro día, después de un concierto volvimos al Peggy Sue, a una hora ya tardía. Bien es cierto que preguntamos a los camareros si todavía estaba abierta la cocina. No nos gusta putear al personal hostelero, nosotros también hemos currado en ese gremio. El desastre comenzó desde el lugar que nos asignaron para la comida. En un local semivacío nos colocaron en una mesa diminuta en la que casi no cabía la hamburguesa y las mesas grandes de al lado reservadas (WTF!) para grupos. ¿qué p. grupo va a entrar a las 10 y media de un jueves?. La mesa estaba justo al lado de un simpático grupo de gays vociferantes, con lo que no pudimos ni hablar ni oírnos la conversación. Les pedimos las hamburguesas al punto y nos las sacaron heladas, con lo que tuvimos que pedir, de buen rollo, que volvieran a la cocina. El careto con el que nos miraron al pedir el repaso de cocina me hizo mirar dentro del pan para ver si no había lapo de propina incluido, (paranoico que es uno) Y luego nos hicieron un pressing sicológico con ruidos y barridos por los pies para que nos piraramos rápido. Los camareros muy despistados, poco profesionales y pasotas, y me da la impresión que los dueños de la franquicia mirando para otro lado, en su casa calentitos, y esperando hacer dinero sin cuidar el negocio. Resultado: decepción y pocas ganas de volver. Una pena
Leo tu comentario, y me recuerda la primera vez que fui a Peggy Sue..nos colocaron en la mini mesa al lado de la barra porque las mesas decentes tenían cartelitos de «Reservado». A todo esto se suma la rapidez que tienen en recogerte los platos..La camarera morenita casi me arrebata el plato cuando todavía no había terminado la hamburguesa…FLIPANTE! Yo creo que se aplica en este establecimiento, mejor que en ningún otro, el concepto de FAST-FOOD.. Decicí volver otra vez con una amiga, puesto que me quede con ganas de probar un batido de los que tienen. Buenos eran las 16h de la tarde, y no había nadie en el establecimiento..Pues otra vez que me ponen en la mini mesa…Increible. Seguía estando la camarera morenita, que me parece más seca que una pasa. Pienso que para estar de cara al público tienes que tener otra alegría y ala vez saber estar. En fin..no creo que vuelva más..visto que me parece absurdo tener que llamar por teléfono( previoaviso) para poder sentar mis posaderas en un sitio cómodo y sin prisa para poder disfrutar de la comida/cena en compañía. Hay hamburgueserías de barrio mucho mejores y que te ofrecen mejor trato que éste. FRANQUICIAS 0, que encima de barata no tiene nada. Y si me apetece un helado me voy al Alaska..
Cuchillo es un raro. Y un radical. Por eso no comulga a pies juntillas con las loas a Peggy Sue que ha leído en referentes gastronómicos como este lqcdm, y en otros foros de segunda. El sábado se sentó sobre el escay (o como se escriba; que no soy tapicero) de los asientos de su local bilbaíno y le encantó escuchar durante más de una hora a los Rolling Stones: pedir al ritmo de ‘Paint it black’, comer con ‘You can’t allways get what you want’, pagar cuando sonaba ‘Wild horses’… Y la decoración le resultó graciosa; para eso es rocker. Pero cató la ensalada César y, tras alabar el tamaño del perol y la generosa ración de chicha, terminó cansado de ella, al no ser la mostaza su aderezo predilecto. A las patatas fritas no les puso pegas, e incluso podría destacar alguna virtud de los chicken fingers (tiras de pollo empanadas), pero, amante de lo salado, le decepcionó el dulzor de las hamburguesas. El servicio muy atento, muy agradable; sin pega. Y los batidos naturales grandes, pero tampoco excepcionales. Lo dicho, es que Cuchillo es un raro. Y un radical.
Ayer me estrené en el Peggy Sue y fui incapaz de llegar al brownie, ni a la cheese-cake así que tendré que volver, vaaaaya por Dios… Muy recomendable
Leyendo este post y viendo la foto me asalta una duda: ¿desde dónde está tomada la foto? ¿se subió el animoso fotero a la barra? Y si es así, ¿ aprovechó para marcarse un baile estilo » Coyote Ugly»