Diez errores que no deberías cometer en una cena de empresa (o sí, tú mismo).
Eres un ave rara, y la rareza ya llega hasta extremos insospechados porque tu empresa, además de pagarte un sueldo, ha decidido invitarte a una cena de empresa. ¡Qué nervios! ¿Qué hago ahora? ¿Cómo me comporto? Soy natural y hago lo que me apetezca, o directamente conservo el puesto de trabajo hasta el año que viene.
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