Del panga se puede salir
Hola, amigos. Mi nombre es Iker, aunque también me llaman Cuchillo, y cuando estornudo me dicen Jesús. Estoy aquí para compartir con vosotros mi caso y transmitiros una certeza: del panga se puede salir.
Reconozco que durante un tiempo compré pangasius hypophthalmus para mis hijos. Y es más, mi rigurosa formación católica me impide ocultar que se lo servía con alevosía y, a la hora de la cena, también con nocturnidad, pues lo rebozaba, lo emplataba y lo colocaba en la mesa a la voz de «aquí tenéis la merluza, chicos». Ejem… no me juzguéis severamente, lo hacia por ellos; por mi tranquilidad, sí, pero también por su seguridad. No me gustaba su textura pastosa, en la antípoda del rape, y conocía su insipidez, que exige rebozarlo e incluso empaparlo en limón o arrimarle mayonesa. Pero sabía que dándoles panga podía despistarme, poner un disco mientras cenaban, escribir algo en el ordenador o salir al rellano a pedir sal a la vecina, pues nunca saldría una espina que pinchara o se atorara en el gaznate de mis bebitos. ¡¡Un pez sin espinas!! Yuju.
¿¡¿Un pez sin espinas?!? De que no tiene espinas estoy seguro, de la otra afirmación no tanto. Porque, compañeros, ¿quién nos asegura que se trata efectivamente de un pez? ¿Acaso alguien ha visto un ejemplar, en vivo, sin tirar de Google? Porque lo habitual es encontrarnos los lomos en bandeja y filmados. ¿Tan feo es? Diré más… ¿de qué terrible mutación es fruto el panga?
Tened en cuenta que el susodicho es un pez (?) de cultivo que se cría (hay quien dice que a base de peces muertos, mandioca y residuos de soja y grano, además de hormonas inyectables) fundamentalmente en Vietnam, en el curso del rio Mekong. ¿Os suena? Claro que sí. El ejército yanqui sembró su cauce de agente naranja y napalm. En la actualidad, los amigos de las listas lo sitúan entre los diez ríos más contaminados del mundo mundial, bien surtido de amonio, fósforo y metales pesados. Por lo visto, incluso el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y los gobiernos de Laos, Camboya y Vietnam han llegado a la conclusión de que 1,7 millones de personas se encuentran en riesgo de envenenamiento por arsénico. Y la OCU ya desaconsejó su consumo, al analizar muestras de panga y detectar en ellas restos de trifluoralina (herbicida prohibido en Europa) y trazas de mercurio.
Así que, si yo fuera pez, la última cloaca en la que querría desovar seria el Mekong.
Panga, un pez de río tóxico
Cuando sumé esta información a su textura, su sabor y su aroma, me dije a mí mismo: ¡soy un monstruo! ¿¡Cómo puedo dar esta porquería a mis hijos!? Dicho y hecho. Desde entonces voy siempre a la pescadería y le pido al pescatero los lomos de la merluza, sin piel (suele abroncarme: «en la piel está todo el sabor, oye», me dice). Y los niños lo agradecen desde el primer día, cuando la probaron y gritaron «mmmmhhhh…. ¡qué rica! ¡¡¡¡Como la merluza de amama!!!!». Jodíos, qué callado se lo tenían… Por si fuera poco, me sale más barato comprar merluza que panga. Al menos, me da esa impresión.
Dicho esto, Me reafirmo: del panga se puede salir. Y lo aconsejo: si me queréi argo, !!irse!!
(no volverá a comprar panga en su vida, cuchillo)
Es el pequeño de los Cubillo Brothers. Nació en 1991, en el mismo Bilbao, es más de salado que de dulce y acostumbra a disociar, con lo cual cambia de apariencia física con frecuencia. Como Robert de Niro antes de rodar Toro Salvaje, pero a lo tonto, por la cara. Él es más de toro tataki. Aprendió pronto que Dow Jones no es un cantante, le incomoda la fama de criticón, pues siempre ha sentido simpatía por el débil, y una máxima guía su proceder: «más vale que zozobre, que no que zofarte…». Católico practicante, que no celebrante, en su bautizo el párroco ofició vestido de Elvis, cantó himnos y salmos, y entonó el ‘Burning Love’. Vio la luz el día que se fotografió con Ferran Adrià y el de L’Hospitalet de Llobregat le puso una mano sobre el hombro al tiempo que decía: «Cuchillo, la gastronomía es el nuevo rock and roll». Amén.
Es el pequeño de los Cubillo Brothers. Nació en 1991, en el mismo Bilbao, es más de salado que de dulce y acostumbra a disociar, con lo cual cambia de apariencia física con frecuencia. Como Robert de Niro antes de rodar Toro Salvaje, pero a lo tonto, por la cara. Él es más de toro tataki. Aprendió pronto que Dow Jones no es un cantante, le incomoda la fama de criticón, pues siempre ha sentido simpatía por el débil, y una máxima guía su proceder: «más vale que zozobre, que no que zofarte…». Católico practicante, que no celebrante, en su bautizo el párroco ofició vestido de Elvis, cantó himnos y salmos, y entonó el ‘Burning Love’. Vio la luz el día que se fotografió con Ferran Adrià y el de L’Hospitalet de Llobregat le puso una mano sobre el hombro al tiempo que decía: «Cuchillo, la gastronomía es el nuevo rock and roll». Amén.
Pues me alegro que hayas dejado esta mala práctica, hace muchos años que descubrí este engendro de pescado por llamar de alguna manera y no puedo con el, la merluza desde luego, pero hay otros pescados planos para los niños muy sencillos y sanos, la tilapia esta muy bien y sin espinas, prueba y me cuentas.
Saludos.
Bueno, le diré a mi hermano.
Salu2
Ejem, la Tilapia china es otro engendro insípido y presenta problemas casi idénticos a la panga.
Anda que no habrá opciones de pescados fáciles de comer: merluza, bacalao, rape, atún/bonito, salmón…
PD. Yo de pequeño comía encantado filetes de sabirón, con su correspondiente dosis de mayonesa o limón.
Mejor el pescado de la sublime Galicia que lo que venga del mekong………¡Que lo coma Zapatero…….!!!!!
Yo también dejé de comprar panga…. y prometo no volver a probarla!
Bien hecho cuchillo. Yo ya llevo año y medio sin comprarla y también me he pasado a la merluza. En cuanto a los metales pesados no es el único pez envenenado con estos productos. La mayoria de peces grandes tienen este problema.
Saludos
Yo me desenganché hace unos años desde que me empezaron a llegar power points sobre su más que sospechosa contaminación y más desde que en el 2010 la OCU recomendase no consumirlo. Para comer pescado una vez a la semana merece la pena gastarse los cuartos. A tus hijos, como futuros expertos catadores no les das gato por liebre. La siguiente prueba que tienes que hacerles es una merluza congelada y otra fresca. Si lo aciertan estas jodido…je je